Reinicio #9

305 72 18
                                    

Espero que les guste~

Nota: Wow, capitulo 99. La verdad es que no espere llegar tan lejos con esto pero al mismo tiempo, estoy super contenta y orgullosa ^_^

Nota-2: Quien diría que empecé el primer libro con la intención de tener donde poner algunas ideas sueltas y en algún punto, llegue al libro 6 xD

Wukong no esta demasiado feliz ante la idea de tener un sucesor, alguien con sus mismos poderes y habilidades rondando por ahí mientras porta su arma sagrada que no ha visto en años no es un pensamiento que realmente le guste, pero al mismo tiempo esta resignado y algo aliviado. Alguien más que ocupara su lugar, que se pudiera encargar de cualquier loco que lo buscara a él por acciones pasadas y así poder disfrutar el triple de su jubilación auto-impuesta, sin siquiera una pisca de culpa. Eso si que sonaba como algo genial.

Recorrió la ciudad en forma de águila, vigilando su bastón de vez en cuando para poder ver y analizar a quien seria su sucesor, un poco frustrado y decepcionado cuando no pude ver a nadie que llamara su atención, ni siquiera podía sentir una especie de conexión. No había ninguna señal de que alguno allí pudiera tener su poder, nadie a parte de algunos chismosos y fans adentrándose en la construcción para ver el bastón. El tiempo humano podía pasar rápido, en especial para un ser inmortal como él, pero en esos momentos, pasaba lento y se sentía casi eterno. Era un mono impaciente.

Y un día, en ese en lo que decidió quedarse en su montaña para dormir varias horas en un intento de que el tiempo pasara un poco más rápido. Lo sintió. Sintió el momento exacto en el que su bastón fue tomado y removido de su lugar, muy temprano para su gusto en una mañana cualquiera, como una sensación electrizante que recorría su cuerpo y erizaba su pelaje por unos segundos, al mismo tiempo que algo se acomodaba en el fondo de su mente. Su sucesor estaba allí afuera, en alguna parte de la ciudad, pero con un DBK muy furioso de seguro planeando atacar. Eso significaba que podrían llegar a él en busca de consejos. En ese mismo instante, se sintió un poco emocionado por poder ver un rostro un nuevo después de tanto tiempo y se preparo para poder asombrar, sabiendo que solo era cuestión de tiempo para que su nuevo sucesor llegara hasta su montaña de alguna manera en busca de respuestas y sabiduría.

Para su sorpresa, eso no sucedió.

DBK ha sido liberado pero la ciudad parece completamente intacta, siguiendo como si nada, sin ataques o invasión. Su sucesor tiene el bastón y sus poderes, puede sentir una especie de conexión en el fondo de su cabeza, pero sin importar cuanto intente acceder a eso, se encuentra con un fuerte bloqueo que no puede pasar. Eso lo enoja por alguna razón.

-¡No puedes ignorarme para siempre!- esta furioso y un poco ofendido si debe ser sincero. Así que se transforma en águila y se aleja de su amada montaña para sobrevolar la ciudad durante horas, con la visión dorada analizando todo a su alrededor, buscando un cuerpo brillante y con ese poder tan familiar pero nunca lo encuentra. No hay señales de nadie, no hay destellos de poder, ni siquiera hay algún tipo de video sobre alguien con poderes o algo por el estilo. Su frustración va en aumento y solo empeora con cada día que pasa.

Ir con DBK es un movimiento un poco desesperado.

-¡Exijo que me digas quien te libero y donde esta!- Wukong no tiene mucho problema en pasar como un pequeño insecto por la primer abertura que puede encontrar, lanzándose a la habitación en la que esta el toro, volviendo a la normalidad para mirarlo con el ceño fruncido y exigencia en su tono. Ignora los reclamos de Iron Fan y los gritos de Red Son, manteniendo su mirada en su objetivo.

-Agh, eres una maldita cucaracha molesta- DBK tenía una expresión neutral, casi de aburrimiento, como si hubiera estado esperando que algo así sucediera tarde o temprano. -Lárgate de mi casa, bastardo- hizo oídos sordos a sus quejas infantiles y reclamos mezclados con insultos a favor de voltearse a ver a su familiar. -Me ocupare de él- les mostro una expresión amable y cariñosa, haciendo un ligero gesto hacia la puerta. Lo que menos quería es que ellos tuvieran que enfrentar al tonto dios invasor.

-Padre...- Red Son no se veía nada feliz y Iron Fan se mordió el labio inferior, tampoco de acuerdo pero él logro convencerlos, empujándolos con amabilidad para que salieran de allí, sabiendo que no irían muy lejos por seguridad y préstenle atención al mono, cuyo pelaje erizado delataba su molestia.

-¿Qué querías?- fingió no entender, moviéndose para sentarse con cierto cansancio. El pequeño ser que lo libero se lo había advertido, que el dios podría buscar respuestas, y precia tener razón. Wukong seguía siendo un idiota en su opinión.

-¡Respuestas, maldita sea!- gruño, bufando con cierta frustración, su cola agitándose bruscamente.

-Ah, eso- se acomodo aun más en su lugar, con aspecto desinteresado, disfrutando de ver como el otro se pone más ansioso con cada segundo que pasa. -No sé nada- término por decir.

-¡¿Qué?!- se erizo y a pesar del aura de poder que lo rodea debido a su enojo, DBK no se siente intimidado, no después de haber sentido la presión de aquella fuerza pura en forma de mono gigante que tenía el castaño de ojos coloridos.

-No sé nada- repitió sin mucho problema.

-¡Tienes que saber algo de quien te libero!- gruño con los dientes apretados.

-No mucho la verdad- bufo con cierto cansancio, ya queriendo echar al otro de su casa. -Se presentó como "Nadie"...- hizo un gesto de comillas. -...me dio condiciones para mi liberación y un bonito sello en mi pecho que me impide lastimas o atacar- golpeó su pecho con uno de sus dedos, recordando aquella extraña sensación del sello, aunque sin sentirse restringido. -Eso es todo- no va a comentar nada sobre su apariencia de mono con pelaje castaño oscuro, ni los ojos que nunca se mantenían en un solo color y mucho menos el poder más allá de ellos que podía sentir en aquel pequeño cuerpo. Dio su palabra de no hacerlo.

-¿Por eso no atacaste la ciudad?- parece confundido y algo perdido, como si no entendiera porque alguien preferiría hacer un trato en vez de pelear.

-Esta porquería no me deja atacar a menos que sea para defenderme a mi o a mi familia- no puede negar que extraña un poco la sensación de euforia y adrenalina que venía en una buena batalla pero al mismo tiempo, esta disfrutando de la paz, usando sus momentos para disfrutar de su familia después de tanto.

-¿Un sello con condiciones?- eso no tenía ningún sentido para el dios.

Volvió a su montaña con más dudas que respuesta, solo para darse cuenta que sus monos sabían algo.

-¿Qué están escondiendo ustedes?- enarco una ceja hacia ellos, pudiendo notar que estaban ansioso y algo nerviosos, sin mirarlo directo a los ojos, luciendo dispuesto a esconderse.

-¡No diremos nada!- chillaron como si hubieran llegado a un límite y salieron corriendo, dispersándose, uno de ellos suplicando por ayuda cuando el rey lo detuvo y lo alzó.

-¿Seguro de que no hay nada que quieras decirme?- miro a su mono con seriedad ligera, como un padre a sus hijos, el pequeño retorciéndose en un triste intento de escapar.

-¡El príncipe estuvo aquí!- grito y aprovecho que la sorpresa del dios para soltarse de su agarre, corriendo para alcanzar a sus hermanos.

-¿Príncipe?- frunció el ceño, tardando unos segundos para entender sobre a quien se refería, su frustración de antes volviendo con fuerza. Su sucesor apareció pero no lo espero, solo se fue.

Algo estaba pasando y tenía la sensación de que era algo grande.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora