~Monkie Kid~ 6️⃣

Quemado #5

Espero que les guste~

Nota: Se me da que, en una familia descendiente de dragones, tienen que tener algún lugar más o menos resistente para dejar salir algo de estrés. En caso contrario, me lo invente xD

Nota-2: Hay algo llamado "habitación de la ira", donde puedes romper lo que quieras y los destrozos se van para reciclaje. Aquí no hay algo así, aunque lo vi más en televisión ¿Tienen algo de eso en donde viven?

Mei solo tenia la intención de revisar el departamento de su amigo, queriendo asegurarse que todo estuviera bien y ordenado para cuando volviera, quizás revisar una vez más la cama para comprobar que estuviera bien armada o cualquier cosa para mantenerse ocupada y sentirse útil.

Grande es su sorpresa cuando se da cuenta de que hay alguien más allí.

Se queda por un segundo la puerta, simplemente mirándolo. Parece pensativo, observando la nueva cama que ella se había encargado de elegir. Es un poco más alta que la anterior, para que él pudiera guardar sus estuches abajo como siempre, y con un colchón más grueso, recordando sus quejas del pasado sobre su colchón incómodo. Espera que le gustara.

-MK...- esta aliviada de verlo pero al mismo tiempo, esta nerviosa y ansiosa, sin saber si su amigo realmente quiere hablar con ella. Se ve notablemente mejor a la última vez que lo vio, con las manos hundidas en los bolsillos de una de esas tantas camperas coloridas que tanto adora y ligeras ojeras en señal de pocas horas de sueño pero luce despierto y alerta, sin signos de angustia, sus ojos ni siquiera se ven irritados. Aunque, no puede negar que la bufanda rojiza y larga, utilizada en un estilo muy familiar, no combina del todo con su estilo. -...eso es nuevo- señaló antes de poder evitarlo, sintiendo un aire incómodo flotando entre ellos por primera vez desde que se conocieron. Es raro y no sabe que se supone que debe hacer.

-Es de Macaque- toca la bufanda y solo porque ella lo conoce desde hace años nota que es un gesto protector, algo que envía punzadas a su corazón. Él no confía que ella no vaya a quemar nada más, eso duele. -Me la dio mientras él se encarga de Momo- la chica hace una mueca, tragando en seco, intentando ignorar la amargura y dolor que se extiende en su pecho de manera rápida, amenazando con ahogarla.

-¿Él...pudo arreglarla?- se animo a preguntar, dudosa, esperando que hubiera algo en el mundo de los demonios y sus locuras que pudiera ayudar.

-Esta en eso- se encogió de hombros. El mono le había dicho que necesitaba buscar algunos ingredientes, que le avisaría en cuanto terminará y le entregaría a Momo tan pronto pudiera.

-Eso es...bueno- aun había un poco de envidia y ligero resentimiento hacia el domador de sombras pero también había alivia y agradecimiento por su ayuda. Se siente tenso e incómodo, como si fueran completos extraños, y no le gusta. -Lo siento muchísimo- retorció sus dedos, ansiosa. Quiere arreglar lo que sea que se rompió entre ellos pero no sabe como, aunque las disculpas es un buen principio. -No debería haber venido aquí estando tan enojada, no cuando aún no puedo controlarme del todo...- el departamento ajeno siempre había sido su escondite y por un segundo, se había olvidado de sus nuevas capacidades, así que no había visto nada de malo ir allí en medio de su ira como siempre. -...tampoco debí dejar que ellos se metieran y dijeran que Momo no era portante- incluso si no lo terminaba de entender, era obvio que Momo era imperante y a MK le habían dolido profundamente las palabras de los adultos.

-Aun estoy algo molesto por eso...- no puede negarlo. Nunca tuvo problema con que ella se escondiera en su departamento, le dio un llave para eso, pero hay una voz en el fondo de su mente que le dice que ella fue allí porque no le importaba quemar sus cosas. Es su molestia, lo sabe, y se esfuerza por callarla. -...y sé que fue un accidente, en serio que si, pero tu...- luce como si estuviera luchando para encontrar las palabras y ella se mantiene en silencio, dejándolo continuar con libertad. -...pudiste haber quemado todo mi departamento...- Mei hace una mueca pero sabe que él tiene razón. Pigsy fue el del rápido pensamiento, quien fue rápido en buscar un extintor y apagar las llamas antes de que se extendieran, mientras ella simplemente observaba, congelada y sin moverse, apenas reaccionando. -...y sin importan cuando te esforzaras, no todo aquí se podría reemplazar tan fácilmente- había puesto mucho cariño en muchos de sus dibujos, se había esforzado con decisión para conseguir sus materiales de arte, sus violines era especiales y queridos gracias a quienes se los habían dados.

-Lo sé, lo sé. Yo...no volveré aquí estando enojada, lo prometo- resulta que sus padres tenía un lugar para dejar salir la ira, uno especialmente hecho para ellos y le habían dado una llave, aunque se pregunto cómo es que no se lo habían dicho antes.

-Esta bien- MK pareció más tranquilo con eso, mirando a su alrededor mientras se mordía el labio inferior y volvía a mirarla, con algo de decisión. -Yo también lo siento- ella parpadea, sin haber esperado la disculpa, mirándolo con confusión. -Sé que fue un accidente, que no tenías la intención de quemar nada, pero estaba enojado...- parece avergonzado de admitirlo. -...y lo que menos quería era decir o hacer algo que pudiera lastimarlos. Solo necesitaba algo de tiempo-

-Lo entiendo- asintió, comprendiendo bien el punto ajeno. -Entonces...- se balanceo ligeramente sobre sus pies. La tensión anterior ya no estaba y de alguna manera, el aire entre ellos se sentía más liviano. -...¿Estamos bien?- quería asegurarse.

-Eso creo- sonrió ligeramente, aunque termino por hacer un puchero y por un segundo, Mei temió que haya cambiado de opinión. -No entiendo como Red Son puede estar siempre enojado, el enojo es agotador- hizo una mueca de cansancio exagerada y ella no pudo evitar dejar escapar una carcajada, completamente aliviada.

-¡Lo es!- se adelantó con grandes pasos y lo abrazo con fuerza, contenta de tenerlo allí y aliviada de que se hubieran arreglado, aferrándose con un poco más de firmeza al sentirlo corresponder rápidamente al gesto.