~Monkie Kid~ 6️⃣

Maestro #9

Espero que les guste~

Nota: El Azure de Lego y el Azure del original tienen grandes diferencias según lo que pude leer

Nota-2: Hasta aquí llego mi pobre y seco cerebro xD

Xiaotian se sienta de piernas cruzadas en el suelo frente a su hogar, cerrando los ojos, respirando profundo y relajando su cuerpo entero, permitiéndose disfrutar de la tranquilidad que le brinda el día. Puede escuchar a Wukong y a Macaque no muy lejos de donde está, jugando al parecer, con el castaño perdiendo al juzgar sus gruñidos y el azabache haciendo trampa ante su risa entre dientes. Abre los ojos al instante en el que un nuevo ruido rompe su paz, abriendo los ojos de golpe y alzando la vista, justo a tiempo para ver algo acercarse a gran velocidad a donde están.

-¿Qué rayos es eso?- Macaque también lo noto, dejando el juego a favor de levantarse y pararse al lado del joven, tenso y luciendo dispuesto a luchar.

-No es un "qué"...- Wukong también se acerca pero luce dudoso, casi incómodo, apretando los puños con fuerza notable. -...es un "quién"- y aquella cosa aterriza a unos cuantos metros frente a ellos, levantando una nube de polvo y tierra que deja unos segundos de tensión, revelando lentamente al intruso. -...Azure...- jadeo al ver al león, el mono a su lado apretando los dientes firmemente.

-Mis hermanos...- el demonio luce agotado, con la melena alborotada y la ropa algo rota, pero su postura es firme y el agarre que mantiene en el mango de su espada es de hierro. -...es hora de irnos- esta sonriendo pero hay algo frío y duro brillando en sus ojos rosas, la orden notable en su tono de voz. Los monos se miraron entre ellos, haciendo una mueca de incomodidad, sin querer realmente ir.

Macaque agita la cola con molestia obvia, apenas conteniéndose de gruñir. Azure siempre le había parecido demasiado imaginativo y soñador, hasta el punto de ser preocupante, pero su plan loco contra el Emperador y todo lo que quería hacer luego solo confirmo su sospecha. El león estaba loco, demasiado cegado ante su propio deseo y sueño que ignoro todo lo demás, al parecer sin importarle lo que pudiera suceder con todos los seres qué habitaban el mundo. No le importaba nada, incluso si decía querer crear un "mundo perfecto".

Wukong se tensa, sin importarle como la punta de su pelaje se erizaba notablemente, sin poder apartar la vista de su hermano jurado. Hay un revoltijo de sentimientos que se retuerce en su interior. Había aprendido mucho en los últimos días y entre todo eso, había entendido al fin el punto de Macaque. El plan de Azure tuvo muchos agujero, tan grandes que podías caer en ellos y profundos hasta el punto de hundirte por completo, con cientos de consecuencias que no había meditado mucho en esos momentos.

-Me temo que no puedo permitir eso- el castaño avanzó un paso, viendo como el león frunció el ceño al mirarlo, de seguro sin considerarlo un problema.

-Vete ahora y te dejaré vivir- Azure levanta su espada para apuntarlo en esta, al parecer dispuesto a matar a quien se metiera en su camino y eso, sinceramente, no podía ser una buena señal.

-¿Me dejaras vivir?- Xiaotian enarco una ceja, poco impresionado. -Muy amable de tu parte- había mucho sarcasmo goteando de su voz. -Quédense allí- ordenó mientras los miraba de reojo y aunque no había magia ni nada, los monos obedecieron, manteniéndose atrás y muy quietos, atentos a lo que podría suceder. -Los celestiales han caído muy bajo para haberte dejado escapar...- se dirigió al intruso esta vez y se cruzó de brazos, tranquilo, sin sentirse siquiera intimidado. -...o eres un gran manipulador para convencerlos, aunque me inclino más por la primera opción- sonrió, divertido ante el gruñido profundo y amenazante que se gano.

-¡Cuidado!- el mono castaño frito al notar la postura del gran felino, moviéndose a gran velocidad y con la espada en alto para atacar pero eso solo hizo que el joven suspirara.

-Vaya...- el castaño tarareo, levantando su mano, deteniendo la espada ajena con tal facilidad que hizo que el león abriera los ojos con sorpresa. -...solo eres un gatito enojado~- canturreo con burla, riendo ligeramente al notar que su comentario lo había molestado. Levanto su mano libre, apuntando al rostro ajeno con su palma, y dejo escapar un rayo de poder que lo lanzó hacia atrás, soltando su arma en el proceso.

-Esto...no debería ser posible- el león se esforzó por levantarse. Ya estaba mayormente cansado por todo lo que enfrentó para liberarse y ese golpe directo a su rostro había dolido mucho más de lo esperado. Se suponía que solo era un simple humano.

-Yo qué tu, me quedaría muy quieto...- hablo con tranquilidad, Azure tenso y muy quieto al notar el filo de su espada muy cerca de su rostro, el rostro del joven luciendo frío por un segundo. -...o una cabeza podría rodar y no creo que puedas regenerarse, ¿o me equivoco?- sonrió y aunque no estaba exactamente dispuesto a continuar con su amenaza, porque no estaba en su naturaleza, aun disfruto de ver al demonio sudar con miedo. -Quieto- ordenó, retrocediendo un par de pasos y bajando la gran espada ajena, viendo con ojos atentos al verlo enderezarse lentamente para poder sentarse de manera correcta. -Vigílenlo- los monos no dudaron en acercarse, parándose a cada lado del león, asintiendo con decisión y eso le dio la oportunidad a Xiaotian de darles la espalda por un segundo, pasando su mano libre por su rostro con cansancio. Esperaba que enviaran a alguien a buscarlo pronto.