carta #29

23 2 0
                                    


Cariño.

Para sorprenderte a ti, específicamente, era un área muy complicada. Mentirte me ponía nerviosa cada vez que podía verte a los ojos, y para ser sincera, los pretextos no se me dan bien. Pero después de bombardear al dueño de la disquera con mensajes, ahora él me perseguía y pedía conocerte lo más pronto posible.

Al verte tras esa inmensa ventana de cristal, con tu guitarra y tu libreta en mano, me hacía creer que tal vez sí tenías algo especial para este tipo de ocasiones.

<<Tranquila, le encantará la idea>>, me repetía constantemente.

Me senté frente a ti y luego recorrí tu hombro con mi mano de manera cálida. Tu mirada me observaba con paciencia y cautela mientras recorría la habitación. Aunque no hay momentos perfectos ni mucho menos palabras adecuadas, seguía pensando en las palabras adecuadas para contarte.

—Conversé con algunas personas. Les informé del talento que tenías y  quieren conocerte,porque eres muy talentosos y tienen una voz impresionante.

Tu cara se iluminó con una expresión indescriptible, pero increíble. Corriste a abrazarme y me levantaste en el aire, gritando eufórico. Obviamente, te gustó la sorpresa.

Al día siguiente, teníamos una cita con el señor cuyo nombre no recuerdo exactamente. Quedamos en desayunar con él y escuchar los grandes planes que se llevarían a cabo si cumplías con ciertos estándares que él había imaginado a partir de mis mensajes. Bueno, lo siento, eso fue culpa mía.

Al entrar en ese lugar, te vi sentirte tan cómodo que cantar no fue un problema. Caminaste hacia una cabina y te pidieron alguna canción que tuvieras o alguna de tus favoritas.

Verte ahí, entregado a tu música, me hizo darme cuenta de que esto era parte de ti, y que tenías un gran futuro en la música.

Después de un día lleno de emociones y nervios, decidimos hacer un paseo por el parque esa noche. El ambiente ideal era el susurro de las hojas y la brisa fresca. Disfrutando de la tranquilidad y la proximidad, caminábamos de la mano en silencio.

Rompiendo el silencio, dijiste: — No puedo creer lo que hiciste hoy por mí — Nunca había tenido a alguien que me creyera de esa manera.

— Siempre he creído en ti — respondí, mirándote con ternura. — Sabía que tenías algo especial desde el primer momento que te vi.

Nos paramos frente a un lago iluminado por la luna. Nuestras figuras y las estrellas parecían brillar solo para nosotros en el agua. Cuando nos sentamos en un banco cercano, tenías apoyada tu cabeza en mi hombro.


En un susurro, dijiste: — Me has dado tanto, Maya. Más de lo que nunca habría podido haber pedido.

Te acaricie con una mano aquella melena rubia en respuesta a tu confesión después de reincorporaste y me observaste fijamente a los ojos, deteniéndote un momento, observando cada detalle de mi rostro...

—Te amo maya

Era la primera vez que alguien me decía: "Te amo" con tanto cariño contenido y sobre todo con tanta sinceridad que se reflejaban en tus ojos, ahí me di cuenta que no volvería a ser la misma





No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora