Veinte

313 61 9
                                    

—Es increíble, ¿no? Estamos aquí desnudos mientras nuestros novios se fantasean con otras personas— dijo Mingyu mirando a Wonwoo, sin poder evitar ver cómo su miembro parecía palpitar de emoción.

Seungcheol asintió cerrando los ojos, llevaba rato mirando al techo para evitar seguir viendo a los demás, aunque no podía evitar escuchar el constante gemir de los demás, el choque de pieles y fluidos mezclándose lascivamente —a veces me llena de rabia que Jihoon ande mirando a los demás, pero supongo que todos los vampiros son así.

Mingyu asintió pensativo —estoy seguro de que Wonwoo está con Jun y Chan en esa fantasía... ellos eran sus amantes y no creo que se olvide de ellos fácilmente.

—Jihoon debe estar con todos los demás— rió al pensar que Jihoon simplemente tendría sexo con todos por probar algo, y no porque realmente deseara a alguien en específico, de lo cual no se equivocaba.

La noche ya estaba llegando a su fin, así como los efectos de la sangre envenenada, y la sangre de vampiro que tres hombres lobo habían ingerido; los sonidos eróticos fueron cesando lentamente mientras iban alcanzado sus últimos orgasmos, cada uno a su tiempo. Jihoon gimió alto y abrió los ojos cuando se corrió de su placentera fantasía, aferrándose al cuerpo de Seungcheol, este lo miró fijamente con una ceja alzada, pues parecía que ese había sido un buen orgasmo para el menor; el vampiro nacido suspiró, si bien, el sexo con su novio era increíble, debía admitir que se había fabricado una muy buena fantasía que lo había ayudado a que su cuerpo se estremeciera y su semen saliera disparado sin necesidad de tocarse.

Miró a su novio con una gran sonrisa y unió sus labios antes de decir —acaba en mí.

Seungcheol negó con una expresión de incredulidad, pero era Jihoon, así que realmente estaba esperando algo como eso, por lo que comenzó a embestirlo con fuerzas, y ya que parecía ser el final de la noche, podía correrse en el interior de Jihoon, pues su pene comenzaba a doler; al menos agradecía que Jihoon le hubiera dado dos gotas de su sangre al principio de la noche, pues sino, no habría sido capaz de soportar pasar practicamente toda la noche con la misma erección.

—¡Aagh Cheol!— gimió Jihoon al sentir los chorros calientes fluyendo en su interior y deslizándose entre sus muslos.

Wonwoo también había despertado de la erótica fantasía, pero a diferencia de Jihoon, él no pudo correrse en el sueño, pues el menor había terminado muy pronto la fantasía al eyacular, así que tuvo que masturbarse para conseguirlo. Mingyu pudo ayudarlo con ello, escondió su rostro en el cuello del mayor, dejando unos pocos besos mientras su mano se movía con rapidez sobre el pene de Wonwoo, el cual ya no tardó en correrse y derramar en la mano del licántropo su semen.

Los hombres lobo estaban muy agotados, Soonyoung y Minghao terminaron durmiéndose en el suelo luego de que Jeonghan y Chan acabaran con ellos respectivamente; Soonyoung había sido penetrado por Jeonghan, mientras que Chan había montado a Minghao para que este lo follara con lujuria. Seokmin estaba desparramado sobre el sofá, con dos vampiros encima de él, Samuel estaba terminando de acariciar su pene que nuevamente tomaba su tamaño habitual después de haberse corrido y Jun estaba besando su pecho. Joshua estaba con Jeonghan besándose luego de haber terminado con Samuel minutos atrás, estando listos para ir a su habitación y tomar una larga ducha envueltos entre besos y una nueva acción sólo entre ellos dos.

Los vampiros dejaron que los hombres lobo durmieran unas largas horas durante todo el día, Seungkwan llegó a la estancia por la mañana, mirando el desastre que había en el lugar; los muebles estaban desacomodados y tenían algunas partes rasgadas -por parte de los vampiros que habían enterrado con fuerza sus uñas ante el placer que llegaron a sentir- la ropa se había quedado tirada por toda la estancia, había fluidos derramados en el suelo y en los sofás, además de los licántropos que se habían quedado ahí durmiendo en el piso. Seungkwan negó, ya podía imaginar todo lo que había ocurrido, pero al menos su habitación estaba lo suficientemente lejos del lugar como para que los ruidos llegaran hasta ahí.

Hidden 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora