Espero que les guste~
Nota: Indigo Park es un juego que apenas estreno su primer episodio y que logro llamar la atención
Nota-2: No voy a negar que Rambley me encanta :3
Tuvieron que caminar durante horas para llegar, las calles oscurecidas y sus caminos solo siendo alumbrados por las linternas de sus teléfonos. Había un silencio extraño a su alrededor, no del todo tétrico pero tampoco brindaba una sensación de seguridad, sino de cautela y un poco de ansia. Era raro.
-¡Y aquí estamos!- Mei levanto las manos en un gran gesto, su sonrisa enorme y brillante mientras miraba el lugar del que solo había leído durante semanas. -Ufff, que emoción- dio pequeños saltos en su lugar antes de sacarse la mochila que llevaba y agacharse, rebuscando en su interior.
-No puedo creer que me convencieras de esto- MK se sintió decepcionado de su yo de hace unos días atrás, que había aceptado sin pensar mucho cuando su mejor amiga anuncio que harían un viaje. Debió haberlo pensado mejor, meditarlo al menos pero no lo hizo y no tenía otra más que enfrentar sus consecuencias.
Y ahí estaban, frente a lo que alguna vez fue una zona de atracciones realmente llamativa. Un parque de diversiones en su opinión, lleno de juegos y quien sabe que cosas más, con zonas para cada uno de los personajes que allí había, cada uno mostrando algo diferente. Un lugar mágico y lleno de risas, capaz de entretener tanto a los niños como a las familias, un mundo completamente creativo sacado de la imaginación y sueño de su creador o eso era lo que decían los comentarios en internet. Nadie nunca supo del todo que es lo que había sucedido allí para que todo fuera clausurado, se hablo de un feo accidente que provoco la evacuación de todos los que allí estaban pero nada era demasiado claro, como si aquel suceso hubiera sido cubierto por alguna razón, dejando muchas dudas.
Era un poco triste ver lo apagado que quedo todo, un lugar inmenso y hecho para la diversión, abandonado y sin ningún visitante.
-Yo...no sé si esto sea buena idea, Mei- el castaño hizo una ligera mueca, mirando de reojo a su alrededor. No había una sola señal de que algún ser vivo hubiera pasado por allí recientemente, solo grandes cajas apiladas y hasta una de esas maquinarias para moverlas estaba allí abandonada, con bolsas con quien sabe que cosas y peluches. Los colores a su alrededor, lo poco que podía ver, se veían desgastados por el paso de los años y al mismo tiempo, de alguna manera, el lugar en si no se veía muy antiguo.
-Oh, vamos, no seas un gallina- ella bufo, sonriendo con victoria, sacando dos pinchas con linternas. Se puso una, prendiéndola, al fin pudiendo apagar la luz de su teléfono y así guardarlo, enderezándose con la mochila en la espalda una vez más, ahora con ambas manos libres. -Es solo un viejo parque de diversiones abandonado, hemos enfrentado cosas peores- le extendió la otra bincha con una sonrisa casi burlan.
-Y no es razón para tentar a la suerte- frunció apenas el ceño, arrebatándole aquel objeto, haciendo un puchero antes de ponérselo y encender la luz, pudiendo guardar su móvil en su propia mochila. -Además, los comentarios en internet dijeron que este lugar estaba maldecido o algo así- y se estremeció ante el solo pensamiento. Realmente no quería entrar.
-¡Por eso estamos aquí!- y ella avanzo con total confianza, él haciendo una mueca y dudando unos segundos antes de decidir seguirla. -Quiero ver si los rumores son ciertos o solo son tontearías- apoyo sus manos en lo que parecía ser la puerta principal, aquella grande y situada justo bajo el cartel de "Indigo Park", empujando y frunciendo el ceño al notar que estaba cerrada.
-Bueno, cerrado, que mala suerte- chasqueo los dedos con decepción fingida, aliviado por su repentino golpe de suerte, haciendo un gesto. -Al menos, lo intentamos pero supongo que solo nos queda irnos-
-Puedo romperla- su sonrisa es diabólica, golpeando su puño derecho contra la palma de su mano izquierdo, luciendo completamente dispuesta.
-¡NO!- chillo, rápido en interponerse entre ella y la puerta, agarrando sus manos por seguridad extra. -Esto aun le pertenece a alguien, no puedes romperlo así nada más- además, de una manera algo tonta debido a todo, se sentía casi como pisotear el sueño de alguien. Su creador, según lo que había leído, había puesto su corazón e imaginación no solo en crear a ese lugar, sino también a sus personajes y romper la puerta, siquiera pensarlo, se sentía como si lo estuvieran profanando o algo así. -Intentemos buscar otra forma, ¿si?- se resigno a volver y buscar un lugar donde quedarse mientras estuvieran allí, sabiendo que su amiga no iba a retroceder así nada más.
-Bien, tu ganas- Mei apretó suavemente las manos ajenas, relajándose, recordando que no debía dejar que no podía perder la paciencia con tanta facilidad. -¿Cómo lo abrimos entonces?-
-Parece que funciona con energía- señalo la pequeña caja que había a un lado de la puerta, un grueso y largo cable conectado justo debajo, alejándose de donde estaban a su lado derecho, hasta otra puerta más. -Quizás podamos encontrar una manera de hacer correr la corriente y entrar sin necesidad de violencia- y empezó a caminar, olvidando por un segundo que no quería estar allí, sintiendo una repentina ola de curiosidad mientras avanzaba.
-Si, si, si. La violencia no es la solución para todo- y ella sonrío, contenta de verlo más interesado, rápida en seguirlo. La puerta, por alguna razón, aun parecía tener energía salida de quien sabe donde y se abrió apenas se acercaron, mostrando una zona que, según el cartel de arriba, era solo para empleados. Compartieron una mirada antes de decidirse a entrar.
No había mucho más allí al decir verdad. Muchas cajas y suciedad, con el cable conectado otra puerta más, además de tener una pantalla que lucia como si amenazara con caerse colgada de una de las tantas paredes.
-¿Y esta por qué no se abre?- fruncieron el ceño ante la puerta que no se abría como la otra, confundidos.
-¡Hola y bienvenidos a Indigo Park!- se sobresaltaron, chillando un poco ante la repentina voz, ambos rápidos en voltearse pero sin encontrar a nadie...excepto la pantalla ahora estaba encendida. -¡El mundo más innovador y atractivo para todos en la familia!- parpadearon ante el mapache que allí mostraba y hablaba, su imagen fácil de reconocer. Rambley el mapache, el personaje principal y la imagen de aquel lugar según lo que encontraron. -¡Salta directamente al mundo de tu...!- y su voz falla por unos segundos, igual que la imagen, y después de algo de estática, el mapache esta de vuelta pero parece mirarlo, analizarlos, luciendo un poco demasiado vivo para ambos para ser una mascota virtual tras una pantalla. -Un momento...- hay una gran y brillante sonrisa que se dibuja en su rostro peludo, luciendo entusiasmado de repente. -...son los primeros invitados en 2.920 días, 4 horas, 23 minutos y 38 segundos- sus ojos se ilumina. -¡Felicitaciones!- alza los brazos en señal de cerebración. -Mi nombre es Rambley, Rambley el mapache, y mi trabajo es asegurarme que su experiencia aquí, en Indigo Park, sea la más divertida- tanto su imagen como su voz fallan por segundos, luciendo como estática en señal de que algo interrumpe su señal o algo así, pero es rápido en recuperarse y seguir como si nada sucediera. -Solo tienen que ir al centro de registro...a su izquierda...- señalo un escritorio con una computadora que allí había. -...donde un amable asistente te ayudara a registrarte para comenzar con esta gran aventura- y la pantalla queda en negro pero pueden ver como, de alguna manera, las luces del monitos se encienden.
-No...parece haber energía en ninguna parte de este lugar- MK susurra, sintiéndose un poco asustado a pesar de que Rambley se veía y actuaba como una mascota perfecta para un lugar infantil, amigable y muy entusiasta, con un diseño muy bonito también.
-Creo que...se supone que debieron cortar la electricidad en esa zona después de que el lugar fuera clausurado- Mei susurro de igual manera, sin poder ignorar del todo que aquello había sido no solo sorprendente y genial, sino también un poco aterrador si lo analizaba a fondo.
-¿Podemos irnos ahora?- pregunto con esperanza de poder darse media vuelta e irse, quizás ver un poco la ciudad antes de volver a su hogar.
-¿Bromeas?- ella enarco una ceja. -¡Esto es mucho más interesante ahora!- rio y dio un pequeño salto, medio lanzándose sobre la silla con ruedas, su sonrisa agrandándose cuando los monitores de la computadora de encendieron y el mapache volvió, guiándola en los siguientes pasos.
-Por favor, que ese mapache y sus rarezas sean lo más extraño que tiene este lugar- el castaño pensó, suspirando con cierta resignación. Había esperado encontrar la puerta cerrada como una excusa para irse pero debía suponen que su amiga no querría retirarse tan pronto.
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~Monkie Kid~ 6️⃣
Fanfic¡Libro cerrado! ¡Sexto Libro! Si algo se me ocurre, aquí lo publicare ^_^ Nota: La imagen de portada no me pertenece, la encontré en Pinterest. Derechos a su respectivo creador Nota-2: Aceptó ideas~ Nota-3: Cuidado, hay Spoiler :3 Nota-4: No escribo...