Silver #2

512 91 10
                                    

Espero que les guste~

A medida que los días pasaban y un mes se cumplían, MK aprendió mucho del felino que ahora lo acompañaba a todas partes.

No era mañanero, MK estaba seguro de que el gato dormiría hasta el medio día de corrido si le dabas la oportunidad, pero tenía el sueño liviano, despertando apenas su alarma sonaba y quejándose ruidosamente mientras lo seguía para cumplir con su horario normal, negándose a dejarlo solo. Era cariñoso, le gustaba estar en brazos y recibir toda la atención posible, aunque también se contentaba con estar en los hombros si el chico necesitaba tener las manos libres.

Silver era quisquilloso, lo que solo confirmaba el pensamiento de que quizás tenía dueño. No le gustaban las croquetas usuales que según Sandy serían buenas para los gatos, lucia casi ofendido esas primeras veces que MK le sirvió un plato y le suplico que comiera pero amaba el pescado. A veces él podía verlo llevar una lata de atún abierta a medio comer, una lata que esta seguro que le robo a algún vecino que cometió el error de distraerse, y en ocasiones lo podía ver con un pez entre sus dientes, pequeño si lo robaba de una tienda de mascotas y un poco más grande si lo robaba de una tienda.

También era odioso, de una manera burlona y juguetona. Robaba los anteojos de Tang cada vez que se volvía hablador, como si le dijera que se callara, para luego dejarlo en el lugar más alto que podía encontrar y observando al desesperado hombre tropezar al no poder bien con satisfacción. Se metía a la cocina a pesar de las ordenes explícitas de Pigsy, luciendo extrañamente orgulloso ante los gritos y reclamos del cerdo sobre el pelo de animal que encontraba en sus ollas.

Se sentía como una declaración de guerra, aunque no molestaba a todos.

Le gustaba Mei, posando para las fotos que ella le sacaba y disfrutando de la recompensa que recibía con eso, que resultaban en rascados de oreja o barbilla. Le gustaba Sandy, trepándolo como si fuera un parque de diversiones y disfrutando de cada galleta que recibía al ser lo suficientemente adorable.

-Silver~- sonrío, brillante y contento cuanto el felino lo trepó hasta acomodarse en sus hombros, frotando su rostro contra el suyo en señal de saludo.

-Tienes un gato ladrón, MK- bufo Pigsy al encontrar una lata vacía de atún, otra más para la larga colección de robos del gato.

-Lo sé- hizo una mueca, sonriendo con nerviosismo. Había escuchado a algunas personas quejarse de un gato abusivo que les robaba y había huido como todo un cobarde, sintiéndose avergonzado.

-¿No encontraste a su dueño?- Tang pregunto con curiosidad, abrazando el libro que había estado leyendo contra su pecho al notar la mirada fija del felino.

-Mei compartió fotos de él pero nadie lo reclamo aún- se encogió de hombros. Todos los comentarios hablaban de lo que hermoso y raro que era un felino con ese color de ojos tan particular, algunas hasta se ofrecían a adoptarlo si él se lo iba a quedar pero sin señales de un dueño preocupado hasta el momento.

Aunque no puede negar que no tiene apuro alguno. Silver es una compañía bienvenida, escuchándolo divagar y dejándose abrazar, pareciendo disfrutar de su compañía tanto como él. Es lindo y ahora cree entender porque Sandy tiene un gato de terapia como Mo.

Sinceramente hablando, no cree que haya nada raro en su amigo felino...hasta el incidente.

Esta en su departamento y aunque tiene entrenamiento, y mejoró bastante en su equilibrio, aun tiene una torpeza que no cree que vaya a desaparecer nunca. Tropieza y caer pero en vez de golpear el suelo como había esperado, se encuentra flotando...literalmente hablando. Hay una sensación suave que lo rodea, cálida y amable de alguna manera, sin poder ver el tono azulado rodeando su cuerpo.

-¿Eh?- parpadeo con confusión y alza la mirada, pudiendo ver al responsable. Silver esta allí, luciendo concentrado de alguna manera, con un aura azulada rodeando su pequeño cuerpo y los ojos brillando intensamente. MK se queda quieto, siendo movido lentamente hasta enderezarse y depositado de rodillas en el suelo con mucho cuidado. -¿Silver?- el felino parpadea y todo rastro de poder se apaga, saltando de su lugar para acercarse a paso rápido. -Yo...Gracias- se siente confundido, muy confundido. Demonios con poderes eran una cosa en su mundo pero, ¿un gato con poderes? Eso era algo nuevo. -Supongo...que le haces honor a tu nombre ahora- tarareo, recordando a aquel personaje de videojuegos con el mismo nombre y aparentemente, el mismo poder. -Guardaremos este secreto entre tu y yo...- extiende los brazos, abrazando al gato que salta a su pecho con entusiasmo. -...pero...¿Puedes hacer eso otra vez?- pregunta por pues curiosidad, viendo con asombro como los ojos ajenos brillan y la misma sensación de antes lo rodea, flotando lentamente hasta ser puesto de pie, el poder ajeno apagándose al instante. -Sip, definitivamente, guardaremos esto como un secreto- se gana un ronroneo como respuesta.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora