~Monkie Kid~ 6️⃣

Mentiroso #2

Espero que les guste~

Nota: MK tiene sellos cocidos en la parte interna de alguna de sus prendas para evitar ser poseído pero cuando sale con Macaque, confía en que él lo mantenga seguro y no los usa por si el mono necesita poseerlo

DBK tenía sus momentos de amabilidad y tranquilidad pero todo el mundo sabía qué era un ser de mal carácter que podía explotar con mucha facilidad. Así que el simple hecho de que el sucesor de Wukong se presentará en su hogar, diciendo que necesitaban ayuda para rescatar a sus amigos y para enfrentar a Azure, eso era motivo de furia y no tardó mucho en empezar a gritar reclamos.

Iron Fan se hundió ligeramente en su silla, luciendo cansada y resignada, de seguro acostumbrada a ese tipo de situación. Red Son se paro a su lado, con una mueca de incomodidad en su rostro mientras retorcía sus dedos con ansiedad. Mei gruñó, apenas conteniendo su propio carácter, con un aura verdosa rodeando su cuerpo y la punta de su cabello luciendo como llamas verdosas al borde de explotar. MK retrocedió con miedo, dejando al mono a cargo para enfrentar al enojado y gran demonio que se elevaba por encima suyo.

-Oh, por el amor de...- Macaque se llevó una mano al rostro, sintiéndose cansado. El cuerpo de MK estaba helado y tembloroso, la adrenalina bajando a un ritmo rápido y dejando paso al dolor del agotamiento, con el comienzo de un dolor de cabeza que iba en crecimiento a medida que los gritos del toro continuaban. -¡Cállate, cornudo!- pisoteo, usando la sombra ajena para crear un portal bajo sus pies y hundiéndolo lo suficiente como para poder verlo a los ojos sin tener que mirar hacia arriba, agradecido que los gritos se detuvieran por la obvia sorpresa. Pudo escuchar el jadeo ahogado que venía de Iron Fan y pudo ver los ojos de DBK abriéndose con asombro, hasta podía escuchar como Red Son tragaba en seco y Mei soltaba un bufido lleno de burla. -Eres insoportablemente ruidoso, aun no entiendo como ella te soporta- había dicho muchas veces eso en el pasado.

-¿Macaque?- Iron Fan se levantó para acercarse, su tono rompiéndose apenas por la duda y la sorpresa, sin entender como podía estar mirando el rostro del sucesor pero reconociendo la voz de su antiguo amigo.

-Hola querida, es bueno verte~- sonrío ligeramente, con un destello violeta brillando en uno de los ojos oscuros. -No has envejecido ni un poco- ella bufo, sonriendo con cariño. Era un comentario familiar.

-¿Cómo es esto posible?- DBK hablo y el espíritu hizo un gesto con la mano, liberándolo de sus sombras y dejándolo sentado en el suelo.

-Es una complicada historia que no tengo tiempo de contar ahora...- un portal se abrió bajo los pies del pelirrojo, quien se hundió a las sombras con un grito y emergió justo al lado del chico poseído, sintiéndose un poco sacudido. -...pero estoy seguro de que tu hijo aquí puede contártelo todo- empujó al demonio, quien se tenso al ser mandado al frente de esa manera. -Mientras tanto, rayare el piso de una habitación- los esquivo, sabiendo que la princesa le estaba dirigiendo una mirada que de seguro podría volver a matarlo si tuviera la oportunidad. -¡Nos vemos~!- se alejo con pasos rápidos.

-¡Más te vale que lo limpies o encontraré la forma de hacerte pagar!- el grito de ella resonó y tanto el mono como el chico hicieron una mueca, corriendo por el pasillo hasta abrir una puerta, encontrando una habitación espaciosa.

-Este lugar me servirá- asintió al ver una parte del piso libre y rebusco en los bolsillos de era extraña campera colorida que aun quería quemar. MK siempre tenía artículos para dibujar encogidos en sus bolsillos, así que no se sorprendió mucho encontrar algunas tizas. -¿Necesitas tizas? ¿En serio?- enarco una ceja, burlón y divertido por las extrañas costumbres que el menor tenía.

-Nunca se sabe cuando puedes dibujar en las paredes- tarareo y si tuviera el control de su cuerpo, mostraría una gran y animada sonrisa. El mono bufo pero no comento, arrodillándose para hacer lo que necesitaba. Dibujo un círculo grande, con otro más un poco más pequeño dentro, y allí dibuja lo que parecen ser pétalos de un loto vistos desde arriba, escribiendo el nombre del príncipe en lo que parecía ser otro idioma.

-Ahí tienes, chico- salió del cuerpo ajeno, haciendo una mueca al verlo estremecerse. Estuvieron compartiendo el cuerpo demasiado tiempo. -¿Estás bien?- se abstuvo de tocarlo, sin querer que su fría existencia empeorará el estado ajeno.

-Voy a dormir durante días después de esto- se abrazo a si mismo, frotando sus brazos en un intento de hacer que la piel de águila desapareciera.

-Me aseguraré de que nadie de moleste- asintió, el menor necesitaba dormir todo lo que pudiera en cuanto los problemas se resolvieran. -Ahora, pon un poco de tu poder ahí- MK asintió, colocando sus manos sobre el dibujo y dejando escapar un destello de poder, retrocediendo mientras observaba como las líneas blancas del dibujo se volvían rosas, pétalos de loto emanando y formando un capullo, abriéndose al poco tiempo y mostrando a quien estaban esperando.

-¡Nezha!- se apresuro a levantarse para lanzarse a abrazarlo con alivio. El mayor se quedo por un momento tieso, con las manos arriba como si le hubieran dado algo peligroso que podía explotar ante el más mínimo toque, pero se obligo a relajarse con un suspiro y correspondió el gesto con torpeza, pudiendo escuchar como el chico reía contra su hombro.

-Me llamaste- hablo cuando el menor lo soltó, notando los restos de tiza en el suelo. -¿Paso algo?- estaban solos en una habitación, sin las risas de Mei, las preguntas de Tang o lo intentos de Pigsy por llenar su estomago con comida, ni siquiera estaba Wukong para burlarse y molestarlo, eso era raro.

-No tienes idea- bufo, viendo como el mono flotaba a su lado, de brazos cruzados y de aspecto serio. -Tenemos muchos problemas- confeso mientras sacaba el pergamino para mostrarlo con nerviosismo, pudiendo notar como el príncipe se tensaba y fruncía el ceño. Si, eso no era una buena señal.