Terapia #2

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Espero que les guste~

Nota: Pueden crear la mascota de terapia para MK ^_^

Tiene una cita a la semana y va sin falta. No tiene muy en claro si realmente lo ayuda, pero mantiene a sus amigos tranquilos y sin meterse en ello, incluso Macaque acepto usar auriculares para no escuchar lo que sea que pudiera decir, un alivio si debe ser sincero. Además, se siente bien tener a alguien con quien hablar, alguien que no lo juzga y lo escucha con mucha atención. Aiko le da pequeños consejos para lidiar con su estrés y ansiedad, incluso le ayuda a expresarse un poco más.

-¿Y como te sentiste con eso?- esa es la pregunta más difícil para responder, en cada sesión, sin importar cuantas veces la escuchara. Luchaba por responder a veces.

-Emocionado y feliz, como si estuviera cumpliendo el sueño de toda mi vida- así se sintió cuando consiguió el bastón y fue nombrado oficialmente como el sucesor de Monkey King. Desearía volver a ese entonces, cuando todo se sentía más simple.

-Como si fuera mi peor pesadilla, todo mi cuerpo temblaba- eso fue ante la invasión de los demonios arañas, aun le daba escalofríos recordarlas, aunque también lo llenaba de tristeza en como había terminado su historia.

-Traicionado y tonto. Yo solo quería ser mejor, digno de mi título- fue así cuando Macaque lo traicionó, quitando parte de su poder que luego su maestro le devolvió.

-Solo y perdido- fue ante su primer encuentro con LBD, el espíritu aterrador y obsesionada con el destino que se escondía tras el rostro de una niña.

-Desesperado y...frío, me estaba congelando- eso fue ante su enfrentamiento con LBD, cuando ella lo tenía atrapado, inmovilizado su bastón y con el hielo subiendo por sus brazos.

-Enojado, traicionado y...muy triste. Él sabía de ella y se fue, incluso me mintió- eso fue cuando Monkey King lo rescato, solo para decir que no se había ido realmente de vacaciones.

-Estúpido y herido, me volvió a ocultar la verdad y lastimó a Mei en el proceso- cuando la realidad del Samadhi Fire se reveló ante todos.

-Indeciso, no quería pelear contra él, incluso después de todo- fue cuando se enfrentó a su maestro poseído.

-Estaba asustado, aterrado, solo quería que se callara- fue cuando se enfrentó a su ser de tinta, un recuerdo que lo seguía constantemente.

-Enojado, furioso, se atrevió a mentirme y a usarme- fue lo que sintió cuando Azure reveló sus verdaderas intenciones, sentimientos que se hicieron más intensos cuando lo enfrentó.

No se había dado cuenta de lo mucho que había sucedido hasta que hablo.

-No soy humano, ¿sabes?- confesó en una de sus sesiones, sintiendo como si un peso sobre sus hombros se aflojara, apenas pero notable. -Ni siquiera soy un demonio, yo...- levanta la vista y se encuentra con una mirada llena de tristeza pero con algo suave que lo incita a continuar. -...soy una creación- es la primera vez que lo decía en voz alta y se sentía como un golpe directo al rostro. -Esa cosa, en el pergamino, me mostró la verdad...- una que se había obligado a ignorar hasta el olvido. -...y me llamo "Presagio del caos"- cerro los ojos con fuerza, luchando contra las ganas de llorar. -Dijo que todo la destrucción y caos que yo podría causar haría que la historia de Monkey King sea nada- hay lagrimas, puede sentirlas salir y deslizarse por sus mejillas, pero no lucha contra ello. Quiere llorar, desesperado y asustado, así que lo hace. -¿Tengo siquiera derecho a sentir?- una duda que carcomía su mente.

-Lo tienes- su voz es firme y su rostro serio. -Estas vivo, sin importar como hayas llegado a este mundo, y tienes derecho a sentir lo que sientes, sin importar la situación que sea-

-¿Y si tiene razón sobre mi destino?- eso es lo que más lo aterrada. No quería destruir la ciudad, no quería lastimar a nadie.

-Tu amigo tenía razón en que el destino no está escrito en piedra- respondió con seguridad. -Puedes elegir que camino recorrer, puedes elegir quién quieras ser pero tienes que esforzarte y ponerle empeño, sin rendirte- lo mira a los ojos y él solo puede devolverle la mirada, escuchando atentamente. -Eres mucho más que una creación con un destino destructor. Eres un hijo amado, un hermano molesto, un estudiante torpe, un espectador entusiasta...- Aiko sonrió suavemente. -...eres MK y mucho más- hay tanta seguridad en sus palabras que lo hace estremecer, llorando suavemente y apretando con fuerza la mano que ella le extiende. Aun no lo cree por completo pero se aferra a sus palabras con fuerza.

Aiko le dio unas notas adhesivas como un recordatorio que termino por poner junto al espejo de su baño para poder verlas cada vez que se levantara.

"Estoy vivo", "Soy importante", "Mis sentimientos valen"

Lo llenaban de energía y animo para empezar el día, incluso lo impulsaban a sonreír.

-¿Has pensado en conseguirte una mascota de terapia?- Aiko lo mira con atención, aunque sin exigirle una respuesta inmediata, paciente y callada mientras el menor medita por unos segundos.

-...a veces...- admitió. Lo había estado pensando mucho en las últimas semanas, en especial cuando veía cuanto ayudaba a Sandy tener a Mo cerca todo el tiempo, pero nunca había llegado más allá de una idea vaga que ocupaba su mente de vez en cuando. -¿Crees que debería tener uno?- la miro con curiosidad, con una súplica no muy clara creciendo en su interior.

-¿Sinceramente? Creo que podría ayudarte mucho- asintió ella. -Un apoyo emocional nunca viene mal-

-Tengo a mis amigos- tarareo, acomodándose en su lugar.

-Pero ellos no siempre ayudan, ¿o si?- enarco una ceja y él no tuvo otra más que asentir con desganada. Los amaba y sabía que ellos también pero su preocupación con buenas intenciones lo hacía sentir abrumado en ocasiones. Le daba muchas ganas de esconderse y acurrucarse. -Escucha, no quieres medicamentos y la verdad, no quiero dártelos porque no sé como puede reaccionar tu cuerpo...- lo que menos quería ella era experimentar con un chico que necesitaba ayuda. -...pero necesitas algo y un animal de terapia es el mejor salvavidas que te puedo tirar en este momento- el menor tarareo, entendiendo y sabiendo que ella tenía razón. Necesitaba ayuda, incluso si lo había negado al principio. -¿Quieres que sea directa?- MK asintió rápidamente. Le gustaba cuando ella le daba la oportunidad de elegir pero especialmente, le gustaba que fuera directa y sincera si se lo pedía. -Tu ansiedad es intensa y combinado con el nivel de estrés que a veces manejas, no es nada bueno...- ya lo sabia y aun así, no pudo evitar removerse en su lugar. -...y aunque sé que tienes una red de apoyo firme, ellos no siempre pueden estar contigo- jugo con la lapicera que usaba. -Tienes pesadillas y ataques de pánico ocasionales- agregó y de alguna manera, se sintió como un último clavo en un ataúd.

-¿Un perro o un gato?- acepto sin palabras que ella tenía un punto.

-Un gato podría ser mejor, teniendo en cuenta el tamaño de tu departamento y tu estilo de vida pero eso depende de ti y tu conexión con el animal- asintió, satisfecha con el menor. -¿Quieres que te ayude?- MK asintió, sintiéndose emocionado ante la idea de tener una mascota.

Siempre había querido una y esperaba que pudiera ayudarlo.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora