Una semana después:

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Nils


No saldría ni a patadas de aquí. Compré el lugar y me quedaba justo en aquel balcón donde tiempo después me di cuenta de que tenía una perfecta vista al lago.

Días sin dormir, en ver el sol salir y esconderse eran tan parte de mí. Tan tú, algo que tranquilizaba mi corazón momentáneamente.

Mi madre al escuchar la noticia de tu partida y en cómo había hecho tonterías los últimos días, tomo el primer vuelo, y vino en mi ayuda. Desde entonces aún sigue rondando por la casa, echando vueltas a mi habitación, como si fuera alguna especie de autobús con horarios tan exactos.

Preguntando:<< ¿tienes hambre?>><< ¿Te apetece salir?>>,<<Tu padre pregunta por ti, ¿qué digo?>>

Y en muchas ocasiones específicamente cuando el sol cae y las horas avanzan, se convierte en una madre muy mandona.

Y me exige: <<Ve a dormir>> <<Tienes que salir o empeoraras>> <<Tienes que encontrar la mejor manera de sobre llevarlo>><<No puedes seguir viviendo de esta manera, cámbialo.>>

¿Tan complicado era entender una perdida?,¿Hacia falta sentirlo en carne propia para comprenderme en estos momentos?

La vida a nosotros nos había dado leves probadas de lo que podría significar ver como uno de los dos podría irse en cualquier momento. Claramente yo no supe darme cuenta de esto a tiempo. Intenté buscarte cuando el ultimo granito de arena cayo y entonces... 

Ya era demasiado tarde.

No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora