CAPITULO 157: LA PRIMERA ISLA Y LA TERCERA MONTAÑA PARTE 2

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CAPITULO 157: LA PRIMERA ISLA Y LA TERCERA MONTAÑA PARTE 2

La Tercera Montaña de la Primera isla.

Era un lugar casi desolado de toda vida.

Desde que los demonios lo habían ocupado habían usado todos los recursos de la Isla para darle energía al tesoro antiguo del Señor Demoniaco.

Usaron las Tres Montañas y colocaron varias formaciones, para que toda la energía natural fuera absorbida, esto provoco un daño irreparable para toda la Isla, provocando que todas las plantas murieran, y los animales perecieran.

Los Señores Demoniacos que luchaban en el cielo, conocían la importancia del Tesoro Antiguo, por lo cual cuando la primera Montaña cayo, se alarmaron.

Esto provoco que la Tercera Iglesia y su Maestro avanzaran provocando que Altos demonios y Señores Demoniacos cayeran sucesivamente.

Lo peor de la Tercera Iglesia no era su aura de muerte, si no que, podían convertir a los Altos Demonios y Señores demoniacos en espectros, lo que empeoro esta batalla.

La tercera Iglesia tenía su tesoro antiguo, pero el tesoro era muy extraño, era algo dejado por el Antiguo Soberano Motzu, era conocida como la Pagoda de la Necromancia.

Los Señores Demoniacos estaban intentando por todos los medios destruirla, pero la Barrera de la Quinta Iglesia impedía que lo hicieran.

Poco a poco iban retrocediendo, ante la inminente presión, no tuvieron más opción que provocar que algunos Demonios Mayores de Nivel Medio descendieran.

Un Alto Demonio se sacrificó ante los ataques de la Tercera Iglesia, para que un grupo pudiera bajar hacia la primera Isla.

El Líder de estos demonios era un Demonio Mayor de Nivel medio, su piel pálida, llena de venas oscuras, a la vez que también parecía muy viejo. Varias arrugas se formaron en su cuerpo.

Este líder Demoniaco solo tenía la fuerza de la Formación del Núcleo en la etapa intermedia.

Habían bajado en total 10 demonios mayores de Nivel Medio, 8 estaban en la tercera montaña, y solo 2 en la segunda montaña.

Por el momento los 10 estaban heridos, curando sus heridos lo más rápido que pudieran, por lo cual aún no había movilizado las tropas.

Este líder Demoniaco estaba cruzado las piernas dentro de la Montaña, donde el magma era sustraído de la tierra para que la formación lo absorbiera. Era una vista espectacular, ver como un remolino de fuego se formaba y se alzaba a los cielos.

Era como si una ley misma estuviera controlando la misma naturaleza.

Aunque esta ley no era real, seguía siendo ilusoria.

El Líder Demoniaco observo toda la energía que podía ser sustraída para el tesoro Antiguo de los Señores Demoniacos.

"No falta mucho, a este paso, solo duraremos un mes más" – Fueron sus palabras, a la vez que fruncia el ceño.

La primera montaña había sido destruida, por lo cual solo dependían de estas Dos montañas.

Estaban haciendo todo lo posible para retrasar a la Santa Iglesia de Motzu.

"No le queda mucho tiempo a la Secta del Tesoro Demoniaco, nuestro antepasado ha fallecido, y solo podemos confiar en la palabra del Soberano Menor, nos equivocamos y pagamos por ello, ¿debería huir y esconderme?" – Su Suspiro estuvo envuelto en un miasma que pudría el suelo.

Cuando estaba pensando en que hacer a continuación.

De pronto un Demonio Mayor de Nivel Bajo se acercó por la puerta a toda velocidad.

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