Capitulo #49

8 2 0
                                    



Manías.




Entre ser y no ser. Tú eres, mi fantasma favorito. Dormir en la habitación de invitados de tu casa y ver cómo tu madre me cuidaba hizo que se me encogiera el corazón. Me sentía triste. No me gustaba verla preocupada, con el celular en la mano, tratando de saber también dónde estabas.



Sin apetito desde la mañana y con una cabeza que se sentía enorme, no fui capaz de quedarme más tiempo despierta. Ir a dormir era la única idea que me traía algo de paz, la esperanza de soñar otra realidad para estar tranquila, porque en el mundo real solo se vive de estrés y tristezas. Digamos que el daño colateral lo es todo.

Pero dormir dejó de ser tan hermoso al sentir una presencia extra en una habitación tan pequeñita. Tú... En ese preciso momento, te odiaba, y si te acercabas, podría romperte la mano sin sentir ningún tipo de remordimiento. Estabas tan cansado, pero aun así seguías despierto en ese sofá negro que se camuflajeaba con la sombra que daba la pared.



—He llegado en la noche. Mi madre me comentó que habías decidido irte a dormir temprano... ¿todo bien? —  trataste de iniciar una conversación.

Entonces fue cuando te lancé la mirada mata personas que tenía. Con eso, seguro que intimidé hasta tu alma. Pero también comencé a quebrarme. Una ola de tristeza y la ira me arrastraron hacia las profundidades. Comencé a llorar y llorar como si no hubiera un mañana. Verte correr asustado y sentir cómo me envolviste, me calmó.

—Desapareces y ver que no respondes a mis llamadas me vuelve un poco loca,—  te expliqué entre lágrimas, mientras seguía abrazada a ti.

—Lo siento, de verdad, — dijiste, acariciándome el cabello. — Estaba en medio de entrevistas y ensayos, pero cada vez que miraba el teléfono y veía tus mensajes, me dolía no poder responder.

—Podrías haberlo intentado,— murmuré, limpiándome las lágrimas. — Un simple 'Estoy bien' hubiera sido suficiente.

—Lo sé, lo sé. Soy un desastre. Pero te prometo que no fue por falta de ganas. Cada vez que pensaba en llamarte, algo surgía. Ya sabes cómo es este mundo loco.

— ¿Y qué tan loco es? ¿Más loco que una novia preocupada? —  pregunté, intentando que no se me se escapara una sonrisa.

Te reíste suavemente, tu risa vibrando en tu pecho. — Definitivamente más loco. Pero nada es más importante que tú. Lo siento, de verdad.

Te di un pequeño golpe en el brazo, fingiendo estar enojada. — Más te vale. Porque si desapareces otra vez, te juro que buscaré a cada chica que te rodea y les contaré todas tus peores manías.

— ¿Incluso la de hablar en sueños sobre recetas de cocina? — bromeaste, levantando una ceja.

—Y también cómo le hablas a tu guitarra como si fuera tu novia y no yo, — añadí, sonriendo a medias.

Te echaste a reír, con tu risa genuina y cálida.  — Está bien, está bien. Mis secretos están seguros contigo. Prometo no desaparecer otra vez.

— Solo... prométeme que no volverás a desaparecer así. Te necesito aquí, —  dije, mi voz quebrándose un poco.

— Te lo prometo, —  dijo con seriedad, tomando mi mano y apretándola con fuerza.  — No más desapariciones. Estoy aquí contigo,

--------------------------------------------------------------------------

Esta canción me encantaaaaa


No somos y no seremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora