Silver

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Espero que les guste~

Nota: Antes de que empiecen a preguntar, no, el gato no es Lady Bone Demon ni nada por el estilo...pero si puedo decirles que es algo más que un simple gato xD

Nota-2: Los dejare con la duda ^_^

No es un buen día. Tuvo pesadillas vividas durante toda la noche, con el rostro pálido de aquel espíritu de huesos que se burlaba de él y aquel león que lo atacaba de repente, con aquel ser de tinta que lucia como él murmurando cerca de su oído. Se despertó tarde, tropezando y golpeándose en su apuro para prepararse, solo para recibir gritos y reclamos de parte de su jefe por haber llegado fuera de horario. Pudo hacer las entregas a tiempo y se ganó algo de propina pero tuvo unos cuantos accidentes con el carrito en el camino, así que sabe a donde va a ir la mayor parte de su dinero. La salida con Mei y Red Son fue un poco desastrosa, con el demonio gritándole sobre algo que no podía recordar y su amiga defendiéndolo con todo lo que tenia, él sintiéndose pequeño y asustado. El entrenamiento con los monos tampoco fue bien, porque sin importar cuanto lo intentara y se esforzara, no parecía que pudiera hacerlo bien.

Se siente mal, triste y frustrado. Le hubiera gustado esconderse en su habitación, quizás acurrucarse bajo su cama con Momo entre sus brazos y cerrar los ojos hasta que el horrible día terminará, aunque sabe que no puede hacerlo.

Su ansiedad esta por las nubes y aunque sabe lo que se avecina, aun se sorprende cuando todo aquello se convierte en un ataque de pánico. No lo entiende pero no tiene tiempo de pensar mucho, no cuando jadea en un intento de dejar entrar oxígeno, su pecho sintiéndose pesado y su corazón latiendo desenfrenado.

Detiene el carrito que se mantiene entero solo por la magia de su bastón y corre para esconderse en el callejón más cercano que encuentra para tener un momento a solas, sin importarle la suciedad mientras cae de sentón en el suelo y apoya su espalda contra la pared, luchando por calmar el pánico que lo inunda de repente.

Esta llorando, desordenado y feo, sintiéndose triste y lleno de miedo irracional, odiando estar solo pero aliviado de que nadie lo viera así.

Tarda un tiempo el recuperar un poco al compostura y el aliento pero lo logra en algún momento.

-...que día...- bufo con los labios temblorosos, sonando su nariz con un pañuelo que apenas recordó agarrar antes de salir y haciendo una mueca. Esta cansado, su pecho esta resentido por el ataque de pánico y la cabeza le duele por el llanto, le gustaría poder dormir profundo y sin sueño alguno.

Cierra los ojos, sin tener la intensión de dormir en un callejón, pero lo abre al instante en el que siente como algo empuja su brazo. Se encuentra con los ojos azul eléctrico de un gato, cuyo pelaje es de un tono de gris que parece plata, corto y liso, haciendo que se vea ligeramente rechoncho.

-Hola, pequeño- sonrió, más que nada asombrado ante los ojos que le devuelven la mirada, y antes de que pudiera reaccionar, el felino salta con elegancia para subirse encima suyo, la cola en alto y con la punta ligeramente curvada. Se alza lo suficiente como para restregar su rostro contra el del chico, al parecer sin importarle lo mojadas que aun estén sus mejillas, y con un suave ronroneo empezando a escucharse. Huele a pasto y esta cálido, como si se hubiera estado revolcando en el pasto bajo el sol durante horas. Es amable e insistente, casi como si le estuviera diciendo "Ya no llores, estoy aquí". MK siente que quiere llorar ante el repentino consuelo y apenas puede contenerse, alzando las manos para abrazar al gato y aunque cree que su agarre es demasiado fuerte, no escucho queja alguna ni lo siente removerse, el felino solo se acomoda y continua ronroneando.

No tiene idea de cuanto tiempo pasa, aunque debe haber sido horas por la forma en la que su teléfono sigue sonando, pero sabe que tiene que volver antes de que sus amigos manden al equipo de búsqueda y se gane reclamos llenos de buena intención que solo lo harán sentir más presionado en esos momentos. Así que se sube al pobre carrito y empieza el camino hacia su departamento, sintiéndose agotado hasta los huesos pero con un poco más de animo, simplemente enarcando una ceja ante el gato que se invita a si mismo y se sienta a su lado, esperando con obvias intenciones.

-...Pigsy va a estar furioso...- murmuro para si mismo pero mientras acaricia la cabeza ajena con suavidad y lo ve apoyarse en el toque con insistencia, decide que no le importa. Ha sido un día malo pero el gato lo esta mejorando. Así lo abraza en cuanto llega a su destino y se resigna cuando entra, agradecido por la falta de gritos.

-¿Qué tienes ahí, chico?- Pigsy no suena nada molesto en comparación a antes, se ve tranquilo, un poco culpable por la mueca que hace cuando MK se encoge ligeramente en su lugar. Se siente sensible.

-Un gatito...- tarareo, sus dedos hundidos en el pelaje casi plateado del felino que tiene entre sus manos, sintiendo como vibra y escuchando su suave ronroneo. Es tranquilizador. -...lo llame Silver- confeso después de unos segundos y el gato maúlla, al parecer contento con el nombre. El cerdo abra la boca y el chico espera lo que sea, incluso puede sentir como el felino se tensa, pero puede ver como su expresión se suaviza y deja escapar un suspiro.

-Mientras mantengas a ese gato lejos de mi cocina, puedes hacer lo que quieras- dice y aunque la intención inicial de MK no es quedarse con el felino, porque esta demasiado limpio y bien alimentado como para ser completamente callejero, esta aliviado ante las palabras ajenas y decide disfrutar la presencia de su repentina compañía todo el tiempo que este decida quedarse.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora