Hace dos días en la cabaña.
[...]
—Relájate Blacke. —Suelta Ian con una ligera risa tomando lo dicho por Caleb como una broma.
—No relájate nada, porque parece que no les importará lo que está en juego ¡No es tu vida, no es la mía, es la de ella! —Me señala, todos me quedan viendo, estoy confundida. Caleb no es de la personas que demuestran su preocupación delante de tantas persona. Me sorprende mucho su reacción.— ¡Que no tiene ni una pizca de culpa! ¡Y ninguno de ustedes está haciendo algo para ayudarla! —Hace una pausa y se pasa la mano por el rostro. —Yo... yo. —Baja la voz. —No quiero verla morir. —Confiesa al final.
Todos nos quedamos en silencio. Estoy en un pequeño shock pero sé que soy la responsable de responder pero ¿Cómo?
—Caleb. —Es lo único que se me ocurre decir para calmarlo. Estoy realmente conmovida por lo que dice pero creo que debemos hablarlo solos.
Sus ojos me ven con tristeza. No estoy segura si realmente quiera hablarlo. Creo que lo único que quiere por el momento es huir y yo iré contigo Caleb a donde sea.
Se siente incómodo al darse cuenta que todos lo quedan viendo con la misma sorpresa que yo, así que sale por la puerta sin decir nada. Tengo que ir detrás de él, pero antes tengo que darle tiempo a Ayden sé que lo necesita y al resto le urge descansar es demasiado para un solo día.
—Dejemos esto para otro día. Ha sido demasiado todos estamos cansados, necesitamos un respiro es lo mejor para todos ¿Sí?—Veo a Ayden por última vez para confirmar si esta de acuerdo y asiente.
Solo eso me basta para salir corriendo en la lluvia feroz detrás de Caleb que quiere que lo alcance porque no ha usado sus súper velocidad para huir. Es buena señal.
—¡Caleb!—Grito para deje de avanzar. No se voltea para verme pero se detiene en seco. Corro con más intensidad para lograr alcanzarlo por completo.
Logro alcanzarlo, me pongo frente a él y con la lluvia cayendo sobre nosotros me siento completa.
—Steel yo... yo.—Le faltan las palabras, traga grueso le cuesta hablar y ni siquiera me mira. Tiene la cabeza baja. Mi corazón se quiere salir de mi pecho al verlo así tan vulnerable.
Tomo su rostro con mis manos y hago que me vea directamente a los ojos.
—Estoy enamorado de ti.—Termina la frase y sonrió tontamente. Lo acerco hasta mí y nuestros labios terminan chocando.
Lo beso, me besa, nos besamos con desesperación infinita. Sus labios fríos se sienten tan exquisitos que simplemente no quiero separarme de él.
De pronto se deja llevar y me levanta con sus brazos y su increíble fuerza como si yo no pesara nada, aferro mis piernas a su cintura pero él no se aprovecha de la situación, mantiene sus manos en mis piernas. Creo que con esto quiere sentirme mucho más cerca.
Nos vamos separando de a pocos. Con besos pequeños hasta que nos separamos por completo pero no mucho. Me queda viendo directamente a los ojos y me siento hechizada. De pronto solo me sujeta con unas de sus manos me sorprende mucho su fuerza pero diablos, es un vampiro.
Y es mío, es mi vampiro.
—En serio Steel.—Con su mano libre me acomoda el cabello detrás de la oreja y acurruco como gatito en su palma.—Estoy enamorado de ti, de tu tormentoso ruido, tu curiosidad infinita, de todo.—Finaliza viéndome a los ojos y maldición estoy segura con todo mi corazón de que lo que dice es puro, sincero y real.
—Hasta que por fin.—Respondo viéndolo a los ojos, sonríe y es la sonrisa más hermosa de todo el puto mundo lo juro.—También estoy enamorada de ti.—Suelta un risilla.
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El pacto del amor y el poder
FantasíaEn un pequeño pueblo casi perdido en el mapa viven dos familias dueños de una eterna rivalidad; los Blacke y los Laurent, familias respetadas en el pueblo con solo una cosa en común los Petterson, la familia más misteriosa según los habitantes. ¿So...