28. Subasta sangrienta

121 14 0
                                    

¿Quién es verdaderamente Caleb Blacke?

Mi mejor pasatiempo.
No lo sé siento una necesidad tremenda de pensar en él todos los días y a veces creo que es estúpido. Estar enamorada de alguien que ni siquiera te soporta y mucho peor es no estar segura si Caleb alguna vez se enamoró de alguien... Porque siendo sincera a mí no me importa que tenga un agujero negro como corazón, está bien, porque eso solo es una razón más para estar prendada de él, tiene galaxias enteras dentro, un agujero negro lleno de misterio pero con algo hermoso al final o al menos de eso trato de convencerme. Y aunque estoy consciente que lo que no es mutuo muchas veces resulta tóxico he llegado a tal punto en donde no me importa. No me importa si no soy correspondida, lo único que me causa un dolor en el pecho es despertar cada
día y darme cuenta que sigue sin regresar, pues con tan solo verlo de nuevo me voy a conformar.

Soy consciente, estoy perdida.
Porque quizá me he enamorado de un caso perdido. No me he enamorado de un cuerpo bonito y menos de una sonrisa, sino de algo peor. Me he enamorado de sus ojos espejos que sólo reflejan su alma oscura, oscuridad que me atrae inevitablemente, los mismos que penetraron mi alma, helaron mis huesos y entraron a todo mi cuerpo destruyendo por completo mi tranquila vida aburrida y desde que se fue no he dejado de recordar la sensación que se ha quedado marcada en mi piel de manera imborrable, de manera permanente porque nunca nadie me había hecho sentir
de esta manera.

—Felicidades. —Me despierta Nathan de mis pensamientos. Me sobresalto pues aparece de la nada y golpea el escritorio del recibidor con emoción. —¿Te asuste? —Pregunta al ver mi cara de susto.

—No, no tranquilo. ¿Qué hice bien está vez? —Nathan sonríe ligeramente y dirige una mano detrás de su espalda a su pantalón, saca un sobre amarillo y me lo entrega con la sonrisa de oreja a oreja.

Lo tomo con algo de desconfianza y al abrirlo me doy cuenta del enorme fajo de billetes que hay dentro.

—Al fin es quincena, es lo que te mereces y desde ahora te digo que no se aceptan devoluciones.—Me deja en claro y no sé si esto sea lo correcto.

Han pasado solo dos semanas luego de pedirle el aumento a Nathan y sí he estado viniendo más tiempo e incluso los fines de semana pero la cantidad que hay en el sobre es definitivamente muchísima más de lo que me corresponde.

—Nathan yo n... —Shhh a callar. —Me interrumpe con el dedo levantado. —Hoy es el día de la subasta, cómprate algo lindo. Ahora puedes irte. —Sonrío sin poder evitarlo. Y el impulso es más fuerte que yo. —Gracias. —Dije lanzándome contra él y abrazándolo de un momento a otro.

Fueron solo segundos en los que me deje llevar por la emoción y cuando me di cuenta de la rigidez de Nathan me separé de él de inmediato.

—Lo siento, yo... me emocioné. —Me disculpe sintiendo las mejillas arder.

—Descuida. —Fue lo único que dijo con una pequeña sonrisa de lado. —Ahora ve, eres libre.—Alzó los brazos en dirección a la puerta. Asentí y tome mi abrigo lo más rápido que pude para salir.

Y solo un pensamiento me invade luego de salir.

Caleb está de regreso.

O... eso creo.

Supuestamente está entre la lista de los subastados pero no se ha aparecido en estas dos semanas
para los ensayos y por supuesto que no lo he visto el día de hoy en la escuela es eso lo que me hace dudar.

Sin embargo eso no ha matado mis esperanzas de verlo hoy en la noche.

He esperado tanto este día.

Sorpréndeme Caleb Blacke.

(…)

Nathan Blacke

El pacto del amor y el poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora