Capítulo 19: La ausencia

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Dedicado a Dai por su cumpleaños. Que seas muy feliz y comas perdiz. ❤️

Recordatorio: los actos legales que se mencionan durante esta trilogía, no están totalmente verificadas, puede que haya cosas que se relacionen con la realidad, pero no son verídicas. Una vez terminada de publicar la novela se corregirán todos los errores habidos y por haber. Hasta entonces leamos ficción.

Emmie llegó con la cena y Aaron aprovechó para quedarse con los niños ya que yo estaré acompañada

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Emmie llegó con la cena y Aaron aprovechó para quedarse con los niños ya que yo estaré acompañada.

—¿Cómo estás?

—Como puedo. Esto me destroza, no quiero volver a pisar un hospital en mi vida.

Hablar con Emmie es como la llave para destapar mis sentimientos guardados. Le cuento todas mis emociones, sobre nuestro plan contra Carla y Sebastián, y la visita a las víboras de la cárcel.

—¿Cuándo tienen la audiencia en el juzgado?

—Menos de tres semanas. Tenemos que buscar la forma de hacer una prueba de ADN con Sebastián.

—O llévenlo a la audiencia para asustarlos. El juez pedirá esa prueba de inmediato y no podrán negarse.

Esa era una de las soluciones que el abogado nos dio para no tener que andar hurgando en casas ajenas sin permiso.

—Cambiando de tema, ¿Has vuelto a ver a ese niño del que me contaste?

—No desde que estamos aquí. No sé cómo estará.

Mientras masticaba ella se me quedó observando.

—¿Qué?

—¿Ya vas a decirme porqué estás detrás de él como una mosca?

—Se llama Kayden y simplemente soy una buena persona que quiere hacer amigos nuevos.

—¿Amigos de doce años? ¿Es chiste, verdad?

Le eché un vistazo a Ethan que aún duerme, sus signos vitales son normales y nada está fuera de lugar. Aunque yo quisiera zanjar el tema allí, Emmie no lo haría.

—No intento llenar huecos, si es lo que crees —respondí antes de que dijera nada.

—No creo que llenes huecos, para eso está Aaron —la miré para escuchar una de esas cosas que ella sabe de mí incluso antes que yo—. Quieres retomar tus sueños.

—¿Retomar mis…? Yo no sueño nada. No sé de qué hablas.

—No, no lo sabes, porque lo olvidaste. Pero lo sientes, ¿No? Sabes que quieres volver a estar bien, quieres volver a construir la gran familia que siempre soñaste.

—¿Cómo llegaste a esa conclusión si no dije nada?

—No necesitas decir nada, te delatas sola.

No me sorprendía que me conociera más que yo misma, y que dijera cosas tan sabías después de una perversidad sobre mi novio.

Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora