Ni Que Fuera Por Nosotros [#3]

EXTRA: Kayden

Las edades se las imaginan ustedes, yo ya me perdí.

KAYDEN

Las decoraciones tan coloridas me parecen molestas, pero ella estaba empecinada en que todo fuera alegre.

—Kay, por favor, ayúdame con esto y deja de estar ahí parado como un potus —me regañó pasando con un cajón lleno de flores.

Seguí a June hasta el salón principal, había guirnaldas fosforescentes, telones blancos y un muro lleno de dibujos de niños. Cargué las cajas más pesadas mientras ella decoró el marco de luces para sacarse fotos.

—¿Cuál crees que quede mejor? ¿Todas las flores y solo de un color?

—Todas.

—Perfecto. Trae la escalera.

Fui por ella y juntos la colocamos frente al marco.

—Anda, sube.

—¿Tengo que hacerlo? —refunfuñé y me empujó hasta las escaleras.

—Pues, si no te pones divertido y me entretienes mientras yo hago todo el trabajo, tendrás que hacer tú el trabajo y yo entretener. Venga, sube, niño.

—No eres tan entretenida —le dije ya subiendo y me dió un manotazo en la pierna.

—Soy muy graciosa.

—No, para nada.

—Tú lo dices porque no tienes sentido del humor.

Puse todas las flores como me indicó mientras siguió hablando de lo contenta que está y lo feliz que le hace esto. Es lindo verla tan entusiasmada con esto, lleva tantos años con este proyecto que realmente creí que nunca se terminaría. Pero un día llegó corriendo a mi habitación del orfanato, brincando de alegría y casi llorando, para contarme que por fin habían aprobado todo.

—¡Oh, mira quién llegó! —me subió la caja de flores y se fue corriendo a la entrada donde sus dos hijos mayores y el menor llegaron.

June es la mejor mamá que he conocido y nunca entiendo cómo lo hace. Tiene muchos hijos y aún así logra estar para todos y encima abrir su propio hogar de niños. Al principio tenía una imagen más fea de ella, creí que solo era una de las tantas personas millonarias que quiere aparentar ser buena y la mejor opción son los niños huérfanos. Pero muy pronto me di cuenta que June no es así, ella de verdad quiere hacer felices a todos aquellos que sus padres no lo hicieron.

Es buena de verdad y lo veo siempre en la forma que la miran todos aquí, los niños del hogar, las cuidadoras y, sobre todo y en especial, sus hijos.

Ethan la mira como si fuera su reina, hace todo lo que ella dice y Violett tiene una de las sonrisas más amplias que he visto cada vez que su mamá hace esos chistes tan malos que no dan risa.

Aparté la vista de los ojos azules cuando me encontró y seguí con lo mío. Cuánto antes termine con esto, más pronto me iré.

Entonces la escucho cerca y cuando bajo la vista la veo al inicio de las escaleras.

—Me enviaron a ayudarte —dice suave y comienza a subir del otro lado.

—Puedo solo.

—Combinar no puedes —señala el camino de flores que hice mezclando todos los colores—. No puedes mezclar los pasteles con los flúor, es casi una falta de respeto a la paleta de colores.

—Nadie va a mirar esto.

—Yo lo estoy haciendo y me está dando un aneurisma.

Por alguna razón me sale una risa y ella me quita la caja y sube un escalón más arriba. Su cabello dorado está recogido en una cola de caballo alta, eso hace que su cuello se vea mejor, al igual que sus pendientes nuevos que acompañé a June a comprar hace dos días.