Mi mente casi al instante grita, Caleb.
Pero... dejo la idea a un lado y recuerdo que cuando niña siempre quería todo para mí, ser egoísta era uno de mis mayores defectos pero nunca me importó porque para mí no estaba mal quererlo todo. Sin embargo al pasar los años deseche está idea con la llegada de Ale, ya no quería todo lo bueno para mí, lo quería para ambas.
Pero ¿Qué tal si una parte de mí ahora quiere ser egoísta?
Los quiero a ambos. Quiero tenerlos a los dos sin perder a uno por amar al otro, quiero conservarlos a ambos.¿Cómo se los digo? ¿Hay alguna manera de tenerlos a ambos?
Claro que no.
-Caleb.-Suelto de pronto mirándolo. La decepción en los ojos de Ian es casi inmediata. Presionó su brazo para que pueda soltarlo de a pocos lo consigo. El silencio se planta entre los tres por un pequeño momento decido acabarlo.-Necesito hablar con Ian, por favor.-Caleb regresa a verme y está vez no logro descifrar lo que me quiere decir su mirada. Ian por otro lado se me queda viendo de manera atónita como sí no puedo realizar creer que lo esté eligiendo antes que a Caleb.
-Haz lo que quieras.-Es lo único que responde y comienza a marcharse. Admito que esto rompe mi corazón un poco. El hecho de que no entienda que Ian es igual de especial para mí que él, me duele.
-¡Caleb!-Alcanzo a decir y se detiene por un momento.-Me necesita.-Agrego. No parece importarle porque sigue caminando sin ver atrás, sin regresar, sin comprenderme.
Por otro lado cuando regreso a ver a Ian él simplemente no dice nada y también comienza a caminar como si mi decisión no le importará. Obviamente lo sigo.
-¿Porque lo dejaste ir?-Pregunta una vez que logro alcanzarlo.-No quiero tu lastima, ya te lo dije.-Su actitud en serio es desesperante, quiero lanzarle una silla en la cara.
-¿Y quién dice que lo hice por lástima? Tienes que dejar de pensar eso, lo último que siento por ti es lástima.-Tomo su brazo y lo giro para que me vea a los ojos.-Si te elegí es por algo ¿Qué más quieres de mí Ian?-Lo sacudo un poco.
-Que me ames. Que tu primer pensamiento en la mañana sea yo, que último antes de ir a dormir también sea yo, que sueñes conmigo, quiero estar en tu mente como Blacke lo está en todo momento y a toda hora.-Me deja muda.-Y quisiera creerte cuando dices que me elegiste pero sabes que no es verdad, tu primer pensamiento y elección fue Caleb... Luego pensaste en tenernos a ambos sin lastimar a ninguno, pero Gia eso es imposible.-Termina y se suelta para seguir avanzando.
Me sorprende un poco lo precisos que son sus comentarios pero admito que yo también he llegado a sentir una conexión muy fuerte entre Ian y yo capaz de sentir lo que el otro siente, como si fuera un tipo de empatía sub desarrollada.
Lo sigo, pensando muy bien lo que voy a responder, es importante no arruinarlo todo como acostumbro últimamente con él.
-Ian.-Se detiene sin regresar a verme así que decido ponerme delante de él.-De verdad lo siento.-Él me mira extraño.-Lamento con todo mi corazón no poder corresponderte de la manera que tú quieres pero te lo pido que eso no sea impedimento para nuestra amistad.-Aparta la vista.-Ian mirame.-Al ver que no me hace caso agarro su rostro con las manos obligándolo a verme.-Por favor no me abandones.
Siento como de a pocos se vuelve a encender esa conexión especial entre nosotros y estoy segura que Ian está considerando dejar todo atrás y volver a ser mi amigo.
Pone sus manos sobre las mías y hace que las quite de su rostro.
-No es tan fácil, Gia. -Suelto un suspiro.-No pretendas que olvide todo de un día para otro y vuelva a ser como antes.-Su tono de voz es más suave y calmado.
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El pacto del amor y el poder
FantasyEn un pequeño pueblo casi perdido en el mapa viven dos familias dueños de una eterna rivalidad; los Blacke y los Laurent, familias respetadas en el pueblo con solo una cosa en común los Petterson, la familia más misteriosa según los habitantes. ¿So...