Capítulo 26: LB

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Es uno de mis capítulos favoritos en todo el mundo, sépanlo.

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Aaron está inusualmente sonriente. Planificó darnos una sorpresa después de la cena con sus padres. Los niños están haciendo teorías, creen que los llevará de viaje a nadar con ballenas, que les traerá a su cantante favorito para que les dé un show privado, o que les compró una casa para cada uno. Pero yo estoy segura que tiene que ver con la estatua nueva.

Los albañiles por fin terminaron de perfeccionarla cuando no estábamos en casa y sé que estuvieron aquí porque nos envió al centro comercial y al cine en un mismo día y cuando regresamos la manta negra que cubre a la estatua está limpia, por lo que quiere decir que es nueva y la otra toda mugrienta la tiraron al finalizar con el trabajo.

Aproveché la visita al centro comercial para comprarles atuendos nuevos a todos. Ya están vestidos y peinados en combinación. Todos están vestidos de verde claro. Las niñas traen un peinado que me costó tres horas hacerles, pero finalmente quedó divino.

Jackson y Lucinda se casaron por civil esta mañana e hicieron una fiesta para celebrarlo. Es algo pequeño, con sus amigos y familiares más cercanos. No quisieron ir a la iglesia, así que solo tendremos la fiesta de día. Fueron lo suficientemente considerados con sus nietos para hacerla de día y no de noche. Sabe que todos se duermen y quieren compartir este momento con ellos despiertos.

Aaron está frente a la estatua tapada con las manos en los bolsillos y las piernas ligeramente abiertas. Trae su traje negro que le queda divino, y su cabello está húmedo por la ducha que se dio. Bajo las espaldas principales mirando su espalda y levantando mi vestido para no irme de bruces.

Me observa cuando me detengo a su lado. Mi escote está tan lindo como le gusta, es un vestido sencillo, con algunos diamantes en el corset y un cinturón lleno de ellos que aprietan mi cintura dándome forma. Traigo unos aretes y un colgante en conjunto.

—¿Estás preciosa?

—¿Me lo estás preguntando?

Se rió y asintió.

—Si, lo siento, me puse nervioso. Quería preguntarte si estás lista, pero se me escaparon los pensamientos.

Enganché mi brazo en el suyo y me apoyé en él para ver -o no ver- su escultura.

—Si, estoy preciosa y también lista.

Sentía como si los pájaros estuvieran cantando para mí. Una melodía suave y natural hecha solo para nosotros. Pero, y siempre hay un pero, toda esa paz mental que me genera estar cerca suyo se reemplazó de a poco por un bullicio que fue subiendo de niveles mientras los niños salían de la casa.

Mateo pasó corriendo por el camino de piedras con su traje verde pidiendo ir adelante. Aedan le siguió, pero sin correr, él sabe que su silla ya está puesta delante de la de Mateo. Violett se detiene junto a nosotros y mira la estatua con los ojos entrecerrados.

Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora