No somos y no seremos...

Un mes una semana:

Nils

Aun existían más secretos cosas que debía confesarte así que volví a seguir la misma rutina.

En sentarme a un lado de ti y contarte el resto. El beso, la única forma en que una venda gigante cayera de mis ojos en que ella había imaginado mi cercanía con algún amorío. Verte parada a un lado de la puerta me hizo tener pavor. Ver en cómo te alejabas y por más que me esforzaba en alcanzarte no pude. Te perdí el rastro y en esa ocasión Henry pago los platos rotos, otro inocente en una desagradable historia.

Recargarme sobre la puerta de tu casa e intentar decirte la verdad, en que estaba drogado y que me encontraba en otro mundo. Pero eso hubiera sido peor, las consecuencias aun seguirían igual de graves.

Mi razón para alejarme de ti fue esa, en sentir que te defraude, en mentirte mirando aquellos ojos tan bonitos.

Dejarte ir era una de las cosas más complicadas que hice. Estaba comenzando a actuar de una manera tan malvada contigo, y no lo merecías. Lo sabía, Constantemente mi conciencia me golpeaba cuando más distraído me encontraba.

Intentando de convencerme en revertirlo y contar en como estuvo todo. La frase de:

<<Ya no encajas con mi estilo de vida.>>

Me quemaba, era como sentir apuñaladas justo en el corazón. Lo peor es que mezcle los sentimientos de terceras personas, sabía después de todo que la chica dealer sentía algo por mí y no se negaría en formar parte de esta mentira. Acepto a la descabellada idea y bueno en cuestión de horas la noticia se volvió tan viral que volví a pensar en ti y en cómo te lo habías tomado.

Había terminado por rompernos a ambos...