Capitulo#43

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Romper cadenas...



Tocar la puerta de tu casa sin previo aviso no fue la mejor idea. Pensé que tal vez no estarías y que esto no saldría como lo había imaginado en mi cabeza. Mis piernas temblaban y mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho. ¿Qué miedo, no?

Tu madre abrió la puerta despacio, sus ojos se iluminaron y una sonrisa se apoderó de su cara. Me abrazó de inmediato y me dejó entrar a tu habitación para despertarte. Mi gran cómplice...

No tenía muy buenos recuerdos de tu habitación; sinceramente, me trasladaban a los oscuros días en los que estabas recibiendo ayuda para dejar las drogas. Todo estaba oscuro y tenía la sensación de que en cualquier momento tropezaría con algo y echaría esto a perder. Madre mía, en la que me había metido ese día.

Toqué tu hombro desnudo y esperé pacientemente. Descubrí que tenías el sueño más profundo, así que fallé en despertarte. Decidí correr las cortinas rápidamente y dejar que los rayos del sol te cegaran por unos segundos. Luego, tomé impulso y salté en tu cama. Te levantaste como un loco.

—¡¡¡Estás aquí!!! —gritaste entre risas y confusión.

Me atrajiste hacia ti, y entonces rodamos por la cama. Las sábanas nos envolvieron y nos caímos al suelo. Me miraste con esos ojos llenos de amor y sorpresa, y todo lo que pude decir fue:

—Estoy aquí.

En ese momento, mientras estábamos enredados en las sábanas en el suelo, me di cuenta de cuánto te había extrañado. Sentir tu piel contra la mía, escuchar tu risa, ver esa chispa de alegría en tus ojos... todo valía la pena. El miedo, la incertidumbre, todo se desvaneció con un solo abrazo.

Nos quedamos ahí, riendo y hablando de todo y de nada, disfrutando simplemente de estar juntos. No importaba lo que el futuro nos deparara, en ese instante, todo estaba bien. La distancia se había reducido a nada, y el amor nos envolvía, cálido y reconfortante.

—Nunca más quiero estar lejos de ti —dije suavemente, acariciando tu mejilla.

—Nunca más —respondiste, besándome con una ternura que hacía que todo el viaje, todo el esfuerzo, valiera la pena.

<<La distancia en poco tiempo puede transformarse en centímetros de tu cuerpo, y en segundos de besar tus labios.>>

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adjunto musicaaaa ahhhhh....

No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora