Capitulo #54

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Presencia o ausencia...


A pesar de tu ausencia y de que no pediste disculpas como las personas normales lo hacen, sé que hoy es tu tercer concierto y que poco a poco estás llenando lugares cada vez más grandes. Una parte de mí se siente mal por no haberme quedado ahí. Era tu día más importante en tu carrera. Los días son oportunidades nuevas que nos proporciona la vida, y pensé en corregirlo. Volví a comprar otro arreglo de flores, esperando encontrar un momento contigo y hablarlo. Las flores solo son para adornar la bonita vista que tengo cuando te veo.

Esta vez llegué más tarde y entré directo a donde estaba la gente, esperando verte. Henry me vio, y pude notar cómo su cuerpo se relajó y respiró hondo. Me regaló una sonrisa tan amable que sentí una calidez inesperada. Me colocó un collar con una tarjeta y susurró: «Es para que puedas pasar al camerino después.» Él también lo sabía, hablarlo era lo mejor y estaba en total disposición de hacerlo.

El espectáculo comenzó, y de estar en primera fila cuando entré, pasé a quedarme cerca de la puerta, con miedo de incomodarte. Desde ahí observé cómo todas las chicas gritaban y lloraban al mismo tiempo. Todo estaba oscuro y solo se podían apreciar las luces de los celulares con la pantalla en la aplicación de la cámara.

Entonces mi corazón se detuvo y el público aclamó como loco lo que estabas a punto de cantar. La pantalla que tenías de fondo se iluminó y mi rostro apareció. El video comenzó a correr, y recordé todo lo que vivimos ese día: cómo corriste detrás de mí por horas para tratar de tener un video casero sobre mí y todas las cosas que te parecían interesantes, que por mi lado eran de lo más aburridas e insípidas.

Tratar de encontrar una salida en este lugar era como encontrar una aguja en un pajar. Había tantas personas y era fácil perderse. No sé exactamente cuánto tiempo tardé en llegar al camerino.

Largos días sin saber de ti, en absoluta pérdida de conexión contigo, y verte quitarte los audífonos con una paciencia inmensa sí me produjo cierta melancolía. Sentir una vez más cómo mi corazón palpitaba con más fuerza y las mismas sensaciones se apoderaban de mí. Al menos algo seguía estando ahí.

Di un paso. Salí de la oscuridad y la luz que emitía el foco de tu camerino iluminó la mitad de mi cuerpo, pero alguien apareció detrás de unas cortinas. Se acercó y comenzó a reírse contigo, abrazándote con tanta ternura. Su mano recorrió tu espalda, se detuvo un momento y después comenzó a trazar círculos con uno de sus dedos mientras seguía conversando contigo.

Me sentí mal. Era ella la razón por la cual no habías ido a buscarme y decirme: «Lo siento.» Verte sonreír con ella y darme cuenta de que en tu vida no había cambiado nada fue algo complicado de digerir en segundos. Mis piernas me fallaron y solo me quedé ahí, inmóvil, incapaz de moverme, y solo seguí prestando atención a lo que te tenía tan interesado.

—¿Cuándo volveremos? —preguntó ella, con una maldita sonrisa que tanto odié.


—¿A dónde? —respondiste, como si ya supieras lo que trataba de decir.
Ella volvió a sonreír y te juro que me estaba volviendo loca.
—Al hotel, tonto —recalcó.



Me desbordé. Muchas cosas llegaron a mi mente y estaba decepcionada, enfadada y triste también. Seguí aún más inmóvil y me sentí de lo más frágil en ese momento. Luego Henry llegó muy contento, haciendo que después de todo este jodido tiempo centraras tu atención en la puerta. Tu vista se elevó y lo menos que pensaste era verme ahí, al menos eso supongo. Henry se detuvo a un lado de mí y colocó su brazo sobre mi hombro. Otro iluso sin saber qué sucedía aquí.

Dejé caer con toda mi fuerza el ramo de tulipanes que llevaba en mis manos contra la esquina de una mesa. Algunos de ellos se rompieron y cayeron al piso, otros volaron en el aire, perdiéndose de vista. No me importó y salí de ahí, sí, una vez más. Todo estaba más que claro, me dejaste por irte con ella. Sabrá Dios qué cosas no habrán hecho, y yo aún seguía esperándote en un lugar donde hace más de cinco horas nadie te veía el polvo.

<<Perder algo que no todo el mundo puede obtener y que solo tú eras el único que era capaz de poseer algo así como: mi confianza.>>


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