Hidden 2

Cuarenta y ocho

Luego de la visita a los hombres lobo, no pasó mucho tiempo para que Jihoon los trajera de vuelta a su mundo; Samuel se veía satisfecho con el resultado que había obtenido, aunque el menor de los vampiros nacidos sabía que al final tuvo que hacer dos intentos para conseguir lo que quería, era suficiente para dar con éxito aquella pequeña misión. Por otro lado, Chan se veía afligido y preocupado, temiendo que las cosas no pudieran regresar a la normalidad, y que al final, Minghao ya no iba a querer estar con ellos, tal como se había negado en un principio. Jihoon no preguntó al respecto, pues Samuel estaba listo para dar el siguiente paso.

—Jihoon, necesitamos hablar.

El menor dejó de mirar a su padre, para mirar a Samuel —claro, dime.

—El día que obtuviste el control de mis poderes, dejaste vivo a alguien del clan que te había atacado, ¿no?— preguntó Samuel mirando fijamente a Jihoon, quien se limitó a asentir por lo culpable que se sentía ante aquel acto, pues suponía que debido a ese vampiro, los Chae, o quien los haya afectado, los había atacado —¿hay manera de que lo contactes? Necesitamos hablar con él.

Jihoon suspiró —sí, puedo localizarlo...

—¿De verdad dejaste ir a uno por voluntad propia?— cuestionó Chan decepcionado —¿por qué dijiste que los mataste a todos?

—Lo dije porque sabía que me reprocharías como lo estás haciendo ahora— suspiró —iba a usar a ese vampiro a mi favor, pero... no estoy seguro si debido a él nos pasó todo esto.

Chan separó ligeramente sus labios por lo sorprendente que seguían siendo los actos de su hijo; rió un poco ante lo incrédulo que estaba, negó y dijo —no sé porqué sigo sorprendiéndome de cada cosa que haces— dijo con un toque de decepción que Jihoon resintió —Samuel te lo encargo, sé que lo harás comportarse— dijo dando la vuelta para marcharse.

A Jihoon le dolieron aquellas palabras, aunque no lo había regañado, ni le había dado un sermón como solía hacerlo antes de que alcanzara la edad adulta, eran más dolorosas esas palabras; hizo una mueca en los labios, pero no dijo nada al respecto, su ceño se había fruncido y lo vio marcharse por el portal antes de que Samuel volviera a decir algo.

—¿Me puedes contar cómo pasó? ¿Qué fue lo que pensaste cuando lo dejaste ir?

Una vez más Jihoon suspiraba, miró al vampiro y comenzó a recordar aquel día, donde él había atacado a Seungcheol por una furia que no le pertenecía, casi lo mataba, y era un dolor que no podía quitarse de la mente y el corazón. Recordaba exactamente lo que había pensado, y cómo había ocurrido todo, así que comenzó a explicarle al mayor cada detalle de ese momento, donde en medio de la caótica jungla, que seguía agitándose con enfado por lo que le había provocado aquel desconocido clan, comenzó a escuchar unos aplausos lentos y pausados por parte de una persona, volteó a ver, sólo quedaba uno vivo, pues cinco de ellos habían sido asesinados de la manera más sanguinaria que a Jihoon se le ocurrió en ese momento. El vampiro que quedaba con vida estaba de pie sujetado de las piernas por las lianas de Jihoon, pero como se había concentrado en matar a cada uno detalladamente, aún no había hecho algo con él.

—¡Wow, que maravilloso espectáculo de sangre diste!— expresó aquel vampiro sin dejar de aplaudir lenta y pausadamente. Jihoon estaba confundido, y lo dejó hablar —no siempre es fácil encontrar vampiros sanguinarios como tú, ¿sabes? Tienes mucho potencial y sé que hay alguien a quien le encantará tenerte.

—¿De qué hablas?— soltó la cabeza del último vampiro que había matado y la dejó rodar por el campo, mientras caminaba lentamente a ese vampiro.

—Hay un clan que está reclutando vampiros como tú— al ver la expresión de Jihoon de no saber nada, continuó —¿has escuchado hablar de los Chae? Son un clan de vampiros bastante poderosos, ellos acabaron con todo el clan Bang, ¿sabías?