El día seguía transcurriendo, y cierta pareja seguía enredada entre las sábanas amándose como nunca habían hecho; por otro lado, las demás criaturas continuaron su día como de costumbre. Jun iba caminando por uno de los pasillos cuando captó la señal del sonoro gemir de Jihoon y Seungcheol, sonrió al saber que el menor aprovechaba cada instante, y ahora que era un adulto, ya no era necesario acusarlo con su padre, sobre todo porque sabía que si lo intentaba con tal de molestarlo, Jihoon haría lo mismo con él y muy seguramente Minghao terminaría enfadado por las constantes interrupciones que el vampiro nacido podría llegar a hacer en forma de venganza. Continuó su caminar hacia el estudio de Jeonghan y entró en él apenas llegó.
—¿Jugamos damas chinas? Aún me debes una revancha— le dijo a su líder.
—¿Aún lo recuerdas? Fue hace como ocho años— rió Jeonghan con gracia.
—¡Claro que aún lo recuerdo! Y no lo dejaré pasar fácilmente— frunció el ceño de forma retadora y se sentó en el sillón frente a una pequeña mesa cuadrada que normalmente usaban para jugar ajedrez, damas chinas y otros juegos de dos contrincantes.
Jeonghan tomó la revancha y se dispusieron a jugar con empeño. Sus manos se movían veloces sobre el tablero, sin esperar a que el otro tomara más tiempo del necesario en pensar su estrategia a detalle, después de todo, era un juego habitual entre ellos que sabían jugar muy bien; la partida no duró demasiado y Jeonghan fue el ganador.
—Que sean dos de tres— dijo Jun al tiempo que reacomodaba las piezas para iniciar una nueva partida.
—Como quieras, igual te voy a ganar— rió burlesco y movió su primera ficha.
En pocos minutos la partida volvió a acabar y esta vez Jun fue el ganador, celebró con victoria como si ya hubiese ganado las dos partidas de tres, pero aún debían jugar otra ronda para decidir al verdadero ganador. En ese momento Joshua entró a la habitación y sonrió al verlos entretenidos, moviendo sus manos con velocidad para no tardar demasiado en ello.
—¿Creen acabar pronto? Quiero hablar con Jeonghan a solas— dijo Joshua al acercarse a la mesa.
Jun parpadeó y giró su cabeza para verlo, descuidando su juego un segundo, y sólo eso bastó para que al regresar la mirada, la jugada estuviese cambiada, tal como había sucedido la última vez —¡YOON JEONGHAN, ERES UN TRAMPOSO DE MIERDA!— expresó furioso y aventó el tablero, haciendo que el rubio riera a carcajadas. Se marchó de la habitación con furia y se movió veloz por la casa en busca de alguna de sus parejas que pudiera consolarlo.
Mientras tanto, Jeonghan continuó riendo hasta que Joshua tornó seria la conversación —¿crees que ha llegado el momento?— dijo al tomar asiento frente a su pareja.
—¿Momento de qué?— preguntó calmando su risa.
—Mingyu y Wonwoo, ¿los has visto con Woomin?
—¡Oh! Crees que ha llegado el momento de que hagan su familia, ¿no es así?— inquirió al recordar lo que sucedió durante la noche, mientras Mingyu y Wonwoo jugaban con la cachorra, esta tuvo una transformación espontánea, pues al estar rodeada de personas y no de lobos, a veces sin querer tomaba una forma humana, a veces duraba horas y en otras ocasiones unos escasos minutos o segundos. La imagen de Wonwoo abrazando a la niña le hizo sonreír y anhelar una hija o hijo también.
«Y que nosotros también lo intentemos» comentó Joshua al no poder evitar introducirse en sus pensamientos, además quería evitar que Jun los escuchara.
Jeonghan borró su sonrisa y miró a su pareja «¿de qué hablas?» siguió comunicándose por su mente.
«Sé que envidias la bonita relación de padre e hija que Wonwoo está construyendo con la cachorra, prácticamente la adoptaron» el rubio intentó negarse, pero Joshua agregó «escuché tus pensamientos».

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Hidden 2
Hayran KurguEl clan de los Yoon ocultaba muchos secretos de los que si alguien más se enteraban, comenzarían una caza por sus cabezas, y aunque sus dos mayores secretos fueron revelados, tener un vampiro nacido y una alianza con la nueva manada Choi, no eran lo...