Libertad...Hace tiempo escuché una frase que resonó en mi cabeza: "las personas por amor hacen locuras, pierden la cabeza." Era simplemente salir de tu zona de confort, ser libre... y tú.
Soy nerviosa y bastante miedosa. Cualquier ruido me hace querer correr o llamar al 911. El crujido del tejado no dejaba de oírse en los últimos veinte segundos; el viento no hacía tal cosa, eran más como pisadas de un sujeto. Esperaba que no fuera algún chico borracho tratando de hacer una broma de muy mal gusto. Abrí la ventana y me senté en el tejado, tratando de inspeccionar el área, pero eras tú, Nils, trepando hacia mi habitación como un ladrón. Parecía que olvidaste por unos minutos que las casas tenían puertas y timbres.
Me invitaste a salir de noche, en serio... ¿de noche? Nunca en mi joven vida me había animado a hacer algo así. Me parecía emocionante pero peligroso; me aterraba la idea de quedar castigada hasta los cuarenta y solo por tu culpa.
Me animé a mí misma... Respiré hondo por muchos, muchos segundos, pero justo en ese momento me llegó una frase que seguramente vi en TikTok: nadie nos va a recordar, así que equivoquémonos. Salté del tejado y corrí lo más de prisa antes de despertar a los vecinos y meterme en problemas, aunque desde que puse un pie fuera de casa estaba medio muerta... pero a la mierda, solo tenía una vida y ¿el amor nos cambia, no? Mi abuela materna una vez me dijo que disfrutara del amor, que la sensación de enamorarse de alguien era increíble, traída de otro planeta. Tenía razón; lástima que es demasiado tarde para decirle en su cara que lo he comprobado yo misma.
El aire tocaba mi rostro de una manera angelical y, a medida que bajaba la calle, el ruido de las olas se hacía más pronunciado. Había visto un telescopio en medio de la playa y no podía creerlo, una cosa más que quise hacer pero que nunca pude por miedo.
—Hoy es noche de estrellas fugaces —me contaste con un brillo en tus ojos—. Recordé que lo tuyo era contemplar atardeceres y hacer fotos, y lo que fuera por inmortalizar el momento. —Te quedaste un momento callado y lucías nervioso— ¿Qué te parece si cambiamos el atardecer por una noche completa de estrellasfugaces?
Tomamos asiento en la arena, con el telescopio mirando hacia el cielo. La noche estaba , y bastante despejada completa de estrellas que brillaban con mucha intensidad volviendo el momento mas mágico.
Me mostraste cómo usar el telescopio, tu mano rozando la mía de vez en cuando, enviando escalofríos por mi columna.
—¿Sabes? —dijiste después de un rato—. Siempre he querido hacer esto, pero nunca he tenido con quién compartirlo.
—¿Y por qué ahora? —pregunté, en voz baja.
—Por que eres diferente, Maya. Contigo todo parece posible.
Nos quedamos en silencio, mirando las estrellas. Era una noche perfecta, y por primera vez en mucho tiempo, me sentí en paz. Como si todas mis preocupaciones y miedos se desvanecieran bajo el cielo estrellado.
De repente, una estrella fugaz apareció iluminando momentáneamente el cielo, luego me observaste con una sonrisa de oreja a oreja
—Pide un deseo, Maya.
Cerré los ojos y, por un momento, todo lo que quería es que esa noche nunca terminara.
" Descubrí que a veces, para encontrar la libertad, solo necesitas un poco de valentía y la compañía adecuada."
<<¿Si no tuvieras miedo que seria lo primero que harías?>>
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No somos y no seremos...
Novela JuvenilMaya nunca se ha enamorado, o al menos no de alguien de carne y hueso.... Las circunstancias arrastraran a Nils a una playa de Italia, donde conocerá a Mara. Donde ambos encontraran el llamado: "Amor a primera vista". Un verano lleno de recuerdos, s...