Capitulo #62

11 3 0
                                    





Límites..



Esto es lo que más me duele anotar, fue entonces el momento en que todo se desbordó. Un nuevo huracán acompañado con rayos, lluvia, mucho caos y destruyendo todo a su paso. Sintiendo como mi lugar seguro, no era del todo así y que mi único hogar aquí no era solo mío, sino de alguien más....


De alguna manera, la vida trató de que me diera cuenta, pero aún seguía justificando acciones fuera de lo amistoso. Te vi, nadie me lo contó. Somos pocas las personas que presenciamos una infidelidad en primera fila, siempre es alguien quien abre nuestros ojos y nos muestra pruebas... Pero no, yo afronté esto sola.


Caminar al camerino de última y ver que ella estaba antes que yo me hizo enfadar, pero ver cómo te besó y respondiste a eso me destrozó, en cómo tu mano entró por dentro de su playera y acariciaste su piel desnuda, en cómo ella intentó quitarte la camisa, pero por la mucha diferencia de estatura no pudo. Vi ante mis ojos la viva prueba de que el ser humano suele ser egoísta con quien lo ama, porque somos tan malvados que siempre queremos más. Ah, pero claro, nos negamos a soltar aquello que ya no nos sirve, así como tú. Te negabas a hablar conmigo de que había alguien más.


¿Por qué mentir? ¿Por qué engañar? ¿Por qué esperar a que yo viera este tipo de escenarios, destructivos para mi salud mental? Un desvío de mirada de ti hacia la puerta te hizo abrir tus ojos como platos y apartarla lo más lejos posible. ¿Qué harías entonces? ¿Negar lo que vi en primera fila, en cómo me ignoraron y siguieron con su estúpido juego, esta vez ante mis ojos?Suena tonto decir: ¿Cómo no me di cuenta? ¿Qué estúpida fui? Muy en el fondo ya lo sabía y no quería reconocerlo. Una vez más, me aparté de ti, con temor a todo, pero estaba segura de que no volvería.


"¡Podemos hablar!" te escuchaba gritar mientras seguía caminando y evadiendo a las personas de prisa. Traté de tomar un taxi, pero la sociedad está tan podrida que el primero en detenerse me recorrió con una mirada tan asquerosa, pensando por un momento que estaba desnuda. Preferí caminar a la central de autobuses, tanto que mis pies estaban ampollados por culpa de las zapatillas y mi maquillaje corrido por haber llorado a cántaros. Aun así, entré a la estación y pedí un boleto con destino a Miami.



La noche más larga para mí. El celular estuvo notificando llamadas y mensajes de todo el mundo. Aunque debo admitir que solo respondí la llamada de mi mejor amiga. Hacerle una videollamada y llorar frente a la cámara de mi celular mientras ella seguía diciendo que me calmara y que volaría a Miami, importándole una mierda los deberes que tenía. Eso hacían las personas a las que verdaderamente les importabas.



El celular no paraba de vibrar con mensajes tuyos:"Maya, por favor, hablemos.""No es lo que parece, déjame explicarte.""Te amo, no quiero perderte.""¿Dónde estás? Estoy preocupado.""Nunca quise hacerte daño. Por favor, contéstame."



Leí cada mensaje, sintiendo cómo se rompía un poco más mi corazón con cada palabra. Pero no respondí. Necesitaba tiempo, espacio, y sobre todo, necesitaba encontrarme a mí misma en medio de este caos.<<Deberíamos aprender a ser lo suficientemente fuertes para poner límites, o las consecuencias podrían terminar con nosotros mismos.>>

No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora