El pacto del amor y el poder

18. ¿Por qué te importa tanto?

—Que... que pasa, estoy despierta, estoy despierta...—Digo mientras me siento en la cama. Restriego mis ojos suavemente con los puños para aclarar mi vista.

—Hija de la grandísima fruta ¿Dónde te metiste?—Me reclama mientras se abalanzó sobre mi con una almohada golpeándome.

—¡Au! ¡Para, para por favor!—Me reí, no lo resistí, la muy tramposa me estaba haciendo cosquillas.—Ale cedió.

—¿Dónde estabas? Sabes que me pase como tres horas buscándote, estaba desesperada ¡Me iba a dar un infarto! Y tú bien gracias durmiendo como un bebé.—Alzó los brazos agitandolos en el aire.

—¿De que hablas? ¿Acabas de llegar?—Pregunte ingenua.

—¿Cómo que de que hablo? ¡Desapareciste! Le pregunte a todos en la fiesta si te habían visto incluso al imbécil de Liam y a su hermano. Te busque por el bosque ¡Ensucie mis tacones de diseñador con barro! Todo por estar buscándote.—Soltó un suspiro de cansancio.

—¿Tú sola?—Rodo los ojos.

—Obvio no. Tan loca no estoy. Luke y Jaden me ayudaron a buscarte, los tres rondamos todo el bosque pero nada. Incluso llame a la puta policía que por cierto es una mierda ¡Tenía que esperar cuarenta y ocho horas para aceptar la desaparición! A esa hora probablemente ya estarías descuartizada.—Reí. Ale si es realmente exagerada.

—No te rías, en serio tienes que dejar de desaparecer así como si nada.—Hizo un puchero.

—Lo siento. Tuve una pelea con Ian y me vine al departamento.—Evite decirle a Ale por lo que había pasado, quiero olvidar eso y no es buena idea  que se lo cuente, haría un grandísimo lío y terminaría sintiéndome peor.

—Hijo de pato. Lo sabía.-Me divertía la manera en que cambiaba las malas palabras para que no suenen tan malas.

-Descuida, le di su merecido.-Ella sonrío.

-Esa es mi chica.-Le devolví la sonrisa.

-¿En serio acabas de llegar?-Pregunte.

-Sí. Luke y Jaden dijeron que era mejor esperar y venir a verte al departamento. Me dejaron hace unos momentos.-Solo entonces mi mente despertó. Caleb, él se quedo conmigo toda la noche o lo que quedaba, sin querer mis ojos terminaron en aquel sillón donde había descansado su hermoso ser. Ale se dio cuenta y regreso a ver.-¿Qué?-Pregunto volviendo a mí.

-Nada, nada. ¿Y tú auto?-Ale alzo los hombros.

-Pues Luke me dijo que no tenían manera de regresar a su casa así que se los preste por ayudarme, luego van a devolvermelo.-Asentí. Si Ale no ha mencionado a Caleb es porque él se fue antes de que ella llegará y es un alivio.

-Oh.-Me límite a decir. Ella me abrazo.

-En serio Gia, no hagas cosas estupidas que puedan hacerte daño ¿Sí? No se que haría si tú alguna vez llegas a faltarme.-Le devolví el abrazo y contuve las ganas de llorar.-Te quiero, tonta.

-Yo igual.-Respondí con un inmenso nudo en la garganta. Se separo de mí y embozo una hermosa sonrisa levantándose de mi cama.

-Por cierto...-Dijo de pronto.-¿Qué le hiciste a la puerta?-Cierto, Caleb rompió la puerta...

-Oh sí, no encontré la llave y tuve que romper la cerradura.-Dije con tono culpable.

-¿La rompiste?-Asentí.-Pues parece como nueva me atrevería a decir que es el repuesto.-Abrí los ojos como platos y me levanté de la cama, corrí hasta la puerta principal y es cierto. La cerradura está como nueva, es muy claro que la cambiaron ¿Caleb lo hizo? Pues quien más... sonreí sin poder evitarlo.