Un mes, dos semanas, con dos días

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Nils


Una tarde tan agradable al lado del pequeño Mauro. Me divertí tanto que ya hasta había olvidado lo que se sentía sonreír.

Mi celular aún sigue volviéndose cada vez más loco. Las llamadas de la disquera y cientos de contratos entre muchas otras cosas que pospuse. Cualquiera podría decirme inmaduro, estoy consciente que muchas personas y familias dependen de mis decisiones.

Pero si tu estuvieras aquí. Me dirías que está bien sentirme mal. Que de alguna manera tendría que liberar mis emociones, destruir para reconstruirme con mejores materiales. De sanar desde adentro hacia afuera.

Aunque la etapa de aprender a sobrevivir sin ti, me está causando tanto dolor. Que preferiría ser consumido por las llamas de un fuego.

No todo el mundo puede acostumbrarse a estar sin su compañero o compañera. Nadie los comprenderá mejor que ellos. No quiero volver a casa donde se encuentra Henry y mi madre. Puede que me regañes, pero eh pensados cientos de veces en echarlos. Quiero hacer lo que sea cuando sea sin necesidad de que me molesten. A veces lejos de ayudarme, suelen hacerme sentir más bajoneado.

Tomar una brecha al lugar más sentimental para mí, me hace tener un poco del calma y auto control sobre mi mente y cuerpo.

Una segunda o tercera vez más, somos y seremos una cabaña abandonada y un lago inmenso. Esta ocasión intentare meter el kayak, de estar en el agua y estar en círculos el tiempo que sea necesario. Pero antes iré por la libreta, leer justo donde terminamos por sellar un amor, me parece una buena manera de recordarte. De sentirme escuchado por un buen testigo, que dudo me deje mentir sobre lo que es o no.

El ruido del agua es tan relajante, ese crujido donde el golpe del agua con algunas rocas haga sonidos tan relajantes. Caminar por la orilla y observar lento cada detalle con mis ojos, en tocar el agua y ver como mi mano provoca un bache donde el agua a toda prisa me golpea.

No lo vi venir, ni siquiera me di cuenta a tiempo. Uno de mis pies se resbalo de las rocas donde estaba parado cayendo así al agua. Gracias al cielo que pude arrojar la libreta, salvando algo de otra posible catástrofe, protegiendo una parte de ti.

Estaba tan desubicado que olvide por qué lado venia. Los rayos del sol se reflejaron en una parte específica del rio, como si trataran de mostrarme algo. Llámame loco, pero fui detrás de esa señal. Preguntando: 

¿Qué quieres mostrarme Maya?

El brillo reflejado de un objeto que estaba sobre el agua me parecía tan familiar.

No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora