Alas

569 67 20
                                    

Espero que les guste~

Nota: A petición de muchos, estoy trabajando en un un crossover para que Tanjiro conozca a MK pero aun no lo tengo muy en claro. Así que si tienen alguna idea, no duden en dejarla justo aquí

Nota-2: Por si no se dieron cuenta, esto seria una continuación para el capitulo de "Alas" que debe estar en alguno de mis libros anteriores xD

MK tenía sentimientos contradictorios respecto a las nuevas partes de su cuerpo.

Las grandes alas eran hermosas si debía ser sincero, de un color castaño oscuro en la base y que se aclaraba hasta volverse de un bonito tono que lucia dorado, suaves, pero eran demasiado grandes y resultaban ser más un problema, no solo para él, sino para todos y todo a su alrededor.

No estaba acostumbrado a ellas, así que cada vez que se volteaba, terminaba por golpear a alguno de sus amigos o atropellando algún mueble, ya había roto muchos de los floreros de Sandy en el proceso. Ni siquiera podía ir a su departamento, el cuarto demasiado pequeño para su estado actual, y el demonio de piel azulada le termino por ofrecer un cuarto de su barco, el más grande que tenía, con una cama de dos plazas cuyo colchón termino en el suelo y pocos muebles. No podía usar exactamente remeras y se sentía desnudo, lo que era muy incomodo. Apenas podía bañarse sin causar un desastre y sin olvidar caminar sin destruir nada, ni siquiera podía trabajar o entrenar, debía mantenerse tan quieto como era posible para no causar estragos y simplemente lo odiaba.

-...las odios...- miro sus alas, las cuales estaban flojas y ocupaba la mayor parte del suelo en el que estaba sentado, bufando con un puchero ante las plumas flojas a su alrededor. Estaba perdiendo plumas por alguna razón y sus alas picaban pero rascarse muy fuerte traía dolor, así que había optando por simplemente dejarlas, con pequeños espasmos debido a la picazón que se esforzaba por no rascar. -¡Quiero salir!- se quejo, dejándose caer de espaldas, estirando a todo lo que podía las alas. Miro el techo con expresión ausente, intentando que algo viniera a su mente y decidió que intentar meditar podía ayudar en algo, incluso en su posición. 

Cerro los ojos en concentración, esforzándose por mantener su mente en blanco, entrelazando sus dedos para no jugar con ellos de manera nerviosa y quedando en esa posición por unos segundos, sin saber que esperar realmente, es por eso que arqueo la espalda ante el punzante y repentino dolor que recorrió su pobre espalda, jadeando. Fue momentáneo, duro solo unos segundos, y simplemente todo se detuvo.

-Auch...- se quejo mientras se sentaba, mirando por encima de su hombro para revisar sus alas, solo para descubrir que ya no estaban allí. -¿Se fueron?- parpadeo con confusión, luchando por intentar revisarse, sin éxito alguno hasta que se le ocurrió una idea. Necesito la cámara frontal de su teléfono y un espejo de cuerpo completo para poder verse a si mismo sin intentar convertirse en contorsionista. Aun tenía dos grandes cicatrices en la espalda, luciendo extrañamente curadas para su sorpresa pero frescas, con sus alas luciendo como un tatuaje muy bien hecho que ocupaba la mayor parte de su espalda y rozaba un poco sus hombros.

Estaban allí, ocultas de alguna manera.

-¡Esto es genial!- festejo con una gran sonrisa, deteniéndose solo ante la repentina y fuerte picazón que invadía el interior de su nariz. Se quejo entre dientes, haciendo una mueca, sabiendo lo que se avecinaba y esperando que nada se rompiera a su alrededor en el proceso. Estornudo, una ola de poder dorado saliendo de su pequeño cuerpo y sacudiendo todo en la habitación, al mismo tiempo que sus alas reaparecían con un destello, extendiéndose de manera inconsciente y golpeando algunos muebles en el proceso. -Oh cielos, oh cielos...- entro en pánico ante el ruido que causo, luciendo horrorizado al notar que había tirado unas cuantas cosas. Por suerte, no rompió nada. -Solo necesito...concentrarme- repitió el proceso anterior y después de unos segundos de espera, sus grandes alas volvieron a estar simplemente dibujadas en su espalda. Suspiro de alivio, manteniendo su emoción al mínimo por el momento.

Ahora, debía aprender a controlar eso, y quizás encontrar una forma en la que su ropa no sufriera ningún daño en el proceso.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora