Hazbin Hotel #2

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Espero que les guste~

Nota: Técnicamente, MK pertenece al mundo de LEGO, así que es pequeño. Puede que sea del tamaño de Nifty en este caso xD

Resulta ser que Charlie no solo era dueña del hotel y su deseo de salvar todas las almas posibles, sino también la reina del infierno y por ende, una princesa. Ella parecía decidida, hablando de como había empezado todo aquello por su cuenta hasta que consiguió a Vaggie y luego a los demás, teniendo quienes la apoyaran ahora.

El hotel era mucho más grande de lo que MK había esperado, con muchas habitaciones disponibles y de aspecto cómodo, con un itinerario largo y detallado para la rehabilitación, además de una serie de frases colgadas en las paredes para mantener el buen ánimo y darle un incentivo a quienes lo leen de seguro.

Todo se ve muy lindo, listo para todos aquellos que quieran mejorar, pero todo está extrañamente vacío.

-¿No tienes más demonios por aquí?- la mira con curiosidad. Cree que las intenciones ajenas son nobles y muy dulces, queriendo que todas las almas posibles subieran al cielo para salvarse de la matanzas de los ángeles que bajan de vez en cuando y porque cree firmemente que todos merecen otra oportunidad, incluso si son demonios que por alguna u otra razón llegaron allí abajo.

-Estamos...teniendo problemas para que vengan por su propia cuenta- Charlie hizo una ligera mueca, sonriendo con nerviosismo. -Aquí todos parecen preferir las drogas y el alcohol a estar limpios, es...difícil lograr que vengan por aquí...- admite con un tono triste, bajando la vista por unos segundos, agitando la cabeza como si intentara deshacerse de los pensamiento negativos y sonríe una vez más. -...¡Pero hay que mantenerse positivos!- MK reconoce esa sonrisa, su intento de mantenerse alegre y seguir adelante, él hace lo mismo.

-Pigsy siempre dice que empezar la rehabilitación es difícil...- no tiene muy en claro como podría ser algo así pero imagina que dejar algo a lo que eres adicto y te aferras con todas sus fuerzas, no debe ser nada fácil. -...y que se necesita mucha fuerza para decidirse ir por buen camino, mucha voluntad para seguir por el...- la miro, sonriendo suavemente y con confianza, esperando poder animarla. -...pero estoy seguro de que alguien querrá ser mejor y vendrá a pedirte ayuda-

-Eso espero- asintió ella, luciendo un poco más tranquila y sincera, un logro para él.

-¿Has logrado redimir a alguien?- tiene mucha curiosidad si es sincero. Los demonios ahí tienen algunas similitudes a los que conoce, algunos con rasgos animales y otros simplemente luciendo como tal, pero su vida aquí abajo parece ser mucho más alocada y no tienen permitido pisar la tierra, además de esa cosa de la venta y compra de almas. Extraño.

-Uno. Un buen amigo nuestro- camina con nueva intención, deteniéndose frente a un cuadro que muestra a un demonio con aspecto de serpiente, luciendo como todo un capitán orgullos y con huevos con rostros rodeándolo en una especie de tripulación. Hay una pequeña mesa alta debajo del cuadro, lleno de flores de aspecto extraño pero muy bonitas, como una especie de regalo. -Él era Sir Pentious...- hay un cariño genuino en los ojos de la princesa del infierno. -...se sacrifico por nosotros en la pelea contra el cielo...- sonrío con orgullo. -...pero eso le gano un lugar allí arriba y ahora esta a salvo-

-Suena como un amigo muy genial- sonrío ante la felicidad ajena.

-Lo es- volvió a caminar por el pasillo, bajando las escaleras para poder volver a lo donde MK se había caído, donde estaban todos reunidos. Vaggie, un ángel caído al parecer, estaba cruzada de brazos y luciendo vigilante, mirando de reojo cada dos por tres al tal Alastor, quien lucia tan inocente como podía, de piernas cruzadas y con una sonrisa tranquila, aunque MK aun se sentía extraño cuando sus miradas se conectaron. Nifty, la pequeña moviéndose de un lado al otro y con un cuchillo en mano, luciendo como si estuviera disfrutando del dolor de los insectos que estaba apuñalando. Husk, el gato alado de mala cara, estaba tras la barra y limpiando algunos vasos al parecer, con Ángel sentado enfrente, tomando una copa de una bebida extrañamente rosa. -¡Oigan todos!- llamo su atención. -¡Quiero presentarles a nuestro nuevo invitado, MK!- el mencionado chillo al ser alzado y presentado, sintiendo que se parecía un poco a una escena de una película de leones que vio alguna vez, sonriendo y saludando con una de sus manos, extrañamente acostumbrado a ser maltratado de esa manera. -Se quedara con nosotros mientras buscamos la manera de devolverlo a su mundo- y por primera vez desde su llegada, los pies del sucesor tocaron el suelo, pudiendo caminar por su propia cuenta.

-¿Qué clase de nombre es "MK"?- Ángel enarco una ceja, luciendo algo burlón pero el menor había recibido ese tipo de preguntas y miradas tantas veces que no se sentía tocado a estas alturas.

-¿Qué clase de nombre es "Ángel Dust"?- enarco una ceja hacia el otro, aunque no pudo mantener mucho la expresión y bufo, riendo. -Es solo un apodo- hizo un gesto, encogiéndose de hombros. -Mi nombre real es Qi Xiaotian pero no lo uso mucho- rio ante las expresiones ajenas.

-¿Cómo rayos pronuncias eso?- Vaggie enarco una ceja, como si desconfiara de como sonaba su nombre y él solo pudo mirarla con curiosidad, alejándose un par de pasos por seguridad.

-Por eso voy por el apodo~- sonrío con un gesto claro, sin estar dispuesto a explicar al parte de "Monkie Kid" y sucesor de un dios, eso seria demasiado complicado. Su atención se desvía a la silla alta frente a la barra, porque se niega a sentarse frente al raro de cornamenta y cerca de quien parece ser la protectora desconfiada de la princesa del infierno, prefiriendo quedarse cerca de la araña y del gato. Aunque estaba muy alto.

-¿Necesitas ayuda, pequeño?- Ángel enarco una ceja hacia él, sonriendo y mostrando sus dientes afilados, entre ellos el dorado, algo que llamo su atención.

-Eh...- podía hacerlo por su cuenta, era el sucesor de Sun Wukong, Gran Sabio de la montaña y Monkey King pero se encogió de hombros, teniendo una cierta curiosidad. -...por favor- alzo los brazos, decidiendo ignorar lo infantil que de seguro se estaba viendo.

-Bien- tarareo, dejando su vaso a un lado a favor de inclinarse, usando el par de manos superiores para colocarlas bajo los brazos ajenos y alzarlo. Su intención es sentarlo para volver a su trago pero ahora que están frente a frente, MK no puede evitar estar un poco asombrado y encantado.

-Eres la araña más bonita y esponjosa que he visto en mi vida- eso parece tomarlo por sorpresa, parpadeando y mirándolo, enarcando una ceja, como si estuviera esperando a que continuara. -Los de mi mundo se ven más raros y aterradores- se estremeció al recordarlos.

-¿Tienes demonios en tu mundo?- en vez de dejarlo sobre una silla, lo siente en el mostrador de la barra, ignorando por completo la mala cara acompañado de un gruñido de advertencia de parte del gato.

-Sip- saca su teléfono, balanceando apenas sus piernas de manera distraída mientras busca en su galería de fotos. -En mi mundo, los humanos no se convierten en demonios al morir. Los demonios y humanos han vivido en relativa paz hace años, aunque no tengo muy en claro de donde salen los demonios, lo siento- hace un gesto y el otro se inclina para mirar la pantalla del aparato. -Ella es Spider Queen y su gente- le muestra una foto que Mei por alguna razón les saco alguna vez y se la envió solo para asustarlo. Ahora ya no le daban tanto miedo, aunque las pequeñas arañas que aparecían en su baño aun lo aterraban.

-Bueno, te lo reconozco, hay algo raro en ellos...- acepto Ángel al verlos, analizándolos con ojo critico. -...pero él es lindo- señalo a uno de ellos, aquel con menos características de araña.

-Oh, Syntax, supongo que es el que mejor se ve- tarareo de manera pensativa. -Creo que la reina tiene un veneno para transformar a los humanos en sus soldados o algo así-

-Vaya, gran poder- sus ojos brillaron, haciendo un puchero con cierta decepción. -Mi veneno solo es paralizante- bufo.

-¿Tienes veneno?- lo miro con los ojos bien abiertos, sorprendido y algo curioso.

-¿Quieres probar?- sonrío con un aire de algo que el menor no pudo estar del todo seguro.

-No, gracias- fue rápido en decir, volviendo su atención a su teléfono, la araña riendo entre dientes ante su expresión.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora