Capitulo #58

13 2 0
                                    






Valorar..



Valorar lo perdido no es del todo perdido cuando te deja una lección. No importa cuál sea, está claro que aprendemos de ella. Esta vez, aprendí lo importante que es el tiempo y las personas. A veces no nos damos cuenta de cuánto peso tienen en nuestra vida hasta que las estamos viendo partir. Sentí miedo al verte tumbado sobre la arena, sin ninguna muestra de movimiento en ti.

Aprendí que cualquier cosa que me incomode es necesario hablarla antes de convertirla en un problema mayor. Las mentiras, por más nobles que sean o como excusas para evitar explicar algo, son malas. Supongo que todo el mundo tiene derecho a explicar su parte de la historia. Yo conozco y he contado la mía. Suena justo y valiente escuchar lo que dirás.

He esperado en casa, atenta a verte entrar por esa puerta. Mientras haces acto de presencia, seguí viendo los muchos videos que circulaban en redes sociales. Cientos de halagos y personas impresionadas por lo que el amor era capaz de hacer. Sinceramente, nunca creí hacer algo así en mi vida, pero tampoco hubiera dudado ni un segundo en convertirme en tu ayuda.

Has llegado a casa con una sonrisa que tranquiliza mi alma y recorre cada rincón del lugar. No sé por qué, pero comencé a llorar al verte ahí, parado a un lado de la puerta, tal y como lo visualicé hace días. Aún tienes rasguños en tu rostro y tus manos están destruidas, envueltas en muchas vendas, haciendo que parezcas el intento de una momia.

Tus brazos me levantan del sillón donde esperaba pacientemente mientras mi mente divagaba por mundos lejanos.

Es posible que tengamos un lugar seguro en alguien. Todo el mundo lo tiene, aunque tarde en reconocerlo. Tú eras mi lugar seguro, mi castillo indestructible, una fortaleza al sentirme entre tus brazos, apretujándome. El huracán culpable de días tan lluviosos y repletos de inmensos peligros estaba a pocos días de terminar y ver una vez más el sol tan deslumbrante.

- Quiero disculparme contigo por todo lo que sucedió en estos días entre nosotros. No fui justo y lo lamento - me besaste y volví a sentirme completa. Era todo lo que pedía: solo tú y unas palabras que en verdad sintieras.

- Te perdono - respondí aún pegada a ti y escuchando los fuertes latidos de tu corazón.

El miedo de perdernos mutuamente podía más que nosotros mismos. Pasamos el resto de la tarde abrazados hasta quedarnos dormidos y despertar cuando todo estaba en tinieblas, fácil de golpearnos con los muebles. Estábamos de vuelta: tú y yo contra el mundo, alejando la opción del mundo contra nosotros y ambos peleando separados.

-¿Por qué no me contaste todo desde el principio? - pregunté, mi voz apenas un susurro contra tu pecho.

- Tenía miedo de que te alejaras - admitiste, acariciando mi cabello con suavidad. - Pensé que podía manejarlo solo, que no quería preocuparte más de lo necesario.

-No necesito que me protejas de esa manera --dije, levantando la cabeza para mirarte a los ojos. - Somos un equipo, Nils. Si hay algo que te preocupa, quiero saberlo. Quiero estar ahí para ti, como tú lo estás para mí.

-Lo sé ahora - asentiste, con una mirada llena de arrepentimiento y ternura. - Prometo ser más abierto contigo, no volver a cometer el mismo error.

-Eso es todo lo que pido - sonreí levemente, sintiendo que un peso se levantaba de mi pecho.

- Hay algo más - Nils murmuró, desviando la mirada por un momento antes de volver a encontrar mis ojos. - Esa chica en el hotel... ella es una vieja amiga que está pasando por un momento difícil. La estaba ayudando, pero sabía que si te lo contaba, podría parecerte extraño. No quería que pensaras mal de mí o de la situación.

-¿Una vieja amiga? - mis cejas se arquearon, tratando de procesar la información.

- Sí. No fue nada romántico, te lo juro. Pero debí habértelo contado. Ella me llamó porque no tenía a nadie más. Solo quería ayudar, pero sé que no debí ocultártelo - sus ojos reflejaban sinceridad y culpa.

- Entiendo - suspiré, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. - La próxima vez, cuéntame todo. Prefiero saber la verdad, por más difícil que sea, que vivir con dudas.

- Prometo que lo haré - susurró, acercándose para besarme de nuevo, sellando su promesa con un gesto lleno de amor y arrepentimiento.

El sol comenzaba a asomarse entre las nubes, anunciando el fin de la tormenta. Sentí una renovada esperanza, sabiendo que habíamos superado una gran prueba juntos.

<<No es necesario que la persona que tanto amas esté a punto de morir para intentar remediar los problemas.>>


<<El tiempo vuela y las personas desaparecen bajo tierra. Los vivos, mientras tanto, seguimos con la esperanza de encontrarlas en nuestros sueños y decir aquello que nunca se pudo decir mientras se tuvo oportunidad.>>

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora