Saludos cordiales, queridos lectores de Lewis. Si no me conocen, me presento, soy Nicholas Alejo, conde de Nocheterna. Soy amigo de Lewis, quien me visita los finales de octubre para pasar juntos las temporada de sustos que ambos disfrutamos mucho. Mientras duerme Lewis, he robado su laptop para poder comunicarme con ustedes porque tengo algo que contarles.
Durante toda mi vida he tenido un problema con mi piel que me impide salir al exterior durante las horas donde el sol brilla y reina sobre el cielo. Yo me aburría entre las paredes de mi hogar y fue entonces que adquirí el gusto de leer todos los títulos que alberga la biblioteca familiar. Mi género favorito es el terror y desconozco el motivo.
Cuando conocí a Lewis me alegró conocer a alguien que competiera mi gusto por el terror. En una de nuestra charlas, Lewis me contó sobre el cine del terror que tanto le apasiona y esa charla me sirvió como inspiración para escribir esto (espero que no le moleste).
El cine de terror que conocen tiene un origen en la literatura. Si no me creen, les pido entonces que piensen en Drácula y el monstruo de Frankenstein, ¿sabían ustedes son monstruos que aparecieron por primera vez en las página de un libro?
En 1897, el escritor británico, Bram Stoker, publicó su libro "Drácula", una novela de fantasía gótica, inspirada en la historia real de Vlad Draculea o Vlad III. Vlad fue un monarca famoso por su gusto a la tortura y a la violencia. La novela de Bram Stoker sirvió de inspiración para las películas que conocen ustedes, de ahí a que se popularizara el personaje y el género de vampiros que tantas películas ha dado.
"Frankenstein o el moderno Prometeo" de Mary Shelly, es una de la historias más terroríficas de todos los tiempos. Esto es así porque en el año en que se publicó el libro (1818), siquiera pensar en desafiar a la muerte era algo que causaba bastante escalofríos. Me atrevo a decir que da paso al genero tan popular que es hoy en día de zombis. Piénselo, Frankenstein armó con de pedazos de cadáveres al ser que posteriormente le dio vida y un zombi es, tradicionalmente, un cadáver que vuelve a la vida. Ahora, por lo que entiendo, lo zombis contemporáneos son producto de la mutación genética entre el cuerpo humano y alguna sustancia que lo transforma en un ser con tendencias caníbales. Probablemente esto se deba a la novela de Richard Matheson, publicada en 1954 "Soy leyenda", que dio paso a la famosa película de 2007 que fue protagonizada por Will Smith y algunos otros filmes. Si no me crees aún, tendré que recurrir a la Santa Biblia, donde insinúa la idea de los zombis al estipular que Dios un día bajará a la Tierra para juzgar a vivos y a muertos, incluso en una de las oraciones que derivan de la fe católica dice: "espero la resurrección de los muertos".
Ya que saqué la Santa Biblia, que es probable de los textos más antiguos que hay, también introduce la noción de las películas de terror de estos días sobre los demonios. En el mundo occidental, la gran mayoría de las películas que hablan de demonios son pertenecientes a la legión de Lucifer, Satanás, el Diablo, Príncipe de la tinieblas. Aunque el tema de los demonios no es exclusivo de la Santa Biblia, otras culturas alrededor del mundo antiguo también consideraban en su cosmovisión entes malignos, los cuales hacían un balance con sus deidades bondadosas. Un ejemplo de esto es Pazuzu, el rey de los demonios del viento en la cultura mesopotámica. Pazuzu es el demonio que aparece en "El exorcista". "El exorcista" es un clásico en el cine del terror y marcó una tendencia para la creación de las películas de terror sobre exorcismos que es inspirada en un libro del mismo nombre que a su vez está basado en un caos real.
Si hablamos de demonios, también debemos hablar de fantasmas. Los fantasmas provienen de creencias antiguas con la aparición del concepto de alma y la vida después de la muerte. Estas creencias sobre una manifestación intangible de una persona dieron paso a los fantasmas que muchas películas de terror a lo largo de la historia del cine han manejado. En el mundo de la literatura podemos destacar el clásico de Oscar Wilde "El fantasma de Canterville". Otra novela que vale la pena mencionar es "La leyenda de Sleepy Hollow" de Washington Irving, publicado en 1820. En esta historia el pueblo de Sleepy Hollow es aterrorizado por el fantasma de un jinete sin cabeza. Otra novela destacable en el genero fantasmal es "Ringu" publicada en 1991 y escrita por el japonés Kōji Suzuki. "Ringu" sirve de inspiración para la saga "El aro".
Los muñecos diabólicos también tienen su aparición en la literatura, específicamente en uno de los libros de la colección de terror para niños "Escalofríos". Esta colección escrita por Robert Lawrence Stine, nos introduce a un muñeco viviente que es todo menos amigable llamado Slappy. Slappy se convirtió en el personaje más icónico de "Escalofríos" y apuesto a que es de lo primeros muñecos malvados. En el cine conocemos a Chucky, Annabelle y Megan, aunque Mega es más bien un robot, ¿no?
Casi me olvidaba por completo de otro monstruo clásico del terror, el hombre lobo. Aunque el origen de los licántropos es más bien cultural, provocada por factores biológicos y psicológicos, que a lo ojos de la época se explicaban como fenómenos paranormales, en el mundo de la literatura no han sido ignoradas estas criaturas de la noche. Guy Endore publicó en 1933 su novela "El hombre lobo en París".
Las leyendas de Merlín y Arturo nacidas en Europa, podría dar inicio a la "popularización" de las brujas que conocemos actualmente, aunque un poco manchadas por su reputación de amantes de Satanás. Aunque de no ser por ese estereotipo, las brujas no darían tanto miedo y no servirían para películas como "La bruja" del 2015, dirigida por Robert Eggers.
No podemos olvidarnos tampoco a los asesinos seriales enmascarados que son tan escurridizos, sanguinarios y, a veces, inmortales. Son tantas las películas de terror tipo slasher que han traído escenas icónicas y a las famosas scream queens. Nuevamente, en la Santa Biblia podemos conocer el antecedente del primer asesinato de la humanidad cuando Caín asesina a su hermano Abel. Luego en el viejo y nuevo testamento conocemos tantos hombres sean reyes o no que matan sin piedad alguna incluso a masas enteras. Si la Biblia te parece algo ambigua, basta entonces echarle un vistazo a las novelas del maestro Edgar Allan Poe o del ingenioso Arthur Conan Doyle con su personaje Sherlock Holmes, quien junto a su fiel compañero el doctor Watson, resuelven crímenes atroces hechos por la mano del hombre, que es a quién se le tiene que temer más que a los muertos.
Podemos ver que el cine del terror que conocen, lectores de Lewis, tiene un origen a la literatura. Si Lewis decide publicar esto, espero que dejen en lo comentarios su opinión al respecto y me gustaría saber si se habían puesto a pensar sobre este fenómeno literario que ha trascendido hasta estos tiempos modernos. Si les gustó lo que leyeron, les pido de la forma más cordial que voten. Sin nada más que decir, me despido de ustedes, lectores, fue un placer conocerlos y espero que la vida nos vuelva a reunir. Yo soy Nicholas Alejo, conde de Nocheterna y recuerden tener sus cuellos limpios. Buenas noches y ¡¡¡feliz Halloween!!!
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RandomAquí hablaré de un poco de todo, voy a contestar preguntas hasta dar mi opinión sobra algún tema, contaré cosas interesantes, entre otras cosas.