Sentimientos paralelos (Draco Malfoy, Fred Weasley y tú)

Capítulo 40.- Transferencia

El silencio había comenzado a reinar en su pequeño espacio. Mizore sentía que debía hablar con Cedric, pero no tenía un tema específico con el cual decirle su preocupación y cuando por fin se había decidido a hablar, un aura conocida y lejana la envolvió por completo, un aura bastante parecida a la de ____________ pero mucho más imponente, entonces la recordó... Esa era el aura de Gerekhi Lodge -el padre de ___________-, la chica tomó por la cintura al Hufflepuff y en un mínimo acto de esfuerzo lo cargó y llevó en un par de segundos dentro de un aula, mientras espiaba por la pequeña rendija que dejaba la puerta entreabierta; Cedric se encontraba con la boca completamente abierta. No había distinguido un solo movimiento, simplemente en un pestañeo había cambiado de posición y miraba atento a su compañera.

-Mizore... ¿Qué estás...?-

-¡Shh!- Le interrumpió de inmediato y notó como aquel hombre de cabello entrecano le había dirigido una mirada furtiva, al momento que sonreía de manera desagradable, mientras probablemente fingía una cálida charla con su esposa. Cerró la puerta con cuidado y dio lentos pasos hacia atrás, intentando no ser escuchada por nadie, al tropezar con Cedric se sobresaltó y colocó en posición defensiva, pero se calmó de inmediato; tomando postura de la situación.

-¿Estás bien?- Ella asintió y le miró a los ojos. De inmediato notó la situación... -No sé si tú... ¿Podrías explicarme cómo llegamos aquí?- Después de titubear y pensarlo un rato, abrió un poco los labios para decir algo, pero no salió palabra alguna de su boca, únicamente una especie de gemido parecido al "Hmp" -Ahora que lo pienso... Cuándo fuiste por tu libro, desapareciste de pronto. No entiendo por qué no te lo comenté hace rato.-

-Pues... Verás, es una historia muy complicada y larga.- El semblante del chico era serio y le miraba con mucha confusión.

-Tiempo me sobra.- Dijo, sentándose en una silla de aquella aula vacía a mirarla fijamente. Mizore sintió por primera vez en décadas que sus piernas flaqueaban. ¿Acaso el chico la ponía tan nerviosa? Inconscientemente se perdió en sus ojos, recordando la primera vez que se topó con él. Había discutido con el rubio porque había arruinado parte de sus planes y se había retirado hecha una fiera, tropezando con alguien debido al enfado. Ella le había gritado antes de verlo y él le había respondido de forma amable, ayudándole a levantarse... sintiendo el calor de su mano y la suavidad de su mirada fundirse en la suya; dejándola boquiabierta y sin uso de razón suficiente para completar un frase entera. Por primera vez desde que su padre había sido asesinado... Se sentía completa, segura de todo. Él sabía quién era ella, pero para ella... el descubrir a ese nuevo ser tan perfecto, alguien que le era desconocido, se había convertido en todo y le había sido arrebatado de la misma manera en que ella, había arrebatado a alguien que compartía su misma forma de sentir... pero hacia otra persona.

Volvió a mirar al chico frente a ella e indiscutiblemente sabía que estaba enamorada, era inútil el simple hecho de negarlo. Recordaba el tiempo en que salía con Dylan, aquel chico de Beauxbatons, al cual sólo le causó nada más que sufrimiento al no ser correspondido por completo. Ella había desaparecido dejando un rastro y él había luchado fuertemente por seguirlo. Pero de nada había servido, a pesar de no ser correspondida... ella ya había entregado realmente su corazón a otra persona y gracias a ello, le era imposible pensar en lo que con tanto esfuerzo... había conseguido el chico que sí podía corresponderle como era debido.

Evitó su mirada y observó el piso. Bien... era el momento de explicarle su verdadera naturaleza. No iba a ocultarlo por mucho tiempo después de todo... Suspiró y abrió los labios, volviendo a emitir aquel sonido "Hmp" y tragó duro.

-Cedric, puede que suene extraño... Pero bien, te diré.- Respiró hondo y de manera profunda. -Soy una vampiresa de clase noble.- Escupió y enseguida observó al Hufflepuff para notar algún tipo de reacción; nada.