¿Inmortal?

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Espero que les guste~

Nota: Lamento mucho haber desaparecido por tanto tiempo pero no puedo negarles que me hundí en el fandom de Trolls y medio me quede allí por un rato. Aun me tiene atrapada pero esto estaba en mi mente y decidí aprovechar xD

Nota-2: Para aquellos que aun no cumplí, dejen sus ideas o peticiones por aquí por favor, porque buscarlas se me hace muy difícil entre tantos comentarios y capítulos. Intentare cumplirlas en cuanto pueda pero es principalmente para tener más ideas y así revivir este bonito libro que espero no hayan abandonado :3

Nota-3: Esto viene del Au con el mismo nombre que aparece en el libro 5

Si el grupo de amigos pensó que la torpeza y la mala suerte del monje Tang era un dolor de cabeza, la del chico supuestamente inmortal que se unió temporalmente a su viaje era una total locura.

Si algo podía salir mal alrededor de ese chico, salía mal y empeoraba con rapidez, todo tranquilizándose solo cuando él moría de la manera más rara posible y volvía a los pocos minutos o a las pocas horas, dependiendo del daño al parecer, luciendo como nuevo y sonriente a pesar de haber estado muerto hace muy poco, demasiado animado para el gusto de los presentes. Era raro ver como MK seguía como si nada sucediera, luciendo tranquilo incluso después de que una piedra salida de la nada golpeara bruscamente su cabeza o luego de que una rama sospechosamente afilada y suelta cayera justo cuando él pasada, solo para terminar siendo apuñalado.

-¿Eso no te duele?- Ao Lie estaba genuinamente curioso, haciendo una mueca mientras escuchaba el crujir de los huesos ajenos mientras se acomodaban después de una particular y muy fea caída.

-Duele cada vez...- MK hizo un mueca cuando su brazo se enderezo de repente y con un sonoro "crack", aunque termino por suspirar de alivio mientras volvía a tener movilidad, abriendo y cerrando la mano mientras movía de manera tentativa su brazo. El dolor se estaba desvaneciendo. -...pero en algún punto, te acostumbras a ellos- sonrío, solo para darse cuenta de lo que dijo. -Cielos, eso sonó muy mal- se rasco la nuca como gesto nervioso, mientras el dragón no podía evitar reír ante sus palabras. -Juro que no es tan malo como suena- rebusca entre las cosas de su bolso, sacando una fruta rojiza y de aspecto raro, pequeñas, que no dudo en llevarse a la boca.

-¡No!- Pigsy se lanzo y uso su gran tamaño para levantar al chico, sosteniéndolo boca abajo y golpeando bruscamente su espalda, sin detenerse hasta que escupio aquella cosa. -¡Es venenosa, pedazo de animal!- hizo una mueca, iba a tener que revisar el bolso ajeno para asegurarse que no tuviera más de aquellas cosas guardadas.

-...ya no puede matarme- gimió MK con un puchero, asegurándose de escupir lo último de aquella cosa solo para no recibir más golpes. Los huesos de su brazos se acaban de acomodar y ahora, el otro lo golpeo en la espalda, el dolor es una sensación a la que se acostumbra un poco pero aun no le gusta para nada.

-¿A qué te refieres con que ya no puede matarte?- Tang estaba genuinamente curioso acerca de la maldición ajena, había usado cada parada que tuvieron para rebuscar en su mente llena de conocimiento y cada vez que estaban cerca de alguna especie de templo, no dudaba mucho en usar su tiempo para buscar más respuestas pero hasta el momento, no había encontrado nada parecido al gran sello de aquella maldición en particular y eso solo alimentaba aun más su curiosidad.

-Bueno...- MK se acomodo la ropa en cuanto el otro lo soltó, buscando como explicar aquello sin sonar raro y para que tuviera algo de sentido para los demás. -...veras, cuando yo...- los presentes retrocedieron cuando su sombra de repente se empezó a mover por su cuenta y solo tuvo un segundo para verlo con los ojos bien abiertos antes de que algo rodeara sus tobillos, tirando, y pronto, estaba colgando de cabeza. -Oh, vamos...- se balanceo sin su consentimiento, sin necesidad de ver para ver al gran mono de tonos violetas y cintas flotantes que estaba allí, sosteniéndolo, simplemente lo sabía.

-Ya sabía yo que esa voz me aprecia familiar- un mono de pelaje oscuro sale de las sombras, cruzándose de brazos frente al chico que no tarda mucho en sonreír al verlo.

-¡Macaque, mi amigo!- extendió su mano, agradecido cuando el otro la agarro después de rodar los ojos con burla ligera, dejando de balancearse para su alivio. -No te he visto en...- hace cuentas en su cabeza, pierde un poco la noción del tiempo entre muerte y muerte.

-Apenas pasaron 6 meses- bufo el mono, ignorando la mirada fija de todos allí, agitando una de sus orejas al escuchar que alguien más se acercaba pero poco le importaba.

-¡Macaque!- Wukong llego justo en ese momento, bastón en mano, con la cola agitándose y el pelaje erizado mientras adoptaba una pose de batalla.

-No vengo por ti, no todo gira a tu alrededor- el domador de sombras apenas miro al dios de reojo, satisfecho al ver su expresión ofendida. -Madura un poco, idiota- bufo con burla, ignorando sus insultos a favor de mirar que estaba siendo dejando lentamente en el suelo para poder pararse sobre sus propios pies una vez más. -Pensé que te quedarías en ese pueblo en el que te deje, como te lo pedí- hizo un gesto, haciendo desaparecer al gran mono, haciendo que el resto se relajara un poco en sus lugares.

-Lo hice...- asintió y el mono solo pudo enarcar una ceja, haciendo un gesto para que continuara, queriendo tener la respuesta completa. -...pero la gente huyo en cuanto hubo un ataque y los demonios decidieron quemar todas las casas...- hizo una mueca al recordarlo, aun podía sentir el ardor en su piel si se descuidaba. -...conmigo adentro- el demonio se paso una manos por el rostro con notable cansancio, mientras MK se atrevía a sonreír con cierto nerviosismo. -Déjame decirte que no fue la mejor sensación, esta en mi top 10 de malas muertes hasta el momento-

-¿Cómo estas vivo aún?- Macaque se arrepentía de haberlo dejado solo.

-Por la maldición, por supuesto~- contesto con una gran sonrisa, sin entender la mala mirada que se gano. ¿Qué? Tu preguntaste- hizo un puchero, parpadeando con confusión al ver a los presentes tan alejados y tensos, sin entender sus actitudes. -Oigan, no se preocupen...- agarro la mano del domador de sombras, avanzando unos pocos pasos para acortar la distancia, Wukong frunciendo apenas el ceño al ver al otro seguir al chico sin muchas quejas. -...es mi amigo-

-Hola~- Ao Lie fue el primero en sonreír con tranquilidad, feliz de ver un rostro nuevo, ignorante de la mirada llena de traición y ofensa que el dios le dedico.

-Otra boca más que alimentar- bufo Pigsy con cierto cansancio, haciendo una cuenta de los ingredientes que tenía para saber si iba a alcanzar para todos o tendría que buscar más por los alrededores.

-Es...un placer conocerte, supongo- Tang mantuvo las manos juntas, algo ansioso y nervioso, tanto por la expresión en blanco en el rostro de Macaque, como el aura asesina que rodeaba a Wukong.

-Pregunta, ¿Cómo se conocieron?- Sandy hizo un gesto entre ambos, queriendo saber si su encuentro había sido tan raro como el de ellos.

-Oh, fue muy gracioso en realidad- MK rio, mientras Macaque hacia una mueca ante el recordaría. -Me ahogue en el rio y él estaba pescando pero en vez de sacar un pez...- hizo un gesto con la mano libre, su sonrisa grande a pesar de lo que estaba contando. -...me saco a mi~- rio con diversión genuina, solo Ao Lie uniéndose a su risa, el resto luciendo algo espantado.

-Nunca espere que el cadáver que saque del agua se moviera- bufo, sin estar dispuesta a admitirlo en voz alta pero se había llegado un gran susto cuando el cuerpo ajeno se empezó a mover poco después de sacarlo del agua, confundido cuando el chico se sentó y siguió como si no acabara de revivir. Había sido un día raro.

-Nosotros tampoco- y ellos podían sentir algo de empatía en ese mismo momentos.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora