Halloween #2

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Espero que les guste~

Nota: Lo siento por el final raro, no supe como terminarlo xD

-Aquí están todos los dulces~- Sandy dejo las bolsas con todo tipo de dulces con mucho cuidado en el lugar más desocupado que encontró, sonriendo enormemente y con emoción notable. Lucia como un monstruo, con costuras grandes dibujadas en negro y partes de su piel pintadas de otro color, algo luciendo como dos grandes tornillos a cada lado de su cara. Como en raras ocasiones, tenía una camisa gris que parecía haber sido remendada con trozos de tela de otro color y pantalones negros. Mo maulló desde sus hombros como siempre, aunque esta vez tenía un arnés oscuro que tenía una bonitas y pequeñas alas de murcielago en la parte del lomo.

-Gracias, grandote- Pigsy sonrío ligeramente. No había puesto mucho esfuerzo porque estaba demasiado cansado para pensar más allá y se puso su uniforme completo, con el gorro incluido esta vez, luciendo como todo un chef. -¡Ni se te ocurra tocar esos dulces!- le gruño a su mejor amigo, sacudiendo si fiel cuchara de madera en una clara amenza.

-¡¿Por qué piensas tan mal de mi?!- Tang se quejo dramáticamente mientras sacaba lentamente su mano de la gran bolsa y retrocedía grandes pasos, decidiendo no tentar su suerte por esta vez. De camisa blanca y pantalones oscuros, con una chaquetilla sin abotonar y algo larga, junto a guantes que estaba a punto de quitarse y una peluca peinada hacia arriba de diferentes tonos de gris.

-Porque te conozco, tonto- bufo. Le hizo un gesto a su amigo más grande, quien le sonrío con diversión, confiando que él cuidaría los dulces que debían entregar y se volteo a ver al par de demonios extra que tenía esta vez, suspirando con cierto cansancio.

-No puedo creer que me hayan convencido de esto- Macaque se miro a si mismo, sintiéndose extrañamente ridículo y avergonzado de haberse dejado persuadir para participar en su extraña fiesta. Se ve como un humano, el cabello oscuro peinado hacia atrás, con la parte superior de una calavera pintada en su rostro y vistiendo una túnica de un tono tan oscuro de violeta que luce como negro, incluso tiene una oz de plástico que básicamente habían empujado en sus manos.

-Eres débil~- Wukong sonrío enormemente, mostrando sus pequeños colmillos, luciendo burlón y divertido, incluso si su disfraz se veía ridículo en la opinión ajena. Vestía de policía, con pantalones azules y zapatos negros, combinado con una camisa manga corta del mismo color con una placa y un arma falsa colgada a la cintura, incluso tenía la gorra.

-Y tu estas disfrazado de imbécil- gruño, aunque pronto sonrío, con algo en mente. -Oh, cierto, solo eres tu- el tonto estaba disfrazado de su propio personaje en una de esas series suyas que de alguna manera tenían varias temporadas. El dios solo le saco la lengua en un gesto infantil que lo hizo rodar los ojos, desinteresado.

-Dejen de pelear, niños grandes- el cerdo se interpuso entre ellos, poco dispuesto a tenerlos peleando en su restaurante. -Escuchen, confió en que ustedes dos...- miro a los monos y se detuvo en seco en cuanto se fijo en el castaño, entrecerrados los ojos en un gesto pensativo. -No, olvídalo- empujo el rostro ajeno con su mano e ignorando por completo sus reclamos llenos de ofensa, miro al de pelaje negro. -Confió en que los mantendrás fuera de peligro y de problemas- porque sus dos amigos y él se iban a quedar a repartir dulces, dejándolos para ir a pedir.

-Claro, puedes confiar en mi~- la sonrisa del domador de sombras era amplia y llena de orgullo, contento de ver al otro erizarse con molestia notable.

-No me hagas arrepentirme- se paso una mano por el rostro con cansancio, decidiendo no pensarlo más o le daría un fuerte dolor de cabeza. -¡MK! ¡Mei!- llamo, preguntándose la razón tras su tardanza. -¡Más les vale que se vengan de una vez o no se irán!- ambos eran mayores de edad pero aun se comportaban como niños y los iba a tratar como tal.

-¡Ya vamos!- y pronto, se escucharon sus pasos rápidos, olvidándose obviamente de la regla de "no correr" del dueño de aspecto resignado.

-¡Conserve los pantalones!- MK festeja alegremente, dando pequeños saltos en su lugar, riendo mientras daba una ligera vuelta y tarareaba. Su conjunto completo parece mayormente simple, completamente a rayas entre violeta y rosa, con una cola del mismo color. Su cabello es violeta, utilizando una vincha para mantener sus nuevas orejas felinas allí, y tiene ligeras rayas en su rosto del mismo color, incluso se dejo poner sombra de ojos, pero lo que más llama la atención es la gran sonrisa que tiene dibujada, una de oreja a oreja y con pequeños dientes afilados. -¿Soy adorable?- los miro e incluso con el maquillaje encima, todos allí podían ver su gran sonrisa de emoción pura.

-Super adorable- el dios no dudo en asentir, seguro y sincero.

-Aunque la sonrisa es...algo escalofriante- el domador de sombras hizo un gesto ligero y de alguna manera, eso hizo que la sonrisa ajena se agrandara.

-¡Soy el gato sonriente!- y rio, dando pequeños saltos para mover la cola falsa que tenía, sin notar los bufidos divertidos y cariñosos de los presentes ante su actitud.

-¿Qué les parece?- Mei da una pequeña vuelta para mostrar su atuendo completo. Lleva puesto un vestido azul oscuro que le llega a las rodillas y con las mangas cortas ligeramente abultadas, con lo que parece ser un delantal blanco con una calavera adornado el moño en su espalda, las medias largas a rayas en blanco y negro, junto a zapatos oscuros. Los detalles en verde en su cabello fueron cubiertas con pintura en aerosol negra, haciéndola lucir un poco extraña con el cabello totalmente azabache por primera vez en mucho tiempo, y con maquillaje que la hace ver pálida, con sombras y labial negro. -Soy Alice~- y saco un cuchillo grande, con manchas rojizas en la hoja, su sonrisa agrandándose notablemente.

-Una muy peligrosa- Macaque estaba aliviado de que fuera falso, esa chica podía ser demasiado con cualquier objeto afilado a mano.

-¿"Alice" no debería ser rubia?- Wukong ladeo la cabeza, genuinamente confundido, recordando la extraña película que alguna vez vio y no termino de entender.

-Soy la del videojuego- su sonrisa se agrando mientras se enderezaba, inflando el pecho con orgullo, luciendo absolutamente contenta con su disfraz. -Es mucho más ruda que la rubia- y ninguno estaba dispuesto a preguntar más sobre eso.

Era hora de pedir dulces.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora