No somos y no seremos...

Iana

Se que esto pueda sonarte de lo más triste Nils. Me eh tomado el atrevimiento de escribir en un lugar tan íntimo, tan de ustedes. Pero es necesario que sepas los detalles...

Supongo que al leer la última página y claro, las noticias, sabrás que mi mejor amiga ha muerto en un accidente, en algo tan trágico que conmociono a todos los que la amamos.

El coche la golpeo tan fuerte que la hizo volar tan alto, haciendo que cayera a metros lejos del lugar del choque, golpeándose la cabeza contra el piso...

Me pone triste escribir esto...Algo dentro de mí se ha fracturado, la sensación de perder una pieza tan importante, la ausencia de un gran apoyo para tu vida y alma. Se siente diferente a estar deprimido por un amor.

Todo el mundo estaba reunido en el hospital. Con las esperanzas de que estaría bien, sus padres llegaron antes que yo y estaban tan devastados. Tan intolerantes a otra perdida. Algo que difícilmente  podrían  soportar. Su hermano estaba sentado en el piso, en un estado de pánico y cubierto con manchas de sangre en su ropa. Resguardando entre su pecho aquel libro y este moño tan lindo.

Los paramédicos salieron de inmediato con esa seriedad que me hacía tener mi corazón a mil.

<<Murió justo en el lugar del accidente, hemos intentado ayudarla, pero sus lesiones eran graves. Lo siento...>>

Su pequeño hogar termino por desmoronarse. Una bomba del tiempo se había colocado y había explotado en el lugar menos inesperado y donde más dolió. Donde todos salimos dañados.

Su madre grito, estremeciendo a todos y siendo capaz de escucharse por todo el pasillo. Creer que un alma tan noble, alguien llena de luz y tan alegre pudo marcharse de la peor manera posible.

Su hermanito lloro desconsolado y me hizo entrega de esta libreta...

Diciendo:<<Mi hermana quería entregar esto. ¿puedes llevarme a verlo?, quiero dárselo yo mismo>>. Se limpio las lágrimas y actuó diferente al pequeño torbellino que todos conocíamos. 

Se que a ella le hubiera gustado que llegara hasta su destino.

Aun en el paso de los días las cosas seguían poniéndose color de hormiga. La tensión se sentía. Cientos de caras largas y muchas personas conocidas y desconocidas vistiendo de negro. Todos lamentando y llorando a lagrima viva la perdida de una gran persona.

Estamos parados, rodeando el lugar donde el cuerpo de Mara descansara. El maldito lugar al que frecuentare hasta el día en que me muera, donde vendré todos y cada uno de los trecientos sesenta y ciento días del año trayendo flores, contándole y llorando los millones de cosas que estoy segura de que me pasaran y no tendré a mi mejor amiga cercas.

Es momento de terminar lo que Maya no pudo hacer....