63. Te atrape
Recostada sobre el frío vidrio de la ventana del tren me desmorono. Comienzo a llorar con desesperación como si de respirar se tratara porque literalmente me estoy ahogando en llanto. No puedo respirar y todo mi cuerpo tiembla y… y duele, duele mucho.
No se como pude ser tan ingenua de pensar que podía ser feliz con personas que apenas acabo de conocer. Es claro me equivoque de manera gigantesca. Solo me engañe por unos cuantos meses pero al escuchar a Ayden no puedo pensar en otra cosa, tiene toda la razón. Es obvio.
Caleb no está enamorado de mi, y si soy solo uno más de sus caprichos y se va a terminar aburriendo de mí cuando encuentre que no soy nada especial. ¿Por qué, qué razones tiene Caleb para amarme? Si somos tan diferentes en tantos sentidos ¿Porque alguien como él se fijaría en mí sinceramente? No, no hay ninguna razón, nunca la hubo, solo estuve perdiendo el tiempo en un sueño… en una ilusión. Nadie me ha amado nunca, porque ahora tendría que ser diferente.
No es como si me sorprendiera del todo. Muy pero muy en el fondo sabía que el sueño que estaba viviendo de que alguien me amara por fin, el hecho de tener una familia, amigos y una vida nueva era solo eso… un sueño algo falso que en cualquier momento de una u otra manera llegaría a desmoronarse, pero jamás imaginé que la realidad fuese tan dura y más al escucharlo venir de uno de mis mejores amigos.
Mi corazón se rompió en mil pedazos cuando Ayden me dijo todo y mi cerebro no supo cómo asimilarlo así que decidí hacerle caso y volver a la sucia ratonera de donde salí… de donde quizás nunca debí salir.
Tampoco tengo otra opción. No tengo familia, no conozco a nadie y el orfanato es quizás el único lugar al que puedo ir ahora. Y si, sí lo sé, es una terrible idea volver al lugar donde fui infeliz toda mi vida, desde el minuto en que me abandonaron pero es el único lugar que conozco, el único lugar a donde puedo ir ahora qué más necesito alejarme de todos. Quiero estar sola y encontrarle un significado a mi vida, si realmente merezco todo lo malo que me está pasando o si hay algún motivo más grande detrás del que yo aun no soy consciente. Porque sí, Ayden tiene razón. Nadie nunca me ha amado y quizás el punto de partida para entender eso es el orfanato. Necesito respuestas y huir.
Con el paso de las horas logró calmar mi llanto y me quedo dormida aún con el rostro empapado de lágrimas que luego se secan y causan que mi piel esté pegajosa. Me levanto cuando el tren hace la primera parada ya casi está anocheciendo. Salgo de mi asiento para ir hasta el baño. Al verme en el espejo no puedo creer lo rota que me veo.
Todo mi rostro refleja dolor y sufrimiento ¿Cómo llegué a este punto? Yo solía ser una chica feliz, si quizas mi vida no era perfecta pero era feliz y al mirarme ahora solo veo tristeza infinita, detrás de las ojeras bien marcadas y los ojos chinos hinchados de tanto llanto no me reconozco, no soy yo.
Me pongo un poco de agua fría sobre la cara para tratar de bajar la inflamación de mis ojos. Se siente bien, como un respiro. Sin embargo al abrir los ojos siguen igual de hinchados y rojizos. Es inevitable no sentir pena por mí. No entiendo como todo cambio tan de repente y duele mucho no saber si las cosas volverán a ser como antes.
Trato de no pensar en eso si no de nuevo me convertiré en un mar de llanto otra vez. Salgo del baño y regreso a mi asiento caminando como si fuera un zombie. Sin ganas de nada, sin pensar nada… vacía.
En mi asiento puedo ver como el cielo naranja se va volviendo rojizo para al final volverse negro, lleno de estrellas, Asteria esta de buen humor. Ja. No puedo creerlo, están tan metidos en mi cabeza que todas mis referencias son sobre su mitología y creencia… Es que era algo que comenzaba a sentir como mío y quería saber absolutamente todo y… estuve cerca.
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El pacto del amor y el poder
FantasíaEn un pequeño pueblo casi perdido en el mapa viven dos familias dueños de una eterna rivalidad; los Blacke y los Laurent, familias respetadas en el pueblo con solo una cosa en común los Petterson, la familia más misteriosa según los habitantes. ¿So...