Capítulo 19

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Empezamos con unas copas, ya que Aless todavía no ha vuelto y suponemos que está con Millan, y les damos su espacio

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Empezamos con unas copas, ya que Aless todavía no ha vuelto y suponemos que está con Millan, y les damos su espacio.

Dario ha dejado de mirarme, y ahora está jugando con M al billar, mientras ella sigue apostando todas sus joyas de diamantes, y él le sigue ganando.

—Te dejará pobre— le dice Ak riéndose.

Luca y Ben se lanzan dagas con los ojos mientras teclean en sus teléfonos, y yo sigo charlando con Gatling y Mauser.

—Una mierda, lo recuperaré— dice una M poco convincente.

—Como me gustaría romperle esa cara arrogante— confiesa Gatling y yo ignoro el comentario, que me pica un poco en el estómago.

—Yo te ayudaría encantada— dice Mauser tomando de su copa.

—¿Sabíais que tiene algún tipo de distorsión mental?— lo que suelta por la boca Gatling, hace que me gira hacia ella y la encare.

—¿Puedes dejar de juzgar a cada ser por sus defectos? Es suficiente— Gatling me levanta una ceja y yo me doblo los brazos sobre mi pecho.

—¿Por qué lo defiendes?— me cuestiona mi propia amiga.

—Quizá deberías dejar de discriminar a las personas por sus dificultades mentales, incluso yo tengo algunos y por lo que sé no te burlas de mí— los ojos de Gatling se suavizan y levanta su mano lentamente y me acaricia la mejilla.

—Ojalá no estés cayendo en su juego, te acabará haciendo daño— no dejo sus ojos hasta que Mauser interviene.

—¿De qué habláis? ¿Tienes algo con Dario?— me cuestiona Mauser y yo empiezo a sudar.

—Esperemos que no— dice Gatling sin dejar de mirarme.

—No te metas en mis asuntos, ni siquiera lo intentes— si quiere enfrentarse a mí, lo haremos, no le temo a nada.

Mi sangre hierve mientras veo como una de mis amigas no me apoya, ni siquiera necesito que me apoye, no hay nada que apoyar, simplemente debe estar de mi lado sin importar el qué. Si hago algo y me equivoco, debe dejarme cometer mis errores y aprender de ellos. Yo siempre he estado con todas mis amigas, jamás las he juzgado, nunca me ha interesado el proceso de nada, siempre y cuando ellas estén de acuerdo con lo que están haciendo. Eso es todo.

Cuando voy a irme, Gatling me agarra de la muñeca y me olvido que soy Ann Li, ahora soy Colt y solo Colt.

Miro donde me está agarrando y levanto la mirada a su cara.

—Suéltame— una única palabra que deja en silencio toda la sala y la atención cae en nosotras.

—¿O qué? No puedes ser una cobarde cuando solo estoy diciendo una realidad, lo que te esté metiendo en la cabeza es imposible— dice en voz baja, que tan solo Mauser, Ak y yo la escuchamos.

Srta.ColtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora