Capítulo 32.- Aprender a bailar

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El aire pegaba fuerte en el rostro, y después de haber llorado tanto podía sentirse como miles de navajas cortando la delicada piel, _________ acababa de despertarse después de varios minutos llorando en el pecho del chico, ambos se habían salido a los jardines del castillo algunas horas atrás para que ella pudiera tomar un poco de aire y tranquilizarse, pero la chica se había quedado profundamente dormida a causa del incontrolable llanto.

Lo primero que pudo ver tras abrir los ojos, fue el cielo soleado cubierto por la copa del árbol en el que se encontraban y el cual les proyectaba una protectora sombra, lo segundo que llamó su atención fue el rostro del chico dueño de aquellas piernas en las que tenía descansando la cabeza, con cierto malestar se levantó y le miró.

—Hola... — Habló con delicadeza, el muchacho sólo sonrió

—Hola. — Respondió a su saludo. —¿Estás mejor? — Ella se encogió de hombros, dando a entender que no sabía realmente si se encontraba bien o mal.

—Quizá... — Confirmó, acomodándose a un lado del Hufflepuff. —¿Cuánto tiempo estuve dormida? — Preguntó buscando su reloj, el cual había olvidado colocarse en la mañana a causa de lo distraída que estaba

—Un par de horas, no fue mucho. — Cedric colocó su mano en la cabeza de la chica sacudiéndola un poco, dándole su apoyo. —Ahora... No sé si quieras decirme, pero, ¿qué fue lo que ocurrió para que te pusieras de esta manera? — __________ formó una mueca triste en sus labios y se le ensombrecieron los ojos; algo que no pasó desapercibido por su acompañante. —Si no te sientes bien para decirlo, no te preocupes. — Aclaró al ver el gesto en su rostro.

—No, está bien. — Respondió la joven fingiendo una ligera sonrisa. —Es Fred... él y yo terminamos. — Soltó de manera triste, recordando la escena de aquella mañana. Aún no podía creer lo que le había dicho el pelirrojo, era como un mal sueño en el que creía que despertando tendría a aquel chico de vuelta, solamente para ella. Pero nada de eso ocurriría, no era sólo un sueño, todo había sido real y de un minuto a otro había perdido a la persona que comenzaba a querer, sintiendo una opresión en el pecho.

—¿Terminaron? — Preguntó bastante sorprendido, la relación entre ellos era tan bien vista que parecían no tener problemas, se trataban como mejores amigos con una relación... Eso era lo que hacía tan característica aquella pareja en el colegio, era extraño escuchar que una relación que funcionaba tan bien, hubiese finalizado tan abruptamente. La chica limitándose a asentir triste comenzó a jugar con el césped que rodeaba el gran árbol. —Lo siento mucho... — Dijo con delicadeza, consiguiendo un simple encogimiento de hombros.

—Ya qué importa... Supongo que quizá no era para mí. — Habló notándose afligida. —Sea cuál sea la razón, prefiero olvidarla. Detesto llorar por alguna persona, además... si no me levanto yo. ¿Quién lo hará por mí? — Cedric la miró comprensivo.

—¿Segura que estarás bien? — _________ solo asintió con decisión.

—Espero que sí... — Cedric se levantó, extendiéndole una mano para ayudarle a levantar.

—Es hora del almuerzo y en una hora los jefes de casa quieren que nos reunamos todos en nuestras respectivas salas comunes- No sé que clase de aviso pretenden darnos. — Ella asintió y ambos caminaron en dirección al comedor, donde hacía unas pocas horas a sus afueras acababa de ocurrir su "rompimiento". Ambos se detuvieron antes de entrar.

—No estoy segura de poder... —Pronunció débilmente, él la tomó de la mano incitándole a pasar.

—En algún momento debes enfrentarlo y no desayunaste. Siéntate con tus compañeros de casa, yo estaré cuidándote de lejos por cualquier cosa. ¿Bien? — La chica le miró agradecida, era bueno sentir que tuviera a alguien para apoyarla a pesar de todo. Caminó hasta su mesa y se sentó junto a Tracey y Millicent sin decir ninguna palabra, ni siquiera un "hola" y fijó sus ojos en el pelirrojo, aquel que hacía un momento acababa de aplastarla y desecharla como si fuera simple mierda. Tragó duro aguantándose las ganas de llorar y se giró a sus amigas para "conversar" aunque no fuese a escuchar ni una de sus palabras.

Sentimientos paralelos (Draco Malfoy, Fred Weasley y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora