~Monkie Kid~ 6️⃣

Maestro #4

Espero que les guste~

Nota: ¿Cómo deberían enterarse de que Xiaotian es "Monkie Kid"?

Qi Xiaotian es un ser cariñoso y social por naturaleza, así que no puede negar que hay una cierta emoción de tener compañía, pero mantiene la distancia por el momento, dejándolos adaptarse y simplemente mirando de lejos.

Había un cierto enojo entre el par, de una pelea que tenía que ver con la casi guerra, y un ligero resentimiento que desaparece lentamente con el pasar de los días, hasta que no queda nada. Encuentran un consuelo entre ellos, por ser familiar de seguro, y eso es una gran alivio para él. No dejaron de pelear exactamente, porque parecía que luchar era parte de su extraña amistad, pero al menos, ya no lucían como si quisieran arrancarse la garganta entre ellos.

Lo ignoran en su mayor parte, mirándolo de reojo como si lo estuvieran vigilando en busca de alguna señal de maldad o algo así, y no encuentra nada en si para poder sentirse siquiera ofendido, porque entiende, él les puso la corona y básicamente los ato pero le gusta verlos de lejos, incluso si se siente como invasión de privacidad.

Le gusta sentarse, escondido de sus vistas, y simplemente ver los grandes gestos que hace Wukong cuando se emociona con algo en particular, luciendo literalmente como un niño energético, soltando chistes tan malos que aun así dan risa. Se ve feliz, con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos brillantes, la cola agitándose con felicidad obvia.

Le gusta escuchar las historias que cuenta Macaque, fascinado por su habilidad con las sombras, luciendo tan a gusto y relajado que se siente invasivo, bufando con diversión notable cada vez que él otro interrumpía su relato para agregar algo por su cuenta. Su expresión es tranquila, con una sonrisa suave y algo amable brillando en sus ojos, solo la punta de su cola moviéndose de vez en cuando.

Sus días son mayormente tranquilos, pasa más tiempo en el pueblo con la intensión de darles espacio para relajarse y sentirse tranquilos. Llama mucho la atención su presencia casi contante, la gente del pueblo es chismosa por naturaleza y no tienen mala intención, pero ninguno pregunta y les agradece a todos.

Algo cambia cuando, después de unas semanas, Macaque de repente se le acerca. Se abstiene de mostrar su sorpresa y curiosidad, manteniéndose lo más tranquilo posible, esperando lucir amigable.

-Quiero saber...- el castaño se prepara para lo que sea. -...¿Por qué lo aceptaste?- luce serio y curioso al mismo tiempo, de seguro que esa duda había estado corriendo por su mente y había decidió preguntar luego de no encontrar ninguna respuesta lógica en su opinión. -No parecías querer aceptarlo, pude verlo, pero igual lo hiciste-

-No, no iba a aceptarlo en un principio...- era una verdad, no planeaba aceptarlo porque no quería meterse en una situación que no le pertenecía. -...pero...-tarareo. -...tu conoces a Wukong mejor que yo, solo sé lo que me contaron y lo que pude ver en estos días...- hizo un gesto, dejando que la coleta de su cabello cayera por encima de su hombro y jugando de manera distraída con los mechones, pensativo. -...y aunque creo que hizo muchas locuras, especialmente contra los de arriba, no creo que merezca ser encerrado- dudo solo unos segundos y termino por acercarse al mono, quien lo ve con sospecha pero se mantiene quieto, atento y tenso. -Además...- agrado en voz baja, casi como si fuera un secreto. -...prefiero tenerlo aquí, libre y contento...- ambos miraron a Wukong, quien se había trepado a los árboles cercanos y se colgó de cabeza en algún momento, su cola rodeando la rama y teniendo tanto las piernas como los brazos cruzados, manteniendo los ojos cerrados. Puede escuchar que ronca y él se pregunta como es posible que duerma de esa manera en esa posición tan incomoda. -...que dejarlo encerrado y aislado, hundiéndose en la ira, solo para ser utilizado por ellos- su expresión cae y el domador de sombras lo nota, mirándolo fijamente, como si estuviera sorprendido del cambio de expresión porque Xiaotian mantenía mayormente una sonrisa. -...no confío en los celestiales...- y el mono tiene la sensación de que hay más detrás de esa simple frase pero no pregunta.

Sus palabras parecen haber superado alguna especie de prueba porque no mucho tiempo después, Wukong se le acerca repentinamente.

-Ammmm...- se siente extraño, como si esos ojos dorados estuvieran analizando su alma, el mono demasiado callado para su gusto y moviendo la cola como un gato a punto de hacer una travesura. -...¿Puedo ayudarte en algo, Wukong?- se siente ansioso, no va a negarlo.

-...eres super pequeño...- lo dice con asombro, como si fuera una realización repentina que llamo su atención por alguna razón, y aunque no se siente como una burla, Xiaotian de endereza, casi ofendido.

-¡N-No lo soy!- nunca entendió la razón tras su contextura pequeña y su baja estatura, a sido así desde siempre, pero sumando eso a sus ojos brillantes y al rostro joven, luce como todo un adolescente. Se lo han dicho tantas veces que dejo de contar hace mucho, hasta a habido algunas personas que habían querido adoptarlo al enterarse de que no tenía familia.

-Si lo eres- dice con encanto puro, una lenta y gran sonrisa dibujando se en su rostro, haciendo un gesto con la mano para señalar la obvia diferencia de altura. Las mejillas del joven se tornar rojizas, sintiéndose repentinamente avergonzado pero no puede decir nada porque de repente, hay una mano agarrando su muñeca.

-¡Hey!- no lucha, ni siquiera se retuerce, viendo con curiosidad como Wukong apoyada su mano contra la suya, palma contra palma y con los dedos bien estirados.

-...eres super pequeño...- rio con diversión pura al notar que su mano es más grande que la ajena. -¡Macaque, mira!- llamo a su contraparte, quien se acerca a paso lento, al parecer tranquilo ante la actitud infantil del mono castaño. -¡Es super pequeño!- el domador de sombras bufa, apenas conteniendo una risa.

-¡No lo soy!- sus mejillas arden y se siente tan avergonzado que quiere esconderse bajo una piedra para no volver a mostrar su rostro durante un tiempo pero en ese mismo instante, se siente repentinamente incluido y quiere disfrutarlo mientras dure, incluso si ambos se estaban burlando de su estatura.