Catorce

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Para Jeonghan, los síntomas del embarazo cada vez eran más notorios con el pasar de los días, y no eran los síntomas que las mujeres solían presentar durante la gestación, pues su cuerpo muerto no era capaz se sentir aquellos cambios que el cuerpo humano tiene durante aquella etapa; simplemente se sentía enfermo, débil y con mucha hambre. La sangre de animal, o de humanos congelada a la que estaba acostumbrado no le satisfacía, por más que bebiera de ella, su hambre seguía intacta, pero era de esperarse, pues en su cuerpo se albergaba un feto que se alimentaba de sangre humana.

Recordaba perfectamente sentirse de la misma manera la primera vez que probaron el hechizo para hacerlo quedar embarazado, un bebé vampiro consumía demasiado, pero él al ser un vampiro, era capaz de soportarlo mejor que una humana. Esa noche salió de caza con Jihoon, quien fue el primero en ofrecerse cuando Jeonghan le dijo a su pareja que quería comer de humanos vivos, y ya que Joshua estaba ocupado estudiando y recordando el proceso por el que habían pasado hace varios siglos atrás, dejó que el vampiro nacido lo acompañara.

—Siempre te ves pálido, pero últimamente luces aún más pálido— comentó Jihoon mientras caminaban por el bosque en busca de una víctima, llevaban un paso veloz.

—Sí, es el bebé— respondió cansado, sensación provocada por la falta de sangre humana en su cuerpo, pues el bebé consumía demasiado de ella, dejándole demasiado poco al vampiro para subsistir —crece muy rápido y su apetito es enorme.

—¿Qué harás cuando ya no puedas salir de casa para alimentarte?

—Joshua traerá el alimento para mí—miró a su alrededor, pues creyó escuchar algo.

Jihoon también lo había escuchado, detuvieron su caminar y prestaron atención a los sonidos del bosque; el aire soplaba con fuerza, removiendo los árboles y creando diversos sonidos crujientes. Al ser media noche, no esperaban encontrar humanos vagando por el lugar, por eso habían decidido dirigirse a la ciudad más cercana a ellos -aunque estaba bastante lejos-, así que fue una completa sorpresa cuando, al acercarse al lugar de donde provenía el sonido, encontraron a un grupo de personas acampando.

Habían tres tiendas de campaña colocadas alrededor de las seis personas, una cálida fogata y mucha comida que atraía a algunos animales nocturnos. Jihoon miró a Jeonghan esperando que le diera la señal para lanzarse sobre de ellos, sin embargo, este se encontraba analizando la situación y las posibles reacciones de las personas; supuso que las chicas comenzarían a gritar, mientras los hombres se harían a los valientes y tratarían de defenderlos, o su segunda opción; los chicos gritarían y huirían junto a las chicas.

Cualquiera que fuese el resultado, Jeonghan le susurró —si se alejan demasiado, los llevas a tu mundo.

Jihoon asintió y sonrió en cuanto Jeonghan le dio la señal; ambos se movieron veloces en el bosque, Jihoon se lanzó sobre la chica más cercana a él, y la secuestró, de inmediato sus amigos reaccionaron, sólo habían visto pasar una sombra negra y de pronto la chica había desaparecido. Una de ellas comenzó a gritar cuando uno de los chicos fue llevado por Jeonghan, quien estaba tan hambriento, que ni siquiera se alejó del grupo para devorar la sangre del humano. Mientras los otros trataban de correr, una de las chicas -la que gritó- se quedó paralizada al ver cómo su amigo lentamente perdía el color en su piel y quedaba raquítico, hasta el punto de parecer un esqueleto cubierto por escasos músculos y pura piel.

Jeonghan aprovechó que su segunda víctima se había quedado ahí, y en un veloz movimiento se lanzó contra su cuello y le succionó toda la sangre hasta acabar con ella. Por otro lado, Jihoon estaba persiguiendo a una de sus víctimas, jugando con su comida como le habría gustado hacer de niño; en cuanto se dio cuenta que estaba alejándose demasiado, lo llevó a su mundo, combinándolo con el real, para que ninguno sintiera que fueron transportados. El bosque en el mundo de Jihoon parecía inmenso, pero era solo la perspectiva que Jihoon le quería dar a sus víctimas, quienes corrían sin parar, esperando no ser atrapados.

Hidden 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora