Maestro

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No me pidan mucho contexto sobre esto, fue algo que se me vino a la mente :3

Espero que les guste~

Nota: Me lo fui inventando a medida que se me venia a la mente, así que lo siento mucho si por ahí no queda como cada quien lo imagino

Nota-2: La mayor parte de la primera parte de la historia de Wukong si ocurrió. Mucho desastre, muchas peleas y muchos problemas con los celestiales pero cuando llevan a cabo el plan de Azure, sobre quitarle el trono al Rey de Jade, las cosas terminan de otra manera. Espero que se entienda

Nota-3: La mayoría de las paginas describen a Macaque como "tan poderoso como Wukong" pero no son muy específicos respecto a sus habilidades o poderes, así que disculpen si algo no es muy exacto

Hay una leyenda, una que aun sobrevive de alguna manera el paso de tiempo, y que incluso después de años, aun se sigue contando de generación a generación. Cuenta de una piedra de aspecto extraño que cayó de la nada y termino en el medio de un bosque, vigilada por monos llenos de curiosidad. Se dice que fueron los únicos presentes para ver como aquella piedra se rompía como un huevo y nacía el héroe de los que muchos hablaron a partir de allí. Se veía mayormente como un mono y al mismo tiempo, era diferente, con algo no exactamente humano pero tampoco completamente animal. Tenía poderes que nadie sabia de donde había obtenido, poderes que no dudo en usar para el bien y para salvar a todos lo que podía, protegiendo a pueblos y viajeros, manteniendo a salvo tanto a humanos como demonios que no querían pelear, moviéndose a gran velocidad y con gran agilidad, sin pedir nada a cambio y siempre con una sonrisa. 

Se dice que salvo a un dragón, su gente recompensándolo con un arma especialmente hecha, un bastón que se extendía y agrandaba a gusto o necesidad, tan pesada que solo él podía levantar. Tuvo múltiples enfrentamientos, las historias viajaban rápido entre la gente, pero lo que más llamaba la atención de muchos era su enfrentamiento contra miembros del reino celestial, perdiendo solo ante el mismísimo Buda.

Incluso cuando en la actualidad su presencia era esporádica, es bien recibido. Era bueno, era querido, adorado de cierta manera, y su apodo "Monkie Kid" era muy conocido por casi todos, porque nunca se conoció su nombre real.

Cuando Sun Wukong escucho su historia la primera vez, estaba fascinado, porque era la primera vez que escuchaba de un ser que había nacido de la misma forma que él, y fue en ese momento que decidió que lo iba a superar, queriendo ser poderoso y adorado, así empezó su camino. Se lanzo de cabeza hacia los el castillo escondidos del dragón y consiguió un bastón, iniciando así sus locas aventuras.

Hizo muchas cosas entre bromas de todo tipo y burlas. Aprendió a luchar y transformarse, consiguió múltiples capas de inmortalidad y muchos poderes geniales, entre ellos sus ojos de la verdad y su adorada nube voladora. Hizo amigos, algo que realmente no esperaba, que querían ser fuertes como él y hacer un mundo mejor, algo que estaba dispuesto a apoyar.

Macaque era su mejor amigo, alguien a quien había conocido casi al principio de su viaje. Tan raro y diferente como él, aunque con poderes geniales de manipulación de sombras y orejas extra que le daban una gran capacidad de audición. Disfrutaba de estar con él, incluso si a veces era demasiado mandón.

Peng era molesto, especialmente cuando el ego inflaba demasiado su cabeza, pero dentro de todo, era bastante pasable. No disfrutaba exactamente tener que estar a solas con él, porque cuando eso sucedía terminaban peleando con mucha violencia, usualmente plumas y pelaje perdiéndose en consecuencia. Era mayormente odioso.

Colmillo era una presencia tranquila, prefería estar callado y meditar, pero contaba buenas historias cuando estaba de buena animo. Serio y amable, una buena compañía, siempre dispuesto a apoyar y siendo muy leal. Le gustaba sentarse a su lado para hablar porque él siempre te escuchaba, incluso si no parecía.

Azure era noble en su opinión, queriendo ocupar el trono de los celestiales para crear un mundo ideal para que todos pudieran vivir en paz. Era amable, sonriente, y que podía ponerse serio si el momento lo requería, hábil con esa espada suya y poderoso, aunque aun no le podía ganar a Wukong en un entrenamiento.

Se estaban preparando para una guerra y...las cosas fueron un poco cuesta abajo a partir de allí.

Enfrentar a los celestiales no fue exactamente como le hubiera gustado, porque el maldito de Bufa estaba de su lado y nadie podía ganarle, muy pronto, todos terminaron capturados. Wukong fue el primero en ser sentenciado y termino bajo tierra en lo que parecía ser una extraña cueva, sus extremidades rodeadas de una piedra imposible de romper y unas cadenas sagradas que al menos brillaban lo suficiente como para no estar a oscuras por completo. Se sentía desgastado, algo adolorido por la pelea pero por sobre todo, se sentía humillado por haber perdido. Tanto poder y entrenamiento no le habían ayudado en ese caso.

-No puedo creer que perdimos- Wukong se lamento con un largo suspiro. Le picaba la nariz pero ni siquiera tenía libre la cola, así que iba a tener que aguantarse.

-Te advertí que esto saldría mal- Macaque decidió ese momentos para aparecer, cruzado de brazos y con el ceño fruncido, su cola moviéndose con molestia notable.

-¡Nos abandonaste!- gruño con los dientes apretados, furioso porque su contraparte estaba libre pero mayormente dolido porque él se había echado atrás respecto a la lucha, siempre diciendo que las cosas iban a terminar muy mal.

-Tu propia estupidez te trajo aquí, no puedes culparme por eso- gruño, molesto por la terquedad ajena. -Te dije muchas veces que esa loca idea de Azure sobre matar al Emperador de Jade era estúpida y que no iban a poder pasar más allá del ejercito que esta específicamente entrenado para protegerlo-

-¿Viniste solo a molestarme?- le mostro los dientes, sin querer escuchar el obvio "te lo dije", incluso si en esos momentos tenía la sensación que el domador de sombras no estaba tan equivocado como le gustaría.

-Para tu fortuna, vine a evaluar tu estado...- rodo los ojos y se acerco un par de pasos, extendiendo las manos para tocar las cadenas, inspeccionándolas con ojo critico y expresión pensativa. -...para ver que puedo hacer para liberar tu triste y desagradecido trasero de aquí-

-En ese caso...¡apresúrate!- estaba ansioso ante la perspectiva de ser liberado, no iba a mentir. -Tengo muchas ganas de rascarme el trasero- sonrío, enorme y brillante, orgulloso de si mismo ante la mueca que se formaba en el rostro ajeno.

-Eres un maldito asco- y a pesar de sus palabras, bufo ligeramente, aguantando la ligera risa que quería soltar.

-Vaya...- la repentina voz los sobresalto, ambos cerrando la boca de la sorpresa con la suficiente fuerza como para que se escuchara como sus dientes chocaban con algo de fuerza. -...se suponía que solo era un mono- Macaque se volteo, luciendo tenso y listo para escapar o luchar, dependiendo de la situación. Wukong giro la cabeza todo lo que pudo, frunciendo el ceño con confusión, removiéndose a pesar de saber que no podría liberarse por si mismo.

Ahí, mirándolos con cierta diversión, había alguien.

~Monkie Kid~ 6️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora