Capitulo #52

10 3 0
                                    



Disculpas.....

Las decepciones son más fáciles de reparar que un corazón roto. Al menos eso creo yo.

Pedir disculpas, invitándome a una cena con ayuda de personas de tu equipo, no es suficiente. Tampoco lo son las rosas rojas en la puerta de casa, los regalos caros como joyas, o peor aún, un coche. Todo eran fines materiales con el propósito de pedir algo que no has sido capaz de dar la cara y pedir: disculpas. Solo una corta frase que salga de tu boca, y no enviar algo a casa con la esperanza de que el obsequio haga todo el trabajo.

Hoy ha estado lloviendo. Bueno, desde que salí hace unos días del lugar donde sería tu primer concierto. Los días también tienen sus momentos tristes, claro. No salir de casa me parece un desperdicio. Ver la lluvia desde la ventana y observar cómo cada gota se resbala sobre el cristal, me hace querer quedarme afuera y empaparme. Tal vez llorar lo suficiente para no pensar en aquel día.

Siento que aún no te conozco lo suficiente. Eres alguien diferente a lo poco que conocí en la playa esas vacaciones. Dicen que nunca es suficiente el tiempo para conocer a alguien y que decir "Te conozco bien" es un engaño. Tienen razón, lo he aprendido, pero a veces lo poco que conocemos a alguien es lo mejor que se pueda hacer.

Me encantó conocer lo poco de ti. Enamorarme de tu lado encantador, del misterio que se ocultaba en cientos de hojas viejas y amarillentas, de lo mucho que amas vivir y el miedo que tienes por descubrir algo. Ahora yo tengo miedo. De ti, de esa parte que poco conozco y que desde hace tiempo está presente en nuestras vidas. Sería un fracaso intentar cambiarte, porque sé que no lo harías; ni siquiera por mí.

Hoy, en un intento de distraerme, decidí escuchar los mensajes de voz que me habías dejado. Había cientos. Pero ninguno tenía las palabras que realmente necesitaba escuchar.

"Hey, Maya. ¿Cómo estás? Solo quería decirte que el concierto fue increíble. Desearía que hubieras estado aquí. Bueno, nos hablamos luego."

"Maya, amor, estoy en el estudio ahora. Vamos a grabar algo increíble. No puedo esperar a que lo escuches."

"Hola, preciosa. Estoy en una reunión, pero pensé en ti. ¿Cómo va todo por allá?"

"Solo quería decirte que te extraño. Espero que estés bien. Te llamo después."

"¿Maya? Estaba pensando en nuestro próximo viaje. ¿Qué te parece una escapada de fin de semana? Llámame cuando puedas."

Ni un solo "Lo siento" entre ellos. Ni una sola disculpa por haberme dejado esperando en el camerino, por haberme evitado, por no haber estado cuando más te necesitabas. Era como si no pudieras reconocer el daño que habías causado.

Salí al jardín cuando las gotas de lluvia eran aún más intensas. Estar sin zapatos en un césped totalmente mojado y sentir cómo cada gota se impregnaba en mi ropa. Me dejé caer y observé al cielo, sumándome a los millones de veces en que hago esto. Hoy no es un día para admirarlo por lo hermosas que están las estrellas o los atardeceres; es más bien para pedir ayuda.

Lloré y grité sin control. ¿Paciencia? Ya no había nada de eso aquí. Supongo que, aunque lo negara, muy en el fondo ya me estaba preparando.

<<Las personas normales piden perdón cuando han echo algo mal, hay que corregirlo antes de que sea tarde> 

No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora