Maestro #3

603 95 40
                                    

Espero que les guste~

Nota: ¿Qué les gustaría que sucediera luego?

Esta de más de decir que ninguno de los dos monos esta contento con su situación actual.

-Sal, sal, sal, sal- Wukong apretó los dientes hasta el punto en el que su mandíbula dolía, usando toda la fuerza que tenía en intentar quitarse la tonta corona que ahora rodeaba su cabeza pero no se había movido, ni siquiera un poco, parecía como si estuviera pegada a su cabeza. No dolía, apenas se sentía, pero saber que estaba allí y que significaba que era prisionero lo ponía de los nervios. -¡Sal!-

-Y pimienta- Macaque ni siquiera se molesto en intentarlo, mirando la escena con aburrimiento, esperando que el otro se cansara pronto. Se paso una mano por la cara, lleno de repentino cansancio, no había esperado que las cosas terminaran así. Haber sido atrapados en medio de una conversación era vergonzoso pero ahora la humillación lo inunda ante la corona, sintiéndose como una extraña mascota. No le gusta.

-¡Al menos estoy intentando algo!- lo miro con el ceño fruncido, el pelaje erizado como el de un gato enojado, su cola moviéndose con molestia notable.

-No la vas a poder sacar, es mágica- rodo los ojos, ni siquiera intimidado ante la mirada ajena. -Además, debería ser yo quien este enojado...- se cruzo de brazos, negándose a ponerse al nivel ajeno. Debía mantenerse tranquilo, pensar en una forma de salir de esa situación, encontrar una forma de quitar esa corona para poder alejarse sin problemas. -...me metí en este problema por tu culpa- eso solo sirvió para que el enojo del mono castaño creciera. 

-¡No te pedí tu ayuda!- gruño y esa simple respuesta rompe por completo la imagen de calma que el domador de sombras se había esforzado en mantener, invadido de repente por la furia.

-¡Planeaba salvarte, desagradecido!- le gruño directamente en la cara, ignorando como su propio pelaje se erizaba con molestia. Se miraron entre ellos, luciendo como perros furiosos que se estaban gruñendo en preparación para atacar, olvidando de la tercera presencia que los observaba en silencio.

-¿Son hermanos o algo así?- Xiaotian enarco una ceja, siendo completamente ignorado, estaba seguro que ni siquiera lo habían escuchado. Respiro profundo, invocando paciencia, sabía que aceptar a alguien como Sun Wukong no iba a ser algo necesariamente tranquilo y pacifico pero con la repentina presencia de Macaque y la extraña relación entre los dos, supuso que todo era más complicado. Esperaba lograr tranquilizar un poco las aguas entre ambos o sino, todo iba a ser muy difícil. Bufo, acercándose a paso tranquilo. No es realmente pequeño, aunque los monos son notablemente más altos que él y eso envía una punzada de ofensa en su interior, pero nada de eso evita que estire las manos, agarrando las grandes orejas de mono y apretando con fuerza. Ambos gritan y se quejan, luciendo más como niños siendo regañados en esos momentos, luchando en vano para zafarse del agarre. -¿Podemos sentarnos a hablar como seres civilizados ahora...?- los miro. -¿...o aun quieren continuar con su berrinche?-

-¡Hablaremos!- aceptaron a regañadientes, ninguno dispuesto a mostrar su sorpresa y confusión. Él era más fuerte de lo que aparentaba.

-Bien- asintió, satisfecho con la respuesta. -Ahora, siéntense- tardaron unos segundos pero obedecieron y solo entonces los soltó, cruzándose de piernas para sentarse también, viéndolos frotarse las orejas e ignorando sus miradas de disgusto. Si se iban a comportar como niños, lo iba a tratar como tal. -Ahora...- fue interrumpido.

-¡Libéranos!- Wukong exigió con un gruñido amenazante, llegando a mostrar los colmillos en una especie de gruñido bajo pero Xiaotian se mantuvo tranquilo, había enfrentado cosas más tenebrosas.

-No puedo, no sin llamar la atención de ellos- señalo hacia arriba y ambos parecieron entender, retrocediendo apenas. -Además, ninguno de los dos está en estado para pelear contra ellos, no ahora al menos-

-Puedo enfrentarlos- el mono castaño infló el pecho, luciendo en serio dispuesto a luchar, el joven dejando escapar un largo y cansado suspiro.

-Acaban de patear tu trasero- bufo Macaque lleno de burla, recibiendo una mirada de muerte de parte de su contraparte.

-No estas en forma para pelear, no contra ellos- el castaño extendió su mano para colocarla sobre la del mono, quien parpadear con sorpresa cuando un aura dorada lo rodea. Es tenue, algo opaco, y eso hace que el joven frunciera el ceño ligeramente. -Las cadenas que te rodeaban no eran simple estética...- lo suelta y el aura desaparece, volviendo a acomodarse en su lugar. -...absorben el poder del prisionero y lo usan para mantenerlo encerrado. Tardaras un poco en recuperarte por completo...- Wukong frunció el ceño, no contento obviamente, pero la mirada del castaño se centro en Macaque, quien se enderezó con una expresión en blanco. -...y tu no pareces dispuesto a pelear contra ellos- un gruñido fue la única respuesta que recibió, lleno de molestia apenas contenida. -Escuchen, ustedes no quieren estar aquí...- entendible. -...y sinceramente no quiero obligarlos...- habría buscado otra salida si hubiera tenido otra opción. -...pero no tenemos muchas opciones en esto- no recibió ninguna respuesta, solo miradas fijas y sinceramente, eso lo hacía sentir un poco incómodo. -Ahora, ¿alguna pregunta?-

-¿Quién eres tu?- el domador de sombras lo miro fijamente, como si lo estuviera analizando, y para el joven tenía mucho sentido. Macaque parecía el tipo de ser que juntaba información y no le gustaba no saber cosas.

-Mi nombre es Qi Xiaotian...- apenas se dio cuenta de que nunca se presentó, que pocos modales. -...y en serio espero que nos llevemos bien- sonrió, pequeño y tentativo, un gesto que ninguno devolvió pero eso no lo molesto, era cuestión de tiempo antes de que lograrán relajarse, estaba seguro de ello.

O al menos, eso esperaba.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora