54: Lazos perdidos
Ayden Petterson
Por alguna razón al ver a Tayler y Kyle juntos tan a gusto conmigo me recuerda la mejor etapa de mi vida, mi infancia. Cuando éramos niños pasábamos literalmente cada segundo del día juntos, pegados el uno a otro como chicles, más que trillizos éramos como siameses porque en ese entonces puedo decir que podía sentir como compartíamos un mismo corazón. Nuestras mejor época según tío Mason, nos lo sigue recordando cada vez que puede tratando de unir un lazo entre los tres que está muy dañado.
Pero ahora, justo aquí al estar juntos me hace pensar en qué momento decidimos romper esa unión. Creo que fue en el momento que conocí a Ian. Me sentía más que completo a su lado, me hizo descubrir que más allá de nuestra mansión había muchísimas cosas que yo aún no había descubierto por el miedo inentendible de Kyle a las personas o a cualquier cosa fuera de la rutina, lo correcto o las reglas.
Cuando comencé a ver más allá obviamente me metí en muchos problemas pero Ian siempre te convencía de que valían la pena. Jamás me arrepentí de nuestras aventuras y travesuras cuando niños.
Con mis hermanos en cambio era distinto. Kyle estaba obsesionado por ser el mejor, porque los tres lo fuéramos, la única manera de serlo para él era sometiéndonos a las reglas y lo correcto. Y al inicio estuvo bien pero no tarde en darme cuenta que no era lo que quería hacer. El tiempo pasó y poco a poco perdimos contacto, aun viviendo en la misma casa. Kyle y Tayler decidieron entablar amistad con los Blacke, al inicio era falsa solo para darme la contra, pero al final se acostumbraron y se sintieron más cómodos de lo que esperaron.
Luego las cosas comenzaron a cambiar. Pasamos de compartir habitación a tener una propia, de hablar seguido a solo saludarnos por las mañanas y darnos las buenas noches, de convivir entre nosotros a evitarnos lo más que se podía, de reír juntos a solo pelear. Fue un cambio brusco, pero al final nos acostumbramos.
Y es triste... por qué dejamos de vernos como hermanos desde hace mucho.
Dejo de ver a mis hermanos para no ponerme más nostálgico y vuelvo a Ian, mi mejor amigo que ahora afrontará la culpa que lo ha carcomido desde adentro por años.
—Comencemos. —Anuncio a todos. Al ver a Ian trato de transmitirle seguridad. Y aunque no lo dice sé que lo está. Sabe que no voy a permitir que lo dañen. Le cubriré las espaldas, como siempre.
Ian se separa de Gia para avanzar hasta el sillón más grande. Mi idea es que se recueste pero Gia lo sigue y se sienta a su lado impidiendo que él pueda ponerse en la posición que resulta más cómoda. Aprecio la preocupación de Gia por Ian, sé que quiere ser su apoyo porque entiende lo difícil que es, pero tengo que decirle.
—Gia. —Trato de ser cuidadoso para que no se sienta mal. Regresa a verme y soy yo el que se siente mal sin siquiera haberle dicho. —Es muy lindo que quieras estar con Ian en esto, pero...—Hago una pausa para darme valor. —No es buena idea.
— ¿Qué? ¿Por qué? —Salta de inmediato. Creo que va a ser difícil que acepte un no como respuesta porque lucho contra el mismo Caleb dueño de su corazón para defender su causa. —Solo tomaré su mano, no voy a estorbar.
—No es que yo no quiera. —Me libro antes de que el huracán Gia Steel me destruya. —No es seguro para ti. —Ella cruza los brazos e incluso se pone de pie, me parece que está un poco molesta. —Es el último recuerdo, va a ser difícil y si tú estás cerca Calí podría aprovechar la situación... ya es suficientemente peligroso que Kyle esté aquí. —Veo a Kyle de reojo, se sorprende de que este preocupado por su seguridad, piensa que soy como él, sin corazón. — ¿Lo entiendes? —Pregunto con suavidad. Ian y ella intercambian miradas y solo cuando él le asegura que estará bien suelta un suspiro y se sienta en otro sillón mirando fijamente.
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El pacto del amor y el poder
FantasiEn un pequeño pueblo casi perdido en el mapa viven dos familias dueños de una eterna rivalidad; los Blacke y los Laurent, familias respetadas en el pueblo con solo una cosa en común los Petterson, la familia más misteriosa según los habitantes. ¿So...