Capitulo #63

12 2 0
                                    




Madrugada Silenciosa...




El autobús se demoró demasiado en llegar a la estación, y pasé horas esperando. Una vez en camino de regreso a Miami, me sumergí en una inmensa tristeza. Observaba la ventana por minutos interminables, tratando de enfocarme en una sola cosa. Dicen que al hacerlo, la ansiedad disminuye, pero no fue así. Estaba teniendo un ataque de ansiedad en un autobús donde no estabas tú, rodeada de desconocidos que me miraban extraño por las pintas que llevaba.

El camino era largo, lo suficiente para hacerme pensar en muchas cosas. Tal vez esto sería el inicio del final, de algo que evité e hice todo para que no llegara. Pero es imposible detener algo destinado a suceder.

Llorar hasta el punto de quedarme dormida me hizo descansar, pero de una mala manera. Mis sueños solo eran sobre ti. Eras el único personaje principal. No había nadie más. Una mano fría se posó en mi frente, anunciando que habíamos llegado a Miami. No me sentí mejor; estar aquí era igual que seguir en el momento donde se destapó todo...

Ya no observaba la ciudad como cuando recién llegué, con la tonta esperanza de que esto... Estar aquí, mejoraría nuestra relación, que construiríamos un futuro juntos. Que por primera vez, haría que algo fuera para siempre en mi vida.

Ahora, ¿qué dirías? ¿Cómo cubrirías semejante locura? ¿Era posible seguir mintiendo a estas alturas?

Estar en casa una vez más, sola y con cientos de problemas amorosos, desequilibrada emocionalmente, sin mi familia cerca para poder llorar en sus hombros. El ruido de unos zapatos se pronunció, pero después dejó de oírse. No lo escuché más y entonces hablaste: "A veces solemos hacer locuras, la vida se trata de eso."

¿Eso era todo? No era un buen pretexto para una persona que se enamoró de ti, que te ayudó a superar todos tus temores y colaboró en que fueras tu mejor versión en cualquier sentido. Escuché cómo te sentaste por el lado de afuera de esa puerta, tal y como estaba yo, y seguiste hablando, como si esto fuera remediable...

—No sé por dónde comenzar exactamente o qué decir en estos momentos."
—Pero no quería que vieras todo eso.

Ninguna respuesta de mi parte, solo silencio y una tensión palpable en el aire. Entonces la ira entró en ti y escuché que dijiste:


—No todas las cosas son como las imaginas. — Confesaste al otro lado de la puerta

<<No quería que te marcharas... Pero tampoco quería que estuvieras cerca.>>

Nos quedamos callados Quise entender, quise encontrar alguna razón que justificara tus actos, pero no había ninguna. Me dolía tanto que apenas podía respirar.

En ese momento, el peso de todo lo que había pasado cayó sobre mí con una intensidad aplastante. Las lágrimas que había contenido durante el viaje comenzaron a fluir de nuevo, silenciosas pero implacables. Cada lágrima era una gota de dolor, una prueba de la traición que me había destrozado por dentro.

<<Deberíamos aprender a ser lo suficientemente fuertes para poner límites, o las consecuencias podrían terminar con nosotros mismos.>>


--------------------------------------------------------------------------------------------------

No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora