Carta #27

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Amanecer

No he escrito mucho desde que nos dieron la buena noticia. Ya sabes, de tu drogadicción. Todo ha salido de maravilla pasar mis vacaciones contigo fue un verdadero placer y una de las mejores decisiones que he tomado.

Lo que me puso más feliz esta noche fue cuando tu padre me envolvió en sus brazos y me agradeció todo lo que hice por ti.

<<Los ángeles no se pueden observar, pero cuando te caes al suelo logras ver a uno de ellos sosteniendo tu mano.>>

 Vaya, tú padre era otro poeta, pero no sería capaz de llevarme el crédito, tus padres y claro que tú también han puesto de su parte, solo digamos que mi tarea consistía en mantenerlos a todos unidos.

Porque si, así soy yo, trato de apoyar a las personas con la ligera esperanza de que podrán cambiar y con ellos también el mundo. No podía guardarme este secreto y le conté a Iana lo cual ella también estaba muy feliz por ti, la única que sabia la historia completa.

Después de todo esto tal vez y ser psicóloga no es una mala idea me gusta la idea de que con mi ayuda las personas puedan sentirse mejor y superar ciertos problemas.

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Salimos de casa con la intención de dar un paseo por el muelle o al menos eso creía .La brisa fresca y el ruido de las olas golpear las rocas me envolvía momentáneamente en una inmensa tranquilidad, hasta que una risa traviesa que se dibujaba de oreja a oreja en tu rostro me hizo detenerme.

—¿Te apetece una pequeña aventura? — me preguntaste,con  tus ojos brillando de emoción.


Antes de que pudiera darte una respuesta, me tomaste de la mano y comenzamos a correr hacia el final del muelle. Sentí la adrenalina correr por mis venas mientras nuestras risas se escuchaban por toda la playa. Al llegar al final, nos encontramos con un bote amarrado. Saltaste a bordo y me ayudaste a subir.

—¿Estás loco? — te dije, riendo. — ¿Sabes siquiera cómo manejar esto?

Solo sonreíste y encendiste el motor. — Confía en mí — dijiste, mientras nos alejábamos del muelle.

Navegamos hacia el interior del mar dejando cada vez más atrás la costa eso me provoco algo de pánico, pero no te dije nada. Dejamos un reflejo plateado sobre el agua, la luna llena iluminaba nuestro camino. Tomaste asiento junto a mí y me envolviste en tus brazos después de parar el bote en un lugar tranquilo.

—Quería compartir contigo este momento—dijo en voz baja. —Esto representa, en mi opinión, nuestra libertad y nuestro nuevo comienzo.


Nos quedamos abrazados allí mientras mirábamos el horizonte. Me invadió una paz inexplicable.

De repente descubrimos una luz en la distancia que se acercaba rápidamente a nosotros.

En un instante, vimos una luz que se acercaba rápidamente a nosotros. Te pusiste  tensó y te levantaste para observar con atención. Pronto pudimos notar que era otro bote, mucho más grande y rápido que el nuestro; la luz se acercaba cada vez más.

 dijiste con una voz que combinaba determinación y preocupación: —Tenemos compañía.


El bote desconocido comenzó a rodearnos sin avisar, generando olas que sacudían nuestro pequeño bote. Los rostros de dos hombres se ocultaban bajo capuchas oscuras cuando saltaron a bordo. Mientras me empujabas detrás de ti, dispuesto a protegerme, sentí un nudo en el estómago.

—¿Cuál es su deseo? — Con voz firme, interrogaste.



—Solo tomaremos lo que necesitamos y nos iremos — respondió uno de los hombres, sacando un cuchillo. —No queremos problemas.

El corazón me latía con fuerza mientras veía a como te  enfrentaste a los intrusos. Con un movimiento rápido, desarmaste al hombre del cuchillo y lo tiraste por la borda. El segundo hombre intentó atacarte, pero lo derribaste con un golpe certero.

—¡Adelante! Tomaste mi mano y me ayudaste a saltar al agua

Alejados del bote en medio del caos, nadamos con todas nuestras fuerzas. Al final, exhaustos pero a salvo, llegamos a la orilla. Nos caímos en la arena con dificultad, pero aliviados por haber escapado.



Nos observamos, todavía temblando por la emoción. —Te prometí una aventura, ¿verdad? —murmuraste, mientras me abrazabas con fuerza.



Reí entre lágrimas y respondí: —No me refería a esto.

La noche mas interesante que pase estando a tu lado,aun  cuando siento la adrenalina que sentí cuando nade de regreso a la playa.No solo habías robado aquel bote si no que también mi corazon....

No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora