CAPITULO 146: LAS LESIONES SON COSAS MUY DOLOROSAS
Adrián se despidió de Carol.
Ya le había comentado que camino debía seguir. Además, que casi todas las montañas se parecían mucho, aunque esta montaña estaba llena de plantas y no podía ser descuidado.
Carol se despidió amablemente, su cabello verde revoloteaba por el viento, produciendo una vista encantadora.
Carol no había visto la calidad de las plantas que había en estas pequeñas cajas, por lo cual le dio un poco de curiosidad.
Además, no quería hacerlo delante del hermano Adrián, después de todo era un regalo, y sería algo descortés.
"Cuando nos veamos de nuevo le diré algunas cosas que no se deben hacer en la primera iglesia" – Dijo con un poco de enojo Carol y a la vez con un poco de rubor.
"Bueno él no lo sabía" – Mientras caminaba saco la primera caja.
Sin embargo, cuando la abrió. Una poderosa energía natural envolvió casi toda el área, atrapando incluso a los discípulos cercanos, quienes pudieron sentir la inmensidad de tal aura.
"¿Esta energía?"
"¿Alguien consiguió una planta de mil años?"
"Eh, esa aura vino desde la hermana mayor Carol"
Esa aura atrajo la mirada de muchos.
Las cajas en las que Adrián había encerrado a las plantas milenarias eran especiales, las quería usar para que no se filtraran su poder espiritual.
En todo este asombro.
Carol fue la más sorprendida a la vez que su rostro se cubrió de un rubor rosado, que resaltaba su belleza.
Cuando se dio cuenta que todos lo miraban, ella inmediatamente cerro la caja, y se marcho del lugar.
No quería que nadie mirara su rostro.
"Acaso el sabia, o no, que no debes ir regalando esta clase de plantas a una chica de la primera Iglesia" – Se dijo así mismo Carol mientras intentaba ocultar su vergüenza.
"C-capaz solo fue coincidencia" – Carol se metió a otra intersección de calles, mientras en su cabeza aparecían muchos pensamientos.
Carol también regreso a mirar las demás cajas.
Pero también se acordó de las palabras de Adrián.
"El hermano Adrián, solo debió regalarme una planta milenaria por amistad" – Al pensarlo se calmó, sabía que Adrián pertenecía a la quinta Iglesia, por lo cual no tendría idea de las reglas de la primera iglesia.
Solo así logro calmar su vergüenza, y el latido de su corazón.
Al ver que nadie la seguía, decidió abrir nuevamente una caja para revisar en su interior.
Nuevamente la misma escena apareció, y otra planta de mil años apareció.
"S-solo es una coincidencia" – Se dijo así misma.
Al no creer que había más plantas de mil años, decidió seguir abriendo las demás cajas.
Toda la gente que veía esto se sentía asombrada, Carol había abierto cinco cajas en sucesión y todas contenían plantas milenarias.
Un regalo de esta magnitud, hizo que su rostro se volviera mas rojo, por lo cual desapareció del lugar, sin siquiera pensar en los demás asuntos que implicaban.

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UN ETERNO FINAL
Misterio / SuspensoAdrián un niño de 11 años seria lanzado al cruel mundo del cultivo a temprana edad, conocería de primera mano la desolación, y la devastación que los Dioses podían provocar sobre el ser humano común, sin embargo, eso no detendría su mirada puesta en...