Hidden 2

Treinta y seis

El corazón de Jihoon estaba completamente destrozado, algo había pasado mientras ellos estaban ocupados en el parto, que no sólo desapareció la casa, sino también el amor que Seungcheol le tenía y era demasiado claro que su lazo con él estaba roto; no sabía cómo o por qué, pero fuese lo hubiera pasado, él iba a encargarse de que todo volviera a la normalidad. No hubo necesidad de que la pareja preguntara qué había pasado en el encuentro con Seungcheol pues el cielo nublado, y el frío que comenzaba a hacerse más fuerte en el mundo de Jihoon, les hacía saber de la tristeza del vampiro nacido.

—¿Qué haremos para recuperar todo?— preguntó Jihoon al llegar con la pareja, sentándose en el sofá junto a la cama.

Joshua miró a Jeonghan y luego de vuelta al menor —bueno... sabemos dónde están los hombres lobo ahora, pero aún nos falta localizar a los demás, tal vez con ellos será más fácil entender lo que está ocurriendo.

Jihoon asintió, sorbió sus fluidos nasales y lo miró —¿puedes comunicarte con ellos? Si yo los busco... creo que no me van a conocer.

—¿Por qué lo piensas?— preguntó Jeonghan arrullando a su hija.

—Seungcheol dijo que perdió a su alma gemela hace más de once años, lo que significa que... los últimos once años ya no existen— respondió de una forma pensativa y preocupante.

—¿Perdió a su alma gemela hace once años? ¿Cómo es posible eso?

Jihoon se encogió de hombros —al principio pensé que sólo le habían borrado la memoria, lo que tendría sentido con lo que les dijeron en la predicción, pero cuando dijo que perdió a su alma gemela y que se volvió frío, perdió todo el sentido; su lazo debería estar intacto aunque no me recuerde, su lazo debió reconocerme, y no lo hizo— dijo afligido.

—Tengo una teoría de quién podría estar haciendo esto— mencionó Jeonghan ante el breve silencio que se presentó —una parte me dice que puede ser Seohyun, ella quedó completamente irritada luego de nuestro encuentro, y no dudo que haya planeado algo para afectarnos a todos sin tener que enfrentarnos en batalla, pues sabe perfectamente que ninguno de los dos ganará si peleamos.

—¿Y la otra parte?— preguntó Joshua.

—La otra parte me dice que son los Chae.

—¿Los Chae?— interrogó Joshua con sorpresa —pero ellos no tienen motivo para atacarnos, es más, nosotros somos los que nos debemos vengar de ellos; fue a causa de ellos que casi perdemos a Jihoon...

—No veo imposible la idea— interrumpió Jihoon. Talló sus ojos y frunció el ceño con arrepentimiento; se levantó del asiento para dar unos cuantos pasos antes de decir —¿recuerdan el día donde obtuve el poder de controlar el poder de Samuel?— la pareja asintió —bueno, uno de los vampiros me hizo una propuesta... dijo que sería bien reclutado con los Chae, y que al parecer están juntando a más vampiros fuertes— hizo una pausa —yo...— suspiró y no fue capaz de mirar a la pareja —tuve la idea de ir con él para matarlos yo mismo.

—¿Y lo hiciste?— preguntó Jeonghan con cautela, teniendo miedo de las palabras que diría el vampiro nacido.

Jihoon negó con la cabeza —no lo hice... y simplemente lo dejé ir— cubrió su boca y los miró.

Recordaba frescamente ese momento en el que se enfrentó al clan de la playa, luego de retroceder el tiempo ante el daño que le había causado a su familia, y sobre todo ese momento en el que el vampiro le sugirió ir con él y conocer a los Chae, era la oportunidad perfecta para atacarlos desprevenidos, para saber dónde se resguardaban y a qué tantos vampiros ya habían reclutado. Pero la voz de su conciencia usando la grave voz de Seungcheol, le dijo «no lo hagas, es una estúpida idea si vas y los enfrentas solo». Miró al sujeto por un largo tiempo y simplemente negó, era una idea tonta que no podía considerar, así que lo enrolló entre sus lianas para deshacerse de él, pero antes de hacerlo por completo pensó «me servirá para encontrarlos y quizás meterme entre sus aliados para sabotearlos desde dentro, después de todo no me conocen». Así que con esa idea de poder infiltrarse entre los vampiros que los Chae estaban reclutando, sacó al sujeto de su mundo antes de que las lianas lo hicieran trizas.