Hazbin Hotel #4

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Espero que les guste~

Ángel solo salió de su cuarto para buscar algo de comida para su bebé y el pequeño invitado inesperado pero cuando volvió, no pudo cerrar la puerta a tiempo, chillando cuando dos pequeños borrones pasaron por entre medio de sus piernas y empezaron a correr por el pasillo.

-¡No!- soltó todas las maldiciones que se le vinieron a la mente, dejando lo que había triado con cierta prisa para poder correr tras el par. Nugget era juguetón, seguía siendo un cerdo muy joven y siempre tenía energía de más pero era la primera vez en su vida infernal que lo veía correr tan rápido, veloz hasta el punto de ser difícil de alcanzarlo. Le energía del pequeño cerdo de tonos castaños, a quien se negaba a llamar MK porque eso no debía ser posible, parecía ser muy contagiosa. -¡Maldita sea!- se tropezó en una esquina, cayendo con un gruñido, maldiciendo una vez más pero esta vez, en italiano.

-¡Ángel!- él alzo la vista, abriendo todos y cada uno de los ojos que tenía con asombro cuando el cerdo de tonos castaños rio, interrumpido por gruñidos que no parecía poder controlar del todo y agitando lo mejor que podía la corta cola enrollada que tenía. -Se supone que debes atraparnos- Nugget, a su lado, dio pequeños saltos entre gruñidos. -¡Oh, escondidas!- ambos parecieron celebrar entre ellos ante la idea que la araña no pudo escuchar, demasiado ocupado en intentar entender como es que el pequeño cerdo era el mismo chico supuestamente humano que debía vigilar. -¡Tienes que encontrarnos!- chillaron y volvieron a correr.

-Oh no...- parpadeo, saliendo del extraño transe, y siendo rápido en levantarse. No podía dejarlos correr libremente por el hotel, no cuando había alguien como Alastor rondando con tanta libertad, quien por alguna razón parecía tener muchas ganas de comerse a Nugget desde el primer momento en el que lo vio y que quería el alma de MK, sin querer siquiera imaginar lo que podría hacer alguien como ese demonio con un alma tan pura.

Tenía que atraparlos antes que él.

-¡Esperen!- corrió y ahí, a la distancia, fue cuando noto a su salvado de pelaje erizado. -¡Husk, atrápalos!- ordeno Ángel con cierto apuro al ver al pequeño par corriendo por el pasillo. El gato se sobresalto, erizado y con las alas medio abiertas, reaccionando por puro instinto al inclinarse y teniendo cuidado con sus garras, agarrando a los cerditos que tenían intenciones de pasar por entre sus piernas. Se retorcían y él no tuvo otra más que agacharse, abrazándolos contra su pecho. -Gracias al infierno que los atrapaste- se acerco con paso lento, dejando escapar un suspiro, aliviado.

-¿Desde cuando tienes un segundo cerdo?- el gato gruño, logrando rodear a cada cerco con uno de sus brazos y enderezándose, viendo al otro con confusión.

-No lo tengo- llevo el par de manos de abajo a su cintura, mientras cruzaba los superiores. -Aunque no lo creas, uno de ellos es MK- y sabía que sonaba muy tonto, lo suficiente como para que el otro luciera tan perdido que le dio ganas de reírse en su cara.

-¿Estás drogado?- Husk enarco una de sus extrañas cejas, bufando con cierta decepción que envió una punzada en el pecho de la araña, quien de paso frunció el ceño con algo de ofensa. -Ibas tan bien, Ángel- negó lentamente.

-¡Tu cállate, gato alcohólico!- lo empujo con un par de manos, usando las otras para arrebatarle a los cerdos y sujetarlos contra su pecho, el cestaño removiéndose con cierta culpa y preocupación. -¡No estoy drogado, llevo meses sobrio!- todo un logro para alguien como él, que usaba las drogas para poder pasar los peores días de su trabajo allí abajo. -¡Y tampoco alucino!- bufo.

-Esta bien, esta bien- Husk levanto las manos en señal de piedad, sabiendo que la araña estaba diciendo la verdad, aunque eso aun dejaba algunas dudas. -Aun así, algo de fumaste o algo así, porque lo que dices no tiene sentido-

-Aja, si, claro- bufo, usando un par de sus manos para tomar al cerdo castaño de aspecto avergonzado y culpable para alejarlo un poco, enarcando una ceja hacia él. -¿Tienes algo que decir, chico?- el gato se cruzo de brazos y Ángel decidió ignorar como este lo miraba como si estuviera loco, sin poder culparlo del todo. -¿O me dejaras ser el loco del hotel?-

-...hola~- tarareo con una sonrisa temblorosa, la araña sonriendo con victoria orgullosa mientras el gato parecía atragantarse con su saliva por la pura sorpresa.

-¿MK?- Husk se aseguro, pasando una de sus manos por su rostro cuando el pequeño cerdo asintió con timidez. -¿Cómo?- hizo un gesto, haciendo la pregunta que había estado rondando en la mente ajena desde que lo vio por primera vez.

-En mi defensa, esto no fue a propósito...- un destello dorado rodeo su pequeño cuerpo y Ángel tuvo que acomodar su agarre mientras el menor crecía hasta volver a ser el niño inocente que se suponía que solo era humano hasta hace unos segundos. -...aun estoy practicando mi cambio de formas-

-Eres humano, no se supone que puedas hacer eso- Husk supo desde el principio que había algo raro en ese niño, no solo por el tamaño y la apariencia, sino también por su alma brillante y el particular olor que no puede reconocer que tiene encima. MK sonrío con nerviosismo, balanceando sus cortas piernas que colgaban y jugando con sus dedos, al parecen sin lucir siquiera incomodo por la manera en la que lo sujetaban. -¿Qué eres exactamente?- entrecerró los ojos con sospecha, mientras el menos sudaba con ciertos nervios.

-No me creerías si te lo dijera- el sucesor agradeció cuando la araña decidió acomodarlo, aferrándose a este, un poco intimidado por la mirada fija del demonio con apariencia de gato que obviamente exigía respuestas. -¿Te suena el nombre de Monkey King?-

-¿El mono de qué?- Ángel lucia más confundido que antes, mientras Husk agitaba la cola con expresión pensativa.

-Es una viaje historia si mal no recuerdo- el felino hizo un gesto vago, apenas pudiendo recordar haber escuchado algo de eso cuando estaba vivo. -Un mono raro, un demonio en teoría, que se volvía inmortal entre un montón de tontearías- enarco una ceja hacia el menor. -¿Qué tiene eso que ver contigo?- aun no entendía el punto.

-Soy su sucesor- declaro con orgullo puro, inflando el pecho y colocándose en la posición mas heroica que podía mientras era alzado como un niño. -¡Soy Monkie Kid, sucesor del gran Sun Wukong, poseedor de sus grandes poderes y heredero de su bastón mágico!- es ignorante de como la expresión de ambos decaía un poco mientras empezaban a entender lentamente la situación.

-Es oficial...- Ángel se aferro un poco mejor en el menor, mirando de reojo a su alrededor, luciendo cauteloso mientras empezaba su camino para volver a su cuarto.

-...tenemos que mantenerte alejado de todos...- Husk no tardo mucho en seguirlo, con las orejas en alto y luciendo muy atento, como si esperara que alguien saliera de la nada para atacarlos o algo así.

-...en especial de los Overlords- asintieron entre ellos, adentrándose en el cuarto del demonio araña, temerosos de lo que pudiera suceder si alguien se enteraba de quien era el chico y lo malo que podría ser todo si alguno de los grandes señores en el infierno lograba conseguir el alma del menor.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora